El telescopio Hubble ha sido clave para detectar un extraño cambio en la Gran Mancha Roja de Júpiter: un nuevo misterio se suma a esta loca tormenta

El telescopio Hubble ha sido clave para detectar un extraño cambio en la Gran Mancha Roja de Júpiter: un nuevo misterio se suma a esta loca tormenta
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El telescopio Hubble aguanta, vetusto y estoico, pese a sus averías y sigue dando información valiosa. La última gira en torno a la Gran Mancha de Júpiter, esa loca tormenta que sigue provocando nuestro interés y encerrando misterios.

El último es, precisamente, el que nos ha "contado" el Hubble. La NASA ha detectado gracias a él que los vientos en la Gran Mancha Roja están sufriendo extraños cambios, lo cual ha captado el interés de los astrónomos que están estudiando el planeta. La enorme mancha, que a grandes rasgos es una gran tormenta de 2,5 veces el diámetro de la Tierra, ya ha presentado previamente comportamientos extraños y sigue siendo un objeto de estudio dentro de los que pueden considerarse grandes misterios espaciales, de ahí que cualquier hallazgo de este tipo sea llamativo.

"Nadie ha visto esto antes"

Dada la magnitud del evento, la Gran Mancha Roja ha estado históricamente bastante vigilada, sobre todo a medida que hemos tenido mejores observatorios. En concreto, Michael Wong (investigador de la Universidad de California, Berkeley, director de esta investigación) puntualiza el Hubble ha sido clave para identificar la peculiaridad de lo detectado por su longevidad y que resulta ser el único que puede capturar información en detalle de los vientos de Júpiter, apunta Amy Simon (NASA, también en la investigación).

Lo que han detectado es que los vientos en la Gran Mancha se han incrementado mucho en la última década, concretamente un 8% entre los años 2009 y 2020. Esto crea una especie de zona anular que llaman "anillo de alta velocidad" que contrasta con la zona más interna de la mancha, con vientos cada vez más lentos.

Mancha Roja Nasa
Superposición de unas flechas indicando los vectores de dirección de los vientos en el "anillo de alta velocidad" y la región más interna de la mancha, en una fotografía (izquierda) y un mapa de velocidad (derecha). Imagen: NASA, ESA, Michael H. Wong (UC Berkeley)

Comenta Wong que en un primer momento esto ya les rompió bastante los esquemas, preguntándose al ver los resultados si "esto tenía sentido" y asumiendo que "nadie ha visto esto antes". Para analizarlos, el investigador decidió hacer una nueva aproximación y usar un software para registrar los vectores de los vientos (componentes de dirección y velocidad), que pueden llegar a ser miles teniendo en cuenta que se revisó cada observación a Júpiter con estos datos. Posteriormente realizó comprobaciones estadísticas para confirmar sus resultados.

Eso sí, lo que se complica es encontrar un diagnóstico. Ante la pregunta de qué está pasando con los vientos de la Mancha Roja, la ceguera relativa del Hubble ante la imposibilidad de recoger datos más allá de las nubes superiores de la atmósfera joviana hace que de momento no puedan determinar qué está pasando ahí para que haya un cambio. Habrá que ver, además, si su sucesor sigue aportando estas valiosas informaciones, ahora que por fin ya le queda poco para tomar el testigo (si nada se tuerce de nuevo).

La esperanza es que, a medida que van conociendo mejor lo que acontece en el popular vórtice se pueda llegar a saber qué lo nutre o potencia y cómo mantiene su energía. En los últimos años hemos sabido que se está haciendo pequeña, con lo que se estima que desaparecerá en unos 20 años. Pero una vez más los hallazgos logran crear un quebradero de cabeza a los científicos, lo cual ya ocurrió incluso con el representativo color que le da nombre.

Imagen | NASA

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