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Los crímenes y delitos no son algo nuevo. Hay pruebas de que los delincuentes han existido desde que tenemos registros escritos. Lo que no ha ocurrido hasta ahora es que, gracias a esos registros previos, el crimen pueda ser perseguido e incluso prevenido. La inteligencia artificial como herramienta contra la delincuencia ya se usa en varios países del mundo, España incluido.

Como la inteligencia artificial es una herramienta de amplio espectro —conducir vehículos autónomos, ayudar a la toma de decisiones políticas o mejorar nuestra salud son algunas de sus utilidades—, es raro el sector del crimen al que no perseguirá. Ya se usa para gestionar los recursos policiales, para detectar denuncias falsas, resolver crímenes e incluso asesorar a criminales para evitar que vuelvan a las andadas. Hacemos un recorrido por alguna de las herramientas IA usadas en prevención de delitos.

¿Inteligencia artificial para resolver delitos?

A mediados de 2018, Holanda publicaba un programa capaz de rescatar loscold cases, casos abiertos cuyas pistas hacía tiempo que se habían enfriado. Un gran número de delitos acaban archivados a falta de hilos de los que tirar, pero se prevé que el desarrollo de la inteligencia artificial será capaz de rescatar unos cuantos. Al menos, si se digitalizan los informes policiales, claro. La mayoría de ellos aún están escritos a mano.

También en Holanda, la asociación Terre des Hommes diseñó un cebo para pedófilosSe llama Sweetie y es una falsa niña que chatea en busca de delincuentes. En solo 10 semanas, Sweetie fue capaz de dar con 20.000 pedófilos e identificar al menos mil. Scott Robert Hanses, australiano, fue el primero en ser detenido. Esto ocurrió en 2013. El programa está siendo utilizado por la policía de todo el mundo.

Con fondos de la Unión Europea, en 2017 empezó a desarrollarse VALCRI(Visual Analytics for Sense-making in CRiminal Intelligence analysis), un programa que usa la inteligencia artificial combinada con el análisis visual y las cámaras de circuito cerrado para identificar sospechosos. De momento, sigue en fase de experimentación, pero promete resultados.

El uso de cámaras en IA es muy frecuente porque llevamos añosentrenando algoritmos avanzados con millones de imágenes. La búsqueda por imagen de Google es un ejemplo de ello. Otro es el retoque fotográfico que encontramos en teléfonos móviles como los Huawei Mate20 Pro o Huawei P20 Pro, capaz de seleccionar los ajustes avanzados en el momento de disparar.

La importancia de la ética en precrimen

Saber cuándo será cometido un delito es imposible, a menos que se cuente con datos fiables que orienten al respecto. La idea no es nueva. En 1931 los criminólogos Clifford R Shaw y Henry D McKay, ambos de Chicago, empezaron a recopilar datos sobre delincuencia juvenil. Llegaron a la conclusión de que la localización y el marco temporal son valores clavea la hora de perseguir el futuro crimen.

Hoy día, las unidades precrimen usan big data para establecer los llamados “focos calientes”, lugares donde es más probable que surja el siguiente delito. Sin embargo, qué datos usar también es clave si se buscan sistemas éticos. Nos hemos equivocado en el pasado.

Por ejemplo, los primeros sistemas de precrimen movilizaban activos a barrios marginales debido al sesgo de los policías que durante años habían dirigido allí sus operaciones. Este sesgo se ha corregido en Nueva York con un sistema de reconocimiento facial basado en IA que ha logrado en cuestión de dos años localizar 21.000 fraudes de identidad.

También en Nueva York utilizan el programa CompStat, que tiene como objetivo la persecución de delitos menores. Las mafias de tráfico de personas, por ejemplo, usan capital de actividades igual de ilícitas, como el que proviene de clonar tarjetas o robos en cajeros. Para ello, monitorizan determinados perfiles por toda la ciudad en un intento por cortar de raíz los delitos.

Paralelamente, en la localidad californiana de Santa Cruz emplean PredPol, que a partir de datos históricos es capaz de determinar, hora a hora, dónde es más probable que tenga lugar un atraco o una pelea de bandas. Algo parecido, aunque mucho más invasivo, hacen en China con programas como Watrix, recién estrenado en noviembre de 2018.

Veripol: detectando denuncias falsas

Mirando a nuestro país, en los últimos años un equipo de la policía ha logrado desarrollar, con bastante éxito, Veripol, un sistema capaz de distinguir denuncias falsas de verdaderas por cómo han sido escritas. Una declaración falsa no solo implica la pérdida de tiempo del agente que la recoge, tras ella se activa un dispositivo que investiga el suceso. Miles de euros simplemente por arrancar el caso, muchos más si se continúa con él.

Junto a la policía, participan en el proyecto la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad de Roma “La Sapienza” y el Ministerio del Interior del Gobierno de España. Este, en su esencia, es sencillo, y parte de comparativas para determinar con un porcentaje cómo de verdadera o falsa es una declaración.

Para ello, lo primero que se hizo es tomar 500 denuncias verdaderas y otras tantas falsas. Una inteligencia artificial se encargó de recoger los rasgos comunes y las discrepancias entre ambos grupos. Es sobre estas últimas sobre las que se centra.

Cuando una denuncia de robo con violencia e intimidación, o hurto con tirón, se redacta en comisaría (de momento solo está disponible en estas dos categorías), se compara con la base de datos para ver, en una línea de 0% a 100%, cómo de verdadera la estima la inteligencia artificial. Por supuesto, se tienen en cuenta otros hechos, como pruebas in situ o testigos.

“Oye, ¿y si dejas de delinquir?”

En Inglaterra han optado por una aproximación diferente de precrimen. Si China encarcela sin previo aviso a quien cree que cometerá un delito, Nueva York moviliza patrullas a puntos calientes y España escanea documentos para verificar si una denuncia tiene detrás un delito, en Inglaterra se han decantado por aconsejar a los delincuentes para que no reincidan. También usando IA.

El sistema se llama NDAS (National Data Analytics Solution) y actúa tanto sobre posibles criminales como víctimas potenciales. A los primeros les ofrece asesoramiento para evitar que lleven a término su delito. En esencia, se trata de una inteligencia artificial que ayuda a gestionar los servicios sociales que puedan evitar delitos. El software localizó 1.400 indicadores que pueden ayudar a predecir un crimen.

A las posibles víctimas se les ofrece protección policial y asesoramiento. Esta herramienta es especialmente útil en víctimas de trata. Aunque el sistema no está exento de polémica (ninguno de los de arriba lo está), es el único que ofrece la posibilidad al delincuente para que se lo piense dos veces, lo que no está mal.

La inteligencia artificial tiene mucho que aportar a la creación de una sociedad más justa, y la persecución de conductas poco cívicas es uno de los primeros pasos.

Imágenes | Luther BottrillJordanPeter NguyenMarkus SpiskeKing’s Church International