Es probable que tus "primeros recuerdos" sean falsos: sí, esos que recuerdas tan intensamente también

Es probable que tus "primeros recuerdos" sean falsos: sí, esos que recuerdas tan intensamente también
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Hay una discusión recurrente en mi casa: mi mujer tiene un recuerdo en la casa de sus abuelos. Y lo recuerda con mucho detalle; casi con un detalle excesivo teniendo en cuenta que, según sus cálculos, tenía dos años y pico. Pero no pasa nada, está convencida de que ese recuerdo es tan real como la vida misma. Yo no.

Que no digo que sea falso, ni que se lo haya inventado. Sólo digo que, en fin, no puede tenerlo. Si hacemos casos a los investigadores actuales, neurológicamente hablando no podemos recordar nada que sucediera antes de cumplir los tres años o tres años y medio. Y claro, no nos ponemos de acuerdo. Para mi desdicha, mi mujer no está sola.

Ahora con un 40% de recuerdos ficticios

Roman Kraft 60298 Unsplash

La mayor encuesta jamás realizada sobre primeros recuerdos no deja lugar a dudas: casi cuatro de cada seis encuestados recuerdan perfectamente cosas que según ellos mismos explican ocurrieron cuando ellos tenían dos años o menos. Es más, de las 6.641 personas entrevistadas, hay incluso 893 que dicen recordad cosas que ocurrieron cuando tenían menos de un año. Ochocientas noventa y tres personas.

En la encuesta, los investigadores pidieron a los participantes que detallaran sus primeros recuerdos junto con la edad que tenían en ese momento. Se insistió mucho en que tenían que escoger un recuerdo sobre el que estuvieran totalmente seguros. ¿El resultado? Un 38,6% de personas tenían primeros recuerdos ficticios.

Los investigadores han usado los datos extraídos para entender por qué la gente cree tener recuerdos que no puede tener. Las conclusiones del equipo son que esos recuerdos son una elaboración donde se funden retazos de recuerdos reales con conocimiento de la infancia previa. Por eso es algo cada vez más común conforme nos hacemos viejos: nos quedan 'trozos' de recuerdos a los que tratamos de darles sentido.

Con el tiempo, esa construcción se experimenta como (y se convierte en algo indistinguible de) un recuerdo. No es algo tan distinto de los recuerdos "normales". Con el peligro (y el potencial) que eso tiene.

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