Una vez más surge el debate sobre si la COVID-19 se transmite por el aire: esto es todo lo que sabemos hasta ahora

Una vez más surge el debate sobre si la COVID-19 se transmite por el aire: esto es todo lo que sabemos hasta ahora
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Desde el comienzo de la pandemia, la OMS ha argumentado, en base a evidencias anteriores, que el SARS-CoV-2 se transmite por microgotas, y no es aéreo. A principios de julio, esta afirmación cambiaba.

Bajo la presión de más de dos centenares de investigadores, advertían a regañadientes la posibilidad de que también pueda transmitirse por aerosoles, de forma aérea. Tras una reciente publicación, la hipótesis que avala su capacidad infectiva aérea parece coger inercia. ¿Qué sabemos al respecto?

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Microgotas y aerosoles

Desde un principio se sabe que el SARS-CoV-2, como otros coronavirus, se transmite a través de gotículas. Estas son muy pequeñas y se producen cuando hablamos o exhalamos. Las microgotas caen rápidamente al suelo u otras superficies, dejando su carga viral allá donde aterrizan.

Por otro lado, los aerosoles son gotículas aún más pequeñas que pueden mantenerse en el aire, flotando, y viajar largas distancias. Estas, al ser más pequeñas, contienen menos carga viral, pero pueden extenderse mucho más. Desde hace meses, la posibilidad de que este coronavirus se transmita por aerosoles también está sobre la mesa.

Pero, ¿qué diferencia existen entre ambas? En realidad no hay una definición clara entre ambas. Según advierte el ingeniero Linsey C. Marr, quien ha investigado sobre aerosoles y sus implicaciones para la salud, no existe una definición clara por parte de la OMS, ni en tamaños ni en otros aspectos, que ayuden a distinguir ambos términos.

Así, las microgotas pueden viajar varios metros antes de caer, al igual que los aerosoles pueden mantenerse cerca de la persona, sin que tengan que viajar grandes distancias, por poner algunos ejemplos. Esto dificulta mucho a la hora de determinar si podemos considerar el SARS-CoV-2 como un virus aéreo o solo de transmisión por microgotas.

¿Qué sabemos hasta la fecha?

Lo primero, como decíamos, es que estamos seguros de que el virus puede viajar hasta metro y medio (o puede que más) a través de microgotas que pueden tener carga vírica suficiente como para infectar a una persona. Estas microgotas pueden contaminar diversas superficies que podrían ayudar a extenderlo mediante contacto. Hasta ahí lo tenemos claro.

¿Puede el virus viajar a más distancia, o mantenerse en el aire? Según señalan más de dos centenares de investigadores, que llevan presionando a la OMS desde principios de julio, existen evidencias de que el virus también podría transmitirse por aerosoles. Esto significa que podría viajar por el aire decenas de metros o más. Incluso podría mantenerse en zonas sin corrientes.

coronavirus

Por ejemplo, un estudio, publicado recientemente por el Centro Médico de la Universidad de Nebraska, demostraba la posibilidad de contaminación vírica provocada por aerosoles "naturales" (generados al hablar y respirar). En el estudio se analizaban entornos cerrados, como habitaciones y salas de centros sanitarios. Sin embargo, estas evidencias todavía no son los suficientemente sólidas para entender todos los aspectos e implicaciones de este hecho.

El hecho de que existiese posibilidad de contaminarse por gotículas o aerosoles en espacios cerrados y cargados ya se daba por hecho (y se advertía desde inicios, casi, de la pandemia). ¿Qué implicaciones tiene que la contaminación venga de aerosoles o microgotas, si tan siquiera es fácil definir su diferencia? Tanto la OMS como los investigadores que defienden la expansión por aerosoles están de acuerdo en una cosa: todavía faltan más evidencias.

En busca de escenarios reales

La cuestión es entender cómo se transmite un virus en espacios y situaciones reales. Por ejemplo, a la luz de todo lo anterior, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos mucho que es conveniente mantener un cuidado extremo en espacios cerrados y cargados, como una habitación de hospital. En estos, los virus podrían permanecer durante horas en el aire.

¿Y en otros lugares? Aquí es donde todavía necesitamos más evidencias. Por ejemplo, los defensores de la transmisión aérea del SARS-CoV-2 señalan un caso (cuyo estudio no ha pasado todavía por la revisión por pares) en el que dos portadores contagiaron a nueve personas a través del aire, por aerosoles, en un restaurante por la acción del aire acondicionado.

¿Se puede transmitir en virus a través otras vías? Por ejemplo, a través de respiraderos, o al pasar por una habitación grande... No lo sabemos todavía, al menos con total certeza. Aquí, insistimos, es donde todavía faltan evidencias, y por eso la OMS, aunque ha puntualizado la posibilidad, todavía es reacia a dar una respuesta tajante.

Está claro que existen razones para sospechar la posibilidad de que el virus se transmita de forma aérea (por aerosoles), lo que implicaría una mayor capacidad infectiva. Poco a poco, la situación va cambiando las formas de revisión de las medidas de control del virus, pero es demasiado pronto para ver, con seguridad, hacia dónde lo hará.

Imágenes | Unsplash

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