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La inteligencia artificial es una herramienta que será considerada básica en el futuro. En unas décadas, será vista como ahora el ordenador o el teléfono. Indispensable y transversal. De hecho, si nos detenemos a observar, podemos localizar IA a nuestro alrededor constantemente… y lo que nos queda por descubrir. La industria está añadiendo rápidamente inteligencia artificial a sus productos.

¿Ejemplos? Los coches autónomos, o coches robots, ya han llegado a las ciudades. Las prótesis son cada vez más accesibles e inteligentes. La industria del sexo usa la IA para sus muñecas. Incluso el mundo del videojuego se vale de IA para generar niveles infinitos de nuestros juegos favoritos. Sin olvidar los robots usados en medicina. Vivimos en un cambio de era, y la inteligencia artificial vale para todo.

Robots sexuales, ginoides y acompañantes

En las últimas semanas, la prostitución —alegal en España— ha vuelto a dar muchos titulares. Mientras varias asociaciones de prostitutas buscan respaldo institucional, el grueso de las trabajadores sexuales están explotadas y son víctimas de trata por proxenetas (esto sí es ilegal). Es un tema muy sensible y en el que surge un nuevo jugador: ¿pueden los robots sexuales con inteligencia artificial dejar atrás el “negocio más antiguo de la humanidad”? ¿O, al menos, transformarlo, de modo que la trata y la esclavitud desaparezcan?

Es probable que muñecas robóticas como Harmony acaben con el proxenetismo, al dejar sin mercado a las mafias. Hace unos años, RealDollanunció que su muñeca sexual contaría con IA integrada, y parece que 2018 será el año de su lanzamiento.

Harmony es la primera robot de este tipo con inteligencia, porque Han o Sophia (ginoide ciudadana de Arabia Saudí) probablemente no sirvan para dar compañía. Las inteligencias artificiales en el mundo de los robots sexuales están, de momento, orientadas al público masculino, y es por eso que usan ginoides o fembots, robots con forma de mujer. Sin embargo, ya hay marcas programando androides.

Si los coches robots con IA van a cambiar la movilidad, es posible que los robots sexuales y de compañía cambien el modo en que nos relacionamos entre nosotros. Esta tendencia de agregar inteligencia a los objetos no solo se da en ginoides, también en asistentes virtuales, aspiradores, frigoríficos y peluches de compañía, como Nuka, la foca terapéutica.

Como se observa en el vídeo promocional de Gatebox, el objetivo de todos ellos es combatir la soledad que sufren muchas personas. Dispositivos como el Huawei P20 Pro están optimizados para desarrollos de inteligencia artificial, de modo que es posible que pronto tengamos nuestra propia compañera IA en el propio teléfono móvil.

Vehículos autónomos, de aquí a dos años

Todavía quedan muchas barreras [burocráticas] que superar. Sin embargo, el vehículo autónomo parece listo para las ciudades. De hecho, por algunas de ellas ya circulan estos robots con ruedas. Fue en 2015 cuando en Europa rodó el primer autobús autónomo, en Gelderland (Holanda). Desarrollado por Easy Mile, se llama WePod, y muchas otras marcas han imitado su estructura; las llamadas suttles

Navya, Easy Mile, Aurrigo Pod Zero, SB Drive y Olli (de Local Motors) usan vehículos en forma de cápsula para maximizar el espacio interior. Este último emplea la inteligencia artificial de Watson para circular por las calles. La idea es cubrir la demanda de autobuses con vehículos eléctricos autónomos y conectados con rutas más directas. El AutonomCab, primer taxi autónomo que ya recorre las calles parisinas, se les da un aire.

Los “coches con cerebro” de NuTonomy llevan recorriendo Singapur desde 2016, y en 2018 muchos estados estadounidenses han abierto la puerta a las pruebas con vehículos autónomos controlados por IA. Waymo, de Google, acaba de cerrar un encargo de 80.000 vehículos autónomos que sus compradores pondrán en la calle como taxis. Es decir, emplearán a robots transportistas e inteligentes.

Las prótesis que revolucionarán la salud

Si os preguntáramos si lleváis una prótesis, probablemente responderiais que no, porque lo que viene a la cabeza es una biónica. Sin embargo, unas gafas para ver son prótesis, o el teléfono móvil, si con cualquiera de ellos “se mejoran alguna de las funciones del cuerpo”. Un implante coclear, una lentilla intraocular, titanio en una rodilla y, sí, brazos biónicos, son prótesis. Lo raro, de momento, es que incluyan IA.

Sin embargo, la inteligencia artificial avanza rápidamente para cubrir el espectro de la biomecánica conectada, que cada vez se diferencia menos de los robots industriales. A un brazo KUKA se le ha enseñado a atrapar objetos. Si esto último es relevante, es por la aplicación de sus principios de robot más IA a la hora de cuidar a las personas, como podemos ver en este vídeo.

Arriba observamos cómo el Lokomat ayuda a la rehabilitación de personas. Grosso modo, es un caminador robótico. Desde 2011 hay un Lokomat en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, y en la actualidad cuentan con dos. Antonio del Ama, responsable de la Unidad de Biomecánica y Ayudas Técnicas del hospital, ha comentado en alguna ocasión los beneficios del uso de la IA en la terapia. Todo parece indicar que la inteligencia artificial nos va a hacer vivir más tiempo, pero, sobre todo, con una mejor calidad de vida.

¿Te gustan los videojuegos? A la IA, también

En el vídeo de abajo observamos cómo un jugador pasa una pantalla de Super Mario rápidamente. Pero el jugador no es humano. MarI/O es una IA que evolucionó para superar este videojuego concreto, una red neural con algoritmo genético que aprendía de sus errores, al estilo de AlphaGo y AlphaZero en el juego Go. Las máquinas pueden ser muy buenas jugando a algunos videojuegos, pero también los crean.

Doom es un videojuego de tipo shooter lanzado en 1997. Sus dinámicas eran muy básicas y los escenarios modulares. Quizá por su sencillez, varias redes generativas antagónicas han sido capaces de generar más y más niveles de juego. No son perfectos, pero sí jugables. Esto ocurrió en abril de 2018, pero traslademos la mecánica al futuro y a todo tipo de ocio.

¿Echas de menos tu libro favorito porque lo has terminado? No pasa nada, una red neuronal lo continuará para ti como ya ocurrió con Canción de Hielo y Fuego. ¿Quieres más películas de tus sagas favoritas? Sin problema, una IA escribirá un guion a tu medida. Y es que los videojuegos, los libros y el cine son arte, un sector en el que la IA ha irrumpido para quedarse.

Por descontado, la programación inteligente todavía está en sus albores, pero los desarrolladores lo tienen más fácil desde que dispositivos como el Huawei P20 Pro permiten la programación orientada a IA.

¿Y cuando la máquina somos nosotros? La IA te ayuda a moverte

Coches que nos llevan de un lado a otro, asistentes domésticos, sistemas de rehabilitación de hospitales y videojuegos. El sedentarismo es uno de los males de nuestra sociedad, y solo se cura con el movimiento. Por ejemplo, haciendo deporte o bailando. ¿No sabes bailar? No te preocupes porque la Universidad de Berkeley ha diseñado Everybody Dance Now, una IA que nos enseña algunos trucos.

Bueno, al menos a una versión digitalizada de nosotros mismos. A pesar de que parece poder hacer de todo, todavía no han creado una inteligencia artificial que reemplace a los profesores de baile. El factor humano aquí es importante, y llevará tiempo. Pero no deja de ser interesante cómo es capaz de generar vídeos de nosotros bailando.

Algo parecido hicieron desde Kyrebird con las voces de Donald Trump, Barack Obama y Hillary Clinton. Si escuchas el fragmento de audio de arriba, es poco probable que puedas distinguirlo de la voz original, a menos que tu inglés esté muy entrenado. Y es que los humanos aprendemos también mediante entrenamiento. La educación, a punto de cambiar debido a la inteligencia artificial, se basa en entrenamiento mental. Marcas como Huawei ya están trabajando en llevar más allá la digitalización de las aulas para que todo el que quiera estudiar pueda hacerlo. Y esto es solo una muestra de todo lo que resta por llegar.

Imágenes | Navya Press RoomEasymile