Empieza la accidentada carrera para decidir cómo se regula la conducción autónoma a nivel global

Empieza la accidentada carrera para decidir cómo se regula la conducción autónoma a nivel global
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Todos conocemos el procedimiento necesario para sacarnos el carnet de conducir. Pero las compañías que desean internarse en el diseño y fabricación de vehículos autónomos no siempre tienen claro los procedimientos a seguir para obtener los permisos necesarios.

Lo mismo se aplica a la legislación aplicable en cada caso. Y el escenario se complica cuando se amplía el foco a nivel mundial: las exigencias de cada país (y ya hay decenas intentando introducirse en este campo) están yendo por separado, y corren el riesgo de condicionar un desarrollo fragmentario de esta tecnología en el futuro.

El problema, además, también concierte a los consumidores. O, más bien, a la confianza que éstos podrán depositar en esta nueva tecnología: si hoy en día un comprador adquiere un coche 'tradicional', sabe que hay toda un marco legal que certifica la seguridad de su diseño; y sabe también que los fabricantes disponen de un amplio 'know-how' que respalda la fiabilidad de sus vehículos.

Pero las condiciones son, a día de hoy, muy diferentes para los vehículos autónomos. Por ello, empiezan a surgir iniciativas para tratar de unificar criterios y compartir buenas prácticas, tanto entre agentes estatales como de la industria.

Del Foro Económico Mundial a Naciones Unidas

Con el objetivo de solventar esto, el Foro Económico Mundial reunirá el mes que viene en San Francisco a 40 expertos mundiales en vehículos autónomos y movilidad urbana (expertos en tecnología, académicos, representantes de la industria, legisladores, etc) para que compartan su experiencia y los resultados de sus investigaciones.

Confían así en impulsar a los estados a que sienten unas bases comunes que permitan una regulación global de la conducción autónoma antes de que su avance fragmentario comience a dificultar el diseño y venta de vehículos. En palabras de Michelle Avary, responsable de movilidad autónoma en el Foro Económico Mundial:

"De lo que nos hemos dado cuenta es de que no existe un ámbito a nivel internacional en el que podamos manejar las cuestiones relacionadas con la gestión pública de los problemas asociados por esta tecnología.

Aquello que se está desarrollando en Shanghai podría ser aplicable en Austin, Texas. Así que es necesario disponer de un lugar en el que poder hablar de estos temas y crecer juntos".

Sin embargo, lo cierto es que casi al mismo tiempo ha surgido un foro alternativo centrado en la misma problemática: el Grupo de Trabajo sobre Fabricación de Vehículos de la ONU, co-presidido por los responsables de la adopción de estándares de la industria automovilística en EE.UU y Japón.

Este grupo de trabajo ha reunido a representantes de docenas de países esta misma semana, en el Salón del Automóvil celebrado en Washington D.C.. "El Salón del Automóvil se enorgullece de participar no sólo en el debate, también en la creación de las reglas para los vehículos autónomos", afirmaba John O'Donnell, CEO del evento automovilístico, cuando se anunció en marzo la celebración de este encuentro.

Matt Blunt, presidente del Consejo de Política Automovilística de los EE.UU, ha participado en dicha reunión, y ha querido hacer hincapié en la importancia de que los gobiernos armonicen sus legislaciones al respecto en todo el mundo para evitar que "pase lo mismo que con los vehículos actuales" en lo relativo a los obstáculos para su comercialización global en todo el mundo.

Y es que hoy en día hay coches 'inexportables' por las diferencias de legislación entre países. El año pasado, sin ir más lejos, salió a la venta en Japón el primer coche (un Lexus ES) que suprimía totalmente los espejos retrovisores tradicionales por los digitales (basados en el uso de cámaras).

Y es que, pese a que hace ya unos años que los organismos de la ONU pusieron sobre la mesa el debate sobre la regulación de los retrovisores digitales, hasta ahora sólo Japón los ha legalizado. Y, además, lo ha hecho de forma unilateral.

¿Cuál será la capacidad de industrias y gobiernos, entonces, para actuar todos a una en un escenario tan poco asentado (y con tantos incentivos para adelantarse a la competencia) como el de los vehículos autónomos?

Vía | Axios

Imagen | Jaguar MENA

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