El manuscrito Voynich: el misterio del "libro que nadie ha podido leer" puede estar a punto de resolverse

El manuscrito Voynich: el misterio del "libro que nadie ha podido leer" puede estar a punto de resolverse
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Entre 1404 y 1438, alguien en algún lugar comenzó a escribir un libro en un idioma que nadie conoce. Es una pieza extraordinariamente rara que, durante años, ha intrigado a todo el que ha podido ojearlo. Tan elusivo es el misterio del Manuscrito Voynich que se le conoce como "el libro que nadie ha podido leer". Al menos, hasta ahora.

Porque Nicholas Gibbs, experto en historia de la medicina, está convencido de que no se trata ni de manuales alquímicos, ni de diarios en una lengua extranjera. Para Gibbs, como ha explicado en un largo artículo, se trata de un manual médico. Si está en lo cierto, es posible que estemos a las puertas de resolver uno de los enigmas criptográficos más complejos de la historia.

Un misterio criptográfico mayúsculo

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El Manuscrito Voynich se trata de un libro anónimo escrito en el siglo XV en un idioma o código que nadie ha podido descifrar. Desde su redescubrimiento en 1912 tiene desconcertado a todo el mundo y ha despertado un interés que ha puesto en riesgo el mismo manuscrito. Lleno de ilustraciones de plantas raras o inexistentes, símbolos astrológicos, criaturas extrañas y mujeres desnudas: se tratad de un objeto fascinante.

Desde los años 60 sabemos que se trata de una lengua natural (o de un código relacionado con una lengua natural) porque cumple la Ley de Zipf, una regularidad empírica que solo se da en las lenguas naturales y que describe la frecuencia aparición de las palabras. Los lenguajes inventados (sobre todo, los lenguajes inventados en el siglo XV) no la cumplen. Con todo esto en mente: el tamaño del libro y la complejidad de su contenido convierten a Voynich en un misterio en mayúsculo para criptógrafos de todo el mundo.

La posible respuesta

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Según la teoría de Gibbs, se trata de una suerte de vademecum medieval escrito con un sistema de notación lleno de abreviaturas (centrado, sobre todo, en temas ginecológicos). No es una explicación extraña. En 2014, Stephen Bax, profesor de la Universidad de Bedfordshire aseguró haber descifrado diez palabras del manuscrito. Eran nombres de plantas, por lo que sugirió que se trataba de un libro de historia natural. Las conexiones entre ambas teorías son más que evidentes.

El problema, como tantas otras veces, es que sin un índice de abreviaturas, no podemos saber si el manuscrito es efectivamente un libro de medicina o no. No ahora, al menos. Sin embargo, la opinión generalizada entre los investigadores es que estamos cada vez más cerca de encontrar una respuesta a uno de los misterios criptográficos más extraños del mundo: es posible que la apuesta de Gibbs aún no esté cerrada (que no lo está en absoluto), pero la idea del manual médico empieza a ganar adeptos entre los especialistas.

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