Creíamos haber descubierto grandes lagos bajo el suelo marciano. Quizá la explicación sea mucho más mundana

Creíamos haber descubierto grandes lagos bajo el suelo marciano. Quizá la explicación sea mucho más mundana
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Las posibilidades de que bajo el polo sur marciano existan grandes depósitos de agua líquida parece esfumarse. La posibilidad de encontrar agua líquida bajo la superficie helada del polo sur marciano había generado grandes expectativas, pero un nuevo estudio invita al pesimismo: puede que lo que haya bajo el hielo marciano solo sea más de lo mismo.

Un descubrimiento asombroso. Hace unos años la noticia de que podíamos haber encontrado lagos subterráneos en la región polar del sur de Marte llamó la atención del mundo. Hasta entonces conocíamos la existencia de agua congelada en la región, pero la posible existencia de agua líquida bajo el hielo resultaba prometedora.

Este primer hallazgo se realizó al estudiar los datos recabados por la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA). El radar del satélite artificial había encontrado un estrato especialmente reflectivo bajo el hielo marciano.

Tanto en Marte como en la Tierra. Esto podía implicar la existencia de una capa de agua líquida. La posibilidad no era para nada rocambolesca, al fin y al cabo podemos encontrar un ejemplo en el Lago Vostok, en la Antártica, un lago subglacial, agua líquida enterrado bajo la enorme masa de hielo sobre el continente.

“En la Tierra, unas reflexiones tan intensas son habitualmente una indicación de agua líquida”, señalaba en una nota de prensa Dan Lalich, investigador del Cornell Center for Astrophysics and Space Science y coautor de un nuevo estudio que ofrece una hipótesis alternativa.

Sospechas fundadas. El problema, para muchos expertos, es que en Marte la temperatura es demasiado baja para que se de este fenómeno. La presencia de sales en el agua haría también más difícil la presencia de agua líquida en estas condiciones.

El aparente desacuerdo entre lo esperado y la interpretación que se había dado a los datos llevó a más investigadores a intervenir. Durante los últimos años, así, hemos podido ver hipótesis alternativas a la presencia de agua líquida.

Navajazo epistemológico. Lalich y dos de sus compañeros en Cornell se pusieron a la búsqueda de una explicación alternativa. Los resultados de esa investigación han sido publicados recientemente en forma de artículo en la revista Nature Astronomy.

El estudio supone un nuevo clavo en el ataúd de la posibilidad de encontrar grandes lagos de agua en estas regiones marcianas. Los investigadores simularon distintas formaciones geológicas a base de capas de varios materiales que sabemos están presentes en la región del polo sur marciano, como hielo de agua y de dióxido de carbono, basalto y la propia atmósfera.

Probaron a generar diversas configuraciones de estratos a base de estos materiales y simular cómo cada una de estas configuraciones reaccionaría ante una señal de radas y si el resultado podría encajar con las lecturas de la sonda Mars Express.

Agua sí, pero no un lago. Con ello lograron ofrecer una explicación mejor que la presencia de un lago de agua líquida. La configuración a través de la cual lograron explicar el “destello” captado por Mars Express incluía una capa de agua helada mezclada con polvo entre dos capas de dióxido de carbono también en estado sólido.

“En principio podría haber utilizado capas de roca o incluso hielo de agua especialmente polvoriento y podría haber obtenido resultados similares. La idea tras este artículo es que la composición de las capas basales es menos importante que el grosor de las capas y su separación” explica Lalich.

Futuras misiones. La importancia de encontrar agua líquida en Marte va más allá del misticismo que se ha generado entorno a esta idea. Este compuesto, necesario para la vida, puede ser clave en la exploración humana del planeta rojo.

Las alternativas a extraer agua líquida de l subsuelo marciano no son buenas: portarla en cantidades suficientes desde la Tierra sería toda una gesta en sí misma, sintetizarla in-situ como se está haciendo con el oxígeno requeriría nuevos esfuerzos tecnológicos y minarla y depurarla tendría también sus costes.

Una búsqueda abierta. No es el primer estudio en el que Lalich ofrece una hipótesis alternativa a la presencia de agua líquida bajo el hielo marciano, ya lo hizo en un artículo publicado el año pasado. Pese a ello puede leerse en sus declaraciones cierto optimismo en lo que a esta búsqueda respecta.

“Ningún trabajo que hemos hecho prueba la imposibilidad de que exista agua ahí abajo” señala. “Solo creemos que la hipótesis de la interferencia es más consistente con otras observaciones. No estoy seguro de que nada que no sea un taladro pueda probar cierto o falso y con certeza cualquiera de los lados de este debate.”

Queda mucho para que llevemos una perforadora a investigar este hecho. Más si tenemos en cuenta que los esfuerzos para perforar el suelo del planeta rojo han sido hasta ahora limitados. En cualquier caso, Marte tiene un tamaño considerable y tan solo acabamos de empezar a explorarlo.

Imagen | ESA

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