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La inteligencia artificial no es cosa del futuro. Ya existe, está entre nosotrosy está cambiándonos la vida sin apenas percibirlo. Desde la economía a la educación. Pero en el horizonte hay algunos cambios que podríamos llamar “drásticos” y que afectan a los empleos e incluso al modo que tenemos de relacionarnos. Necesitamos aprender, y pronto, qué nos traerá la IA.

Es por eso que nos hemos acercado a la oficina de Lasse Rouhiainen, autor del libro ‘Inteligencia artificial: 101 cosas que debes saber hoy sobre nuestro futuro‘ (2018), para que nos explique qué podemos esperar. Ameno, completo y cercano, el libro hace un recorrido por todos los sectores que podamos imaginar. Su autor responde a nuestras preguntas con su característico acento finlandés.

-¿Por qué el interés por la inteligencia artificial? ¿Cuál es el origen de este libro?

Todo esto empezó con la versión en inglés. Mi idea es compartir este mensaje porque lo veo como algo demasiado importante. He escrito otros libros de divulgación y este es diferente: no pasa nada si la gente no sabe videomarketing, pero si no entiendes cómo la inteligencia artificial está cambiando todo, vas a tener dificultades.

“La gente que antes sabía leer y escribir tenía ventaja. Ahora la tienen quienes entienden los principios de la IA”

Es como la gente que antes sabía leer y escribir: tenían ventaja. Ahora la tienen quienes entienden los principios de cómo la inteligencia artificial cambia las cosas. Este 2019 va a ser muy interesante con todos los desarrollos en marcha. La IA no es nueva, pero ha mejorado el uso de los algoritmos y se ha logrado el deep reinforcement learning [aprendizaje por refuerzo]. También ha mejorado mucho la capacidad de computación y la cantidad de datos.

-De hecho, Angela Merkel solicitó: “El volumen de datos utilizables de alta calidad debe incrementarse significativamente”.

En la Unión Europea hay un llamamiento para que todos los países terminen su plan estratégico de inteligencia artificial antes de verano. También para que haya más datos públicos que las empresas puedan usar. Será tremendo. En paralelo, EEUU solicita lo mismo. Estos desarrollos son increíbles. Van a ayudar a tanta gente…

Por contra, en países como China la IA prácticamente se aplica a todo sin pensar en los impactos a largo plazo. Van a ser capaces de crear las herramientas IA de “segunda ola”. Es como pensar que en China se usa internet y en España no. Necesitamos un impulso por parte de las instituciones. Además, las ciudades tienen que entender que la inteligencia artificial es la respuesta a muchos desafíos.

-Usamos inteligencia artificial en la actualidad. ¿Podrías darnos algunos ejemplos?

Un ejemplo conocido es Facebook, que puede traducir un mensaje en segundos a cualquier idioma. Otro que me pilla más cerca es la Universidad de Murcia, que tiene un chatbot que los alumnos utilizan y en unas semanas resuelve unas 30.000 consultas de los chavales. En mi país ninguna universidad tiene este tipo de chatbot. Los alumnos mandan mensajes de email, y eso tarda.

Es curioso ver cómo las empresas que empiezan a trabajar con esto obtienen ventajas. Otra cosa es que puede aplicarse en cualquier sitio. Cualquiera puede empezar a trabajar con IA hoy, y algo bueno que tiene España es que es grande (esto es importante para el volumen de datos). Hay más gente que en Finlandia, y si las empresas empiezan a trabajar en esto pueden tener grandes resultados.

“La inteligencia artificial es mejor que la electricidad […]. Tardamos años en construir la red eléctrica, pero hoy día con la IA tú puedes comprar la de Amazon, Google, IBM, Microsoft…”

-Para alguien que no sepa qué es la IA y la confunda con otros términos tecnológicos, ¿hay alguna definición sencilla?

Es complejo, junto con el término Blockchain. Yo siempre digo que las máquinas, en lugar de ser programadas, van a aprender de su entorno: hacer cosas y tomar decisiones como lo haría un ser humano. Y luego obviamente habría que explicarlo en cada rama de inteligencia artificial. Uso el ejemplo de que la IA puede ver casi tan bien como el ser humano, y que puede entender o hablar. Va a suponer un gran cambio.

Hay un experto en inteligencia artificial llamado Andrew Ng que dice que “la inteligencia artificial es la nueva electricidad”, pero yo digo que es aún mejor. Tardamos años en construir la red eléctrica, pero hoy día con la IA tú puedes comprar inteligencia artificial de Amazon, Google, IBM, Microsoft…

-Las empresas que usen IA, ¿lo tendrán más fácil?

Muchos procesos que no involucren a personas pueden ser automatizados. Las pymes deberán entender que los algoritmos ya están disponibles. Quienes entiendan esto, crecerán. Las empresas que ahora en 2019 no dedican tiempo a esto caerán.

Pero también podemos verlo en el sector público, en el campo de la educación y la salud, si se pudiesen recoger más datos podríamos resolver mucho más rápido diferentes problemas. En Finlandia hace dos años se abrió un sistema web: cada persona puede acceder a todo su historial médico. El otro día mi madre había olvidarlo lo que le dijo el médico, y pudo recordarlo así.

-¿Hay algún sector al que no va a llegar la inteligencia artificial?

Súper buena pregunta. Primero llegará a sectores donde hay muchos datos (como el sector bancario). Cuando pides una hipoteca en China recibes la confirmación en 30 segundos. En Finlandia hemos pasado de dos días a menos de una hora. En sectores donde hay mucha interacción humano-a-humano es difícil decir algo.

Luego tenemos que hablar de tareas, como “acunar”. A mí no me gustaría que a mi hijo lo cuidase un robot: falta el calor humano. Pero sí es interesante usar algún robot que me ayude a cocinar para estar más tiempo con mi hijo. Eso es inteligente.

Pongamos otro sector como el turismo. Hay muchas tareas que pueden automatizarse y otras que, aunque se puede, no están bien vistas. Japón fue el primer país en tener hoteles robot. Ahora Alibaba ha abierto en China un hotel donde todo está hecho con robots e inteligencia artificial, excepto la limpieza (no hay un robot que lo haga bien). La idea es que los robots nos ayuden, crear equipos de humanos y robots.

“Hay muchas tareas que pueden automatizarse y otras que, aunque se pueden, no están bien vistas”

-Hace unos días una madre pilló a su hijo usando un asistente virtual para hacer los deberes. ¿Genio o vago?

[Ríe] Estos sucesos son algo de lo que me gusta hablar. Soy colaborador externo en una universidad en Finlandia y siempre analizamos este tipo de hechos. Los padres no sabemos cuál es el impacto a largo plazo de la tecnología. Necesitamos más investigación, que es algo que siempre se hace en Finlandia con nuevas aplicaciones. Es importante que se use la tecnología correctamente.

Algo que China está haciendo muy bien es que han publicado una serie de libros sobre IA. Los niños pequeños entienden el futuro porque les dicen “mirad, estos van a ser los coches sin conductor”, “así puede ver la IA”, “esto es reconocimiento facial para desbloquear una puerta”. Les da una ventaja increíble.

-Entonces, ¿eres tecno-optimista o pesimista?

Realista, como menciono en el libro. Necesitamos más debate ético y hablar de aspectos como las adicciones, pero también divulgar las ventajas de estos sistemas cuando funcionan. Muy poca gente entiende esto, y piensa en la inteligencia artificial como Terminator.

Hay motivos para la esperanza, como aplicaciones que te dicen qué pequeños cursos puedes realizar en base a tus estudios previos, experiencia y objetivos laborales. En un mes saldrá algo así al mercado que he tenido la oportunidad de probar. Aplicaciones como estas traerán muchos aspectos positivos.

-Se habla de la automatización casi absoluta y se pone el ejemplo del ascensorista y el conductor: nadie debería construir hoy su futuro sobre la habilidad de conducir. ¿Se puede aplicar una Renta Básica Universal?

En Alemania, por ejemplo, alguna gran empresa de coches se ha dado cuenta de esto, de modo que hay conductores de camiones que también son analistas de datos. Están en cabina pero no conducen, y tienen una pantalla delante donde trabajan. Habrá mucha reconversión.

“Investigué la Renta Básica Universal, y no encontré ningún resultado negativo”

Tenemos que entender que en los próximos años el 30% de lo que hacemos lo harán las máquinas, y eso nos libera tiempo para hacer algo diferente. La reeducación es lo más importante. En España no entiendo por qué no se habla de esto porque tendremos cientos de miles de nuevos trabajos, y faltan cursos.

Para el libro investigué la Renta Básica Universal, y no encontré ningún resultado negativo. Me sorprendió el caso de 12 mendigos de las calles de Londres. Les dieron 3.000 libras mensuales y tras un año ninguno estaba en la calle. Estudiaban, tenían casa, trabajo, etc.

Finlandia también terminó una prueba de dos años con 700 euros para personas desempleadas, y es curioso porque algunos han creado empresas gracias a este pequeño colchón. Tenemos que pensar que miles de personas se quedarán en paro, y necesitamos ayudarles de alguna forma. Puede ser de forma condicional: solo si estudias, si buscas trabajo, etc.

-¿Dejaría la gente de trabajar? A muchos no les gusta su trabajo.

Es importante que la gente descubra qué le motiva. Alguien que ha trabajado toda su vida en una fábrica quizá no sabe ni a qué dedicarse si su trabajo lo realiza una máquina.

Necesitará una especie de coach que le ayude a encontrar su vocación. Yo ahora mismo lo estoy pasando bien. No siento que esto [la entrevista] sea mi trabajo. Tú y yo tenemos esa suerte: hemos descubierto que nos gusta.

“El 30% de lo que hagamos a nivel laboral será diferente de lo actual, pero no sabemos cómo de diferente”

-Has hablado de habilidades. ¿Qué se demandará en unos años?

La consultora McKinsey dice que dentro de cinco años el 30% de lo que hagamos a nivel laboral será diferente de lo actual, pero no sabemos cómo de diferente. La clave es aprender a aprender y tener la motivación de no dejar de hacerlo. Obviamente, los conocimientos técnicos son importantes, que ya hay escasez.

La automotivación quizá es una de las habilidades más importantes porque viviremos en un cambio constante; pero también es verdad que las habilidades sociales tendrán más peso (porque no pueden automatizarse).

-¿Y la gente querrá aprender durante toda su vida?

Si lo hacemos como antes, con 200 personas en un auditorio escuchando a otra, la respuesta es “no”. Ya existen otras fórmulas, como aprender por vídeos o chatbots. En Finlandia hay ya uno (Soccer AI) que enseña a la gente joven cómo aprender a jugar al fútbol. El hijo de una amiga se aficionó al deporte gracias a él. Necesitamos que más personas creen chatbots educativos, no tanto comunicativos.

-Y sin embargo ya hemos visto comportamientos luditas: personas atacando máquinas. Y la privacidad se vuelve importante.

Sí, y yo diría que este años vamos a ver más debate ético en todos los sentidos. Podemos poner el ejemplo de Facebook. Es un sistema creado por personas que no entienden el impacto final de lo que hacen: el Brexit y las elecciones en EEUU han ocurrido debido al uso de los datos en Facebook. Hay gente que no quiere máquinas en su casa.

Yo lo veo como un desafío, y hay mucha gente usando los datos en el buen sentido. Hay una tendencia que considero muy positiva y que ayudará a este problema concreto: el edge computing, donde los datos no se envían a la nube. Imaginemos un coche que no puede enviar toda la información y necesita tomar decisiones autónomas.

-Esto ocurre con teléfonos como el Huawei P20, la función de traducción en tiempo real funciona sin necesidad de conexión: si te vas a China y tú hablas en español, el móvil habla a tus oyentes en chino, y viceversa.

Qué guay. Eso es uno de los desarrollos tecnológicos en inteligencia artificial que me animan. Por desgracia, en Europa tenemos una legislación bastante restrictiva. Por ejemplo, Tuenti tenía la misma tecnología que Facebook, pero debido a la legislación no pudieron avanzar. Necesitamos leyes que mejoren la calidad de vida de las personas pero que permitan crecer a las empresas.

-Muchas gracias por tu tiempo, Lasse, y enhorabuena por el libro ‘Inteligencia artificial: 101 cosas que debes saber hoy sobre nuestro futuro

Imágenes | Lasse Rouhiainen, iStock/miriam-doerriStock/metamorworksiStock/AndreyPopov