Un día después de que EEUU apruebe la vacuna de Johnson & Johnson, la empresa ya avisa sobre posibles retrasos: qué significa y cómo nos afecta a nosotros

Un día después de que EEUU apruebe la vacuna de Johnson & Johnson, la empresa ya avisa sobre posibles retrasos: qué significa y cómo nos afecta a nosotros
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Que la vacuna de Johnson and Johnson es una pieza clave para que las campañas de vacunación en Europa y Estados Unidos tengan éxito, es algo que llevamos diciendo varias semanas. Sin embargo, un día después de la aprobación de la vacuna de Johnson & Johnson por la FDA, las autoridades del país ya están tratando de mantener bajas las expectativas.

El motivo, además, es un viejo conocido: por mucho que las características del inyectable lo conviertan el elemento perfecto para empezar las vacunaciones masivas, lo cierto es que también en este caso el suministro va a ser escaso.

Los retrasos también son "nueva normalidad"

Una vacuna interesantísima. Con una eficacia global del 66% en la prevención de las distintas variantes del SARS-CoV-2, el ensayo clínico de la vacuna podría parecer decepcionante. Sobre todo, si la comparamos con las cifras de las vacunas de ARNm. No obstante, como ya hemos repetido en numerosas ocasiones, estas comparaciones aportan poca información sobre la eficacia y la seguridad de las vacunas. El mero hecho de que la vacuna esté testada en Sudáfrica (cuando la variante local ya empezaba a ser mayoritaria) hacen la comparación casi imposible.

En este caso, la seguridad que aporta su tecnología basada en el 'adenovirus 26' (Ad26) que ha permitido desarrollar otras vacunas experimentales contra el Zika, el Ébola y el VIH; y unos datos de eficacia homologables al resto de vacunas ya aprobadas en enfermedad grave y mortalidad la convierten en una vacuna perfecta para inmunizar a grandes capas de la población. Y hacerlo rápidamente, además. Al fin y al cabo, solo requiere de una dosis.

La dificultad de fabricar vacunas. Los problemas de AstraZeneca, han ido depositando más y más presión sobre la vacuna de Johnson and Johnson. Algo que se ha sumado a los mismos problemas del resto de farmacéuticas: no es fácil producir tal cantidad de vacunas en un contexto como el actual. Hasta el momento, todas las vacunas han sufrido retrasos considerables. Algo que también afectará a J&J.

El ejemplo de EEUU. Estados Unidos ha comprado 100 millones de vacunas de J&J, de los cuales 3.9 serán entregados en estos días y 16 millones más antes de finales de marzo. Cantidades que están muy lejos de los 37 millones que se comprometieron a entregar y que, de hecho, podrían ser peor porque los casi cuatro millones iniciales vienen directamente de las plantas de producción que la empresa tiene en Países Bajos (y no, como estaba previsto, de la de Baltimore).

¿Cómo nos afecta a nosotros? En buena medida, es un misterio. Por contrato, España contará con 20 millones de vacunas de los 200 que compró Europa en octubre y, posiblemente, el 10% del resto de contratos que se vayan firmando. Es decir, tiene aseguradas suficientes dosis para vacunar casi a la mitad de la población. Sin embargo, el secretismo que envuelve a los contratos con las farmacéuticas, a los calendarios de entregas y a los planes de vacunación hacen difícil saber el impacto real de este problema.

Lo que está claro es que Johnson and Johnson tiene un mes para terminar de perfilar su estrategia europea y resolver los posibles problemas o el objetivo del 70% se aleja en el horizonte.

Imagen | Hospital Clinic

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