IRC, regresamos a él 18 años después de que fuera importante: este muerto está muy vivo

IRC, regresamos a él 18 años después de que fuera importante: este muerto está muy vivo

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IRC, regresamos a él 18 años después de que fuera importante: este muerto está muy vivo

Para los que tenemos ya una edad, la época más gloriosa y épica de Internet fue, sin duda, la que transcurrió entre finales de los 90 y principios de este siglo XXI. Fue una época en la que pasábamos horas y horas chateando y el gran rey del chat era el IRC (Internet Relay Chat). Casi 20 años después de su época de máximo esplendor, hemos vuelto a pasearnos por las salas de chat de IRC y en las siguientes líneas te relatamos que nos hemos encontrado.

Los viejos buenos tiempos

Mucho antes de Whatsapp, Telegram, Facebook Messenger y demás gigantes de la mensajería móvil. Antes incluso del MSN Messenger, AIM o Yahoo Messenger y la edad de oro de los clientes de mensajería para PC. Antes de todo eso estaba IRC: un protocolo de comunicación basado en texto y en tiempo real que permite entablar conversaciones (chats) a dos o más usuarios que mediante una serie de clientes se conectan a un determinado servidor en el que hay un demonio de IRC ejecutándose.

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Pero acceder a IRC a través de clientes no era la única manera de "chatear" en aquellos tiempos de modems 56k y portales. En España, por ejemplo, eran muy populares los servicios de chat web que ofrecían populares portales como Terra o Portalmix (este último, propiedad de Gestmusic, sobre todo cuando el boom de OT a principios de siglo). PeroTerra cerró definitivamente en 2017 y bueno, ni idea de que pasó con Portalmix, la verdad.

Tocaba volver a IRC y hacerlo en concreto a la red más popular en España en su momento, el IRC-Hispano

Así que para este experimento "remember" tocaba volver a IRC y hacerlo en concreto a la red más popular en España en su momento y en la que, particularmente, pasé muchas horas entre 1999 y 2000 (aunque menos que en el chat de Terra, tengo que decir): el IRC-Hispano o, abreviando, el Hispano. En el recomendable Hack Story te cuentan su apasionante historia, llena de egos y traiciones, mientras nosotros nos centramos en la primera gran pregunta: ¿Cómo me conecto al Hispano en 2019?

Regreso al futuro

Se puede hacer a través de diversas webs que ofrecen acceso (como esta, que se supone es la oficial) pero preferimos tirar de un clásico: el popular cliente mIRC sigue actualizándose periódicamente y tiene versión para Windows 10 que puedes conseguir aquí. Instalación típica de cualquier programa de Windows y en dos minutos estaba ya buscando algún servidor del Hispano al que conectarme entre el amplio listado que ofrece por defecto el programa.

mIRC era un programa muy popular en su momento por una razón: se podían ejecutar scripts que permitían desde tunear su aspecto a automatizar distintas tareas o ejecutar pequeñas aplicaciones y juegos. Yo recuerdo utilizar uno llamado IRCap que, entre otras muchas cosas, añadía unos míticos sonidos a distintas acciones en el chat, pero esta vez decidí ir a pelo y al conectarme finalmente al servidor, tres cosas llamaron mi atención:

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1) No había necesitado ningún tipo de registro para entrar, tan sólo elegir un nick que no estuviera pillado en el momento. El registro es opcional (ofrece la ventaja de poder "bloquear" tu nick y que no pueda ser utilizado por nadie más en el servidor cuando tu no estés conectado) aunque hay canales en los que no puedes entrar si no estás registrado. Es algo que había olvidado completamente y que resulta algo chocante en los tiempos de la autenticación de dos pasos.

2) Había mucha gente conectada. En el mensaje de bienvenida se te informa de cuantos usuarios hay conectados en el servidor. De todas las veces que me conecté durante la semana que duró la experiencia nunca ningún servidor bajó de 4000 usuarios y a veces llegó a rozar los 9000. Pueden parecer cifras pobres en los tiempos de los cientos de millones de usuarios de muchas redes sociales (e incluso comparado con el pasado glorioso del Hispano) pero son muy superiores a las que me esperaba.

3) No recordaba casi ningún comando de uso. Como el mIRC es un cliente visual, todo se puede hacer mediante menús y botones pero es muy poco épico, muy poco de hacker. Una rápida búsqueda me llevó a esta completa guía en GitHub (con incluso los códigos de los indispensables colores). Ya estaba listo para escribir /list y empezar a chatear.

La lista de canales, todos precedidos de un hash, como los hashtag de Twitter o Instagram, alcanza varios centenares. Muchos inactivos, claro, pero otros muchos bien cargados de usuarios y con la clásica actividad frenética. Muchos canales de temática sexual (#Sexo, #Pajas, #Tetonas, #Mazmorra...) que es mejor evitar para no pinchar por error en enlaces que, como mínimo, contienen virus y para que no te empiecen a abrir Privados (¿todavía se dirá lo de privis? ¿o tal vez no se ha dicho nunca?) gentes (y bots) de dudoso bagaje.

También muchos de contactos y "amistad", los clásicos de ciudades y de proximidad geográfica (me gustó comprobar que el canal #jaen seguía en pie con algunos usuarios acérrimos, por ejemplo) y algunos con bots que te permiten desde seguir al minuto los resultados futbolísticos a saber tu horóscopo, jugar al trivial, escuchar emisoras de radio o descargar tus mangas favoritos. Tan sólo hay que elegir y unirte al que quieras. Hora de /join #el-canal-que-mas-rabia-te-de.

De todas las veces que me conecté durante la semana que duró la experiencia nunca ningún servidor bajó de 4000 usuarios y a veces llegó a rozar los 9000.

Una vez dentro del canal elegido todo resulta extrañamente conocido y, en cierto modo, hasta reconfortante: un espacio principal donde se van visualizando los mensajes del resto de usuarios conectados al canal, un espacio inferior donde puedes escribir tu y una barra lateral donde aparecen listados todos los usuarios conectados al canal en dicho momento. Arriba los operadores (moderadores, tanto de canal como a nivel de la red, que se diferencian del resto de usuarios en que su nick va precedido de una arroba) y debajo, alfabéticamente, el resto de los mortales, a un click de distancia de poder empezar a hablar en privado. Algo se te remueve por dentro: el deseo de interactuar, de chatear y volver a los buenos viejos tiempos es claro y patente.

Pero un momento: ¿hashtags? ¿arrobas? ¿comunicación sólo textual? Lo mismo Jack Dorsey, Evan Williams y/o Biz Stone pasaron muchas horas en sus tiempos mozos en el IRC antes de crear Twitter. O lo mismo sólo es una coincidencia. Vete tú a saber.

El muerto vivo

Mi experiencia para este artículo ha consistido en conectarme al IRC-Hispano durante siete noches a lo largo de dos semanas y chatear un mínimo de una hora cada sesión. Empecé entrando a los clásicos canales #General e #irc-hispano buscando consejo sobre donde dirigirme. Pronto terminé en el canal #madrid: bullicioso y en el que rápidamente te abren privados. Casi sin darme cuenta la hora de prueba se había consumido.

Conectarme al IRC-Hispano durante siete noches a lo largo de dos semanas y chatear un mínimo de una hora cada sesión

Los siguientes días me fui moviendo más por canales temáticos futbolísticos y frikis. Menos concurridos pero con su movimiento. Re-descubrí a base de privados incómodos que el canal #Mazmorra no va de D&D si no de S&M, demostré mis nulas capacidades para la videncia en #futbol y me enganché a jugar al trivial con las preguntas más locas en algunos canales como #ftrivial. Bastante entretenido.

También, todo sea por la ciencia y el periodismo de investigación, me di algunos garbeos por los canales más subidos de tono y de temáticas de contactos y/o sexuales: mucha frase demasiado explícita, mucho spam, muchos privados generados por bots con intenciones deshonestas, poco interés, la verdad.

Después de esta experiencia podemos afirmar que, contra todo pronóstico, el IRC sigue vivo. Sí, hay redes que han cerrado y muchas otras se mantienen con muchos menos usuarios y servidores, pero para tener más de 30 años, una edad muy considerable en esto de la tecnología e Internet, no está especialmente mal de salud.

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La usabilidad y experiencia de uso de los chats IRC puede estar bastante alejada de la sensibilidad de los jóvenes actuales (los compañeros de Genbeta hicieron hace un tiempo un experimento bastante clarificador) pero entre viejos rockeros que llevan años por allí, curiosos que buscan simplemente chatear como antaño y/o obsesos del anonimato y anti redes sociales, el IRC-Hispano sigue estando relativamente concurrido y relativamente libre de trolls y fake news por lo que parece poco probable que vaya a cerrar sus puertas en breve espacio de tiempo. Lo mismo fue algo precipitado meterlo en el saco de los detroits de Internet.

(El IRC) para tener más de 30 años, una edad muy considerable en esto de la tecnología e Internet, no está nada mal de salud

Y no es el único caso entre las redes IRC ya que tampoco hay que olvidar que muchas comunidades y proyectos de software libre (decenas de miles, de verdad), aunque con opciones más modernas y molonas como Slack a su disposición, siguen teniendo canales IRC activos en la mítica red Freenode. Es el caso de Drupal, Python o Wordpress.

Vamos, como decía el gran maestro de los rumberos: "Y no estaba muerto, no, no, que estaba tomando cañas, lerelele...".

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