Dejé mi trabajo en Google para escribir sobre Japón y ahora vivo de ello: hablamos con Luis Rodríguez, fundador de Japonismo

Dejé mi trabajo en Google para escribir sobre Japón y ahora vivo de ello: hablamos con Luis Rodríguez, fundador de Japonismo

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Dejé mi trabajo en Google para escribir sobre Japón y ahora vivo de ello: hablamos con Luis Rodríguez, fundador de Japonismo

Si buscas en Google "Viajar a Japón", después de unos cuantos anuncios de empresas de hoteles y aerolíneas, el primer resultado es de un blog llamado Japonismo. Entras en él, lees los consejos, pulsas en su icono y descubres una enorme cantidad de contenido relacionado con Japón, desde recetas de cocina y lugares que visitar hasta guías prácticas para viajar a casi cualquier rincón del país nipón o artículos sobre cómo comportarse en un onsen. Si en Japón hay algo, se hace algo o se puede comer algo, con total seguridad estará en Japonismo.

Este blog tan especializado que la Embajada de Japón en España no duda en citar de vez en cuando en su perfil de Twitter no se gestiona desde Kyoto u Ōkawa, ni tiene a un enorme equipo de corresponsales en Japón. Este blog se gestiona desde un piso en Málaga compartido por Luis Rodríguez y Laura Tomàs, un matrimonio que tiene en común la misma pasión por Japón. En Xataka hemos tenido ocasión de visitar las "oficinas" de Japonismo para hablar con Luis Rodríguez, que no solo se encarga de escribir y hacer fotos en Japón, sino que tiene una peculiar historia a sus espaldas: trabajó en Google.

Un nombre en japonés que despierta una pasión

Luis Rodriguez

Luis nos recibe en la estación de tren de María Zambrano, en Málaga, y nos lleva a su cuartel general, no sin antes hacer una breve parada para disfrutar de uno de los grandes manjares de la gastronomía española: los churros con chocolate. Es una persona afable, cercana y a la que le encanta hablar de su trabajo y de su pasión: Japón. Es algo que se nota y que es capaz de transmitir con solo diez minutos de conversación.

Luis es ingeniero de telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid, la ciudad que lo vio nacer. Nos cuenta que fue en tercero de carrera cuando le vino la pasión por Japón, y lo tiene grabado a fuego porque es una de las preguntas que todo el mundo le hace. "En mi caso, recuerdo que estaba hablando con una amiga en la universidad y me dijo que una amiga japonesa le había enseñado a escribir su nombre en japonés. Me resultó tan curioso que esa misma tarde, cuando me fui para casa, me paré en el FNAC a comprarme un libro sobre japonés y encontré uno llamado 'Kanji: la escritura japonesa' que te explicaba todo y dije "Esto mola", y a partir de ahí me fui metiendo más y más".

Además de Japón, a Luis le encanta la tecnología, se considera "friki", le gusta el cine, la televisión y es un gran aficionado a los LEGO. Prueba de ello es su salón, vigilado por un enorme Destructor Imperial y un Halcón Milenario, por mencionar unos cuantos. En los últimos años, y a pesar de que le encanta la tecnología, con su creciente interés por Japón "he ido pivotando a temas más de Humanidades, porque he acabado haciendo un Máster en Estudios Contemporáneos de China y Japón", algo que, opina, "nos diferencia de otras personas que escriben sobre Japón o sobre viajes". Más adelante volveremos a este asunto.

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La "oficina" de Japonismo está repleta de LEGO de todo tipo.

Japonismo no ha sido lo único que ha hecho Luis. Empezó en una empresa de telefonía móvil (Airtel), que acabó convirtiéndose en Vodafone. Cuando empezó, en España el panorama de las telecos estaba empezando a moverse y hubo muchos cambios en el sector. Luis vio ahí una oportunidad. "Creo que fui de los únicos que dijo voluntariamente "Yo quiero estar metido en este tipo de cosas" y quiero estar viajando y hacer cosas con gentes de otros países. Ahí ya me surgen las ganas de probar un proyecto internacional".

Tras varios años en la parte tecnológica de la empresa, Luis pasó a una empresa de marketing y comunicación, pero se cansó. "Acabé cambiando radicalmente de trabajo. Me fui a agencias de comunicación y publicidad y estuve trabajando de responsable de redes sociales, hablando con periodistas, haciendo notas de prensa para clientes y estrategias de comunicación". Al cabo de los años le volvió a venir, "aunque no se me habían ido", las ganas de tener una experiencia más internacional y surgió lo de Google. En Londres, para ser exactos, y en el equipo de Local Guides.

Luis es un Local Guide con todas las de la ley, y lleva participando en el programa muchos años. Tanto, que pertenece al 1% de los guías locales más relevantes de Málaga. Llegó a Google en 2015 a través de una reestructuración que dejó una vacante en Londres, aunque no era la primera vez que intentaba entrar en Google, ya que probó suerte en 2008. "Pasé la primera fase, pero no la siguiente, y me quedé con la espinita clavada". El proceso fue largo, "muy googliano", de unos cinco meses. Pero llegó a buen puerto. Se enteró de que empezaba en Google, precisamente, durante un viaje a Japón en agosto. "Volví el 15 de agosto de Japón y el vuelo a Londres lo tuve el 29".

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Luis conserva muchos detalles de Google, como las acreditaciones de los eventos para Local Guides.

Entró en "Geo", que es la división encargada de Google Maps y Local Guides. Él entró como program manager dentro de Local Guides con el objetivo de hacer crecer la división, completar la información con el contenido generado por el usuario en Google Maps y tener relación con los usuarios y con los product managers para ver qué nuevas funciones se podían añadir e integrar en el programa. "Al principio solo era subir reseñas, pero luego implementamos el sistema de puntos, la opción para añadir nuevos sitios... no todo era para Local Guides, pero nuestro trabajo era ver cómo integrarlo".

Evidentemente, surgió la pregunta del millón: ¿cómo es trabajar en Google? Según nos cuenta Luis, "trabajar en Google es fascinante. Para mí, desde luego, lo fue, no solo por el hecho de lo que se ve de puertas para afuera, como que las oficinas tienen billar y gimnasio, restaurantes, barista, que es verdad que lo tienen, y las clases de cocina, que se entendían como una forma más de hacer team building, sino que molaba mucho porque teníamos reuniones con gente de todo el mundo". Todas las semanas había reuniones de equipo con Nueva York y Singapur, hablaban con ingenieros de Tokio y product managers de Mountain View y San Francisco. "Era fascinante porque sentías que estabas trabajando con gente brillante, todo en la nube... la energía era genial, se aprende un montón y tienes muchísimas oportunidades de formación interna", recuerda Luis.

"Nadie tiene en cuenta si no estás delante de tu puesto de trabajo o si te tiras en un sofá o no, porque lo que importa es que cuando llegue el final del trimestre lo tus proyectos pues estén entregados"

Según nos explica, Google es una empresa muy enfocada a objetivos, y lo importante es cumplirlos. Daba igual que trabajases en la oficina o en una cafetería tirado en un sofa, mientras el trabajo estuviera hecho, estaba bien. "Nadie tiene en cuenta si no estás delante de tu puesto de trabajo o si te tiras en un sofá o no, porque lo que importa es que cuando llegue el final del trimestre tus proyectos estén entregados". Recuerda que era un trabajo muy intenso, tanto que tuvo que reducir las horas del máster que estaba haciendo para llegar al trabajo y gestionar Japonismo, que por aquellos entonces ya lleva años en marcha.

El nacimiento de Japonismo

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Japonismo empieza en 2006, mucho antes de que Luis se mudará a Londres para empezar a trabajar en Google, pero antes hubo otros proyectos. En 2002, Luis y Laura, que se conocieron a raíz de compartir la misma pasión por el país nipón, ya escribían sobre Japón en una web que ahora no existe. La web comenzó a crecer hasta que un día el dueño de la misma retiró los contenidos. Laura y Luis se quedaron colgados, sobre todo porque habían empezado una sección sobre geishas. Junto a otro colaborador de la web buscaron seguir escribiendo sobre su pasión y así, un 1 de enero de 2006, surgió Japonismo.

Desde entonces, Japonismo ha cambiado muchísimo. Empezaron usando un CMS francés que utilizaba el periódico Le Monde que era "muy complicado porque todo el metalenguaje, el nombre de las etiquetas y de las órdenes era todo en francés". Su compañero se acabó bajando de Japonismo, así que Laura y Luis se quedaron al pie del cañón.

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La primera versión de Japonismo.

Al principio publicaban sus "frikadas", como artículos de geishas, trenes japoneses, sociología, cómo se comportan, antropología... "Fue a partir de 2011 cuando decidimos empezar a poner artículos de turismo, no tanto formato guía pero sí que tuviera que ver con turismo". En 2011 Japón no era un país desconocido para la pareja, puesto que ya habían viajado muchas veces y Laura había estudiado y vivo en Osaka. "[Japón] no es un sitio del que hablemos por hablar, lo conocemos bien", afirma Luis.

El proyecto consumía tiempo, sobre todo porque los artículos que publicaban era largos. En 2011 mudaron Japonismo a WordPress para liberarse de la carga de publicar artículos largos y poder hacer otras cosas y publicar más, pero reconocen que ahora han vuelto a las andadas, publicando contenido largo con mucha bibliografía. Sin embargo, el tiempo es el tiempo, y cuando Luis empezó en Google hubo un pico de tensión.

El punto de inflexión fue en abril de 2011, cuando Luis y Laura se dieron cuenta de que había 300 personas leyendo Japonismo

"Cuando me fui a Google Laura y yo tuvimos un momento un poco crítico con Japonismo porque nos dimos cuenta, en abril de 2011, que había 300 personas leyendo. Nos quedamos flipados. La crisis fue de decir que le estamos dedicando tanto tiempo a esto que o seguimos y tenemos que intentar que crezca de verdad o paramos el ritmo y nos lo tomamos como un hobby, porque no podíamos seguir dedicándole tanto tiempo y energías si no tiene cierto sentido, que pueda ser una fuente de ingresos".

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Luis Rodríguez mostrándonos la web de Japonismo.

Según nos cuenta, "una de las cosas buenas que tiene Reino Unido es que montar una empresa es muy fácil, así que en un fin de semana, en pijama y desde el sofá, en 15 minutos y pagando una cantidad irrisoria de dinero, montamos la empresa simplemente para poder facturar, ya fuera mucho o poco, y pagar los impuestos que nos tocase". Laura dejó el trabajo que tenía por aquellos entonces, que era gestionar las redes sociales de unos restaurantes japoneses, y se puso a trabajar en exclusiva para Japonismo.

"Yo, con mi trabajo en Google, que tenía muchos viajes, el máster, me quedaba un tiempo muy justo, así que el fin de semana procesaba alguna foto y escribía algo, pero no podíamos hacer tantas cosas como las que teníamos en la cabeza". Por diversos cambios internos dentro de Google, una empresa en el que las reestructuraciones no eran precisamente un cambio de mesa, Luis tomó la decisión de dejar Google para volcarse en cuerpo y alma con su medio, algo a lo que cree que Google ayudó "porque la gente allí está muy dispuesta a dar el salto y a lanzarse un poco a la piscina" de emprender su propio proyecto.

Todos sus compañeros sabían de la existencia de Japonismo, incluido su superior, al que veía semanalmente porque una de las tradiciones de Google era hacer entrevistas uno a uno periódicas. Entre risas, nos cuenta que su superior no se sorprendió cuando le dijo en una de estas reuniones que dejaba Google para dedicarse a su pasión. La decisión, evidentemente, era una respuesta a una pregunta sencilla "¿Quiero que esto sea un hobby y genere dinero, aunque sea poquito, o que sea mi medio de vida?". Por aquellos entonces Eric, su hijo, ya había nacido, y por más que se quiera hacer, el día tiene 24 horas para todos. Luis se despidió de Google y de Londres y empezó a dedicarse full time a Japonismo.

De un blog a un medio de vida

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Luis, Laura y Eric cogieron sus maletas y se mudaron a Málaga. Los primeros meses consistieron en mover la empresa de Londres a España, porque Japonismo tributa en España. "Siempre hemos querido ser muy legales y, ahora que pasábamos a tener residencia fiscal en España, no tenía sentido tener la empresa en Inglaterra. Preferimos hacer las cosas bien y eso nos llevó unos cuantos meses".

"A mí, al principio, me costó un poco", nos cuenta. "Estás acostumbrado a tener contacto con gente y yo con Laura me llevó muy bien, por suerte, pero no ves a otras personas, no tienes videoconferencias con gente de Estados Unidos, Japón y Singapur, y al principio notaba que me faltaba un poco esa conexión personal". La suplieron saliendo por Málaga y actualmente barajan la idea de irse a un coworking, porque como decíamos antes, Luis y Laura trabajan desde casa, y así poder "diferenciar las zonas y salir de estas cuatro paredes".

Nos cuenta Luis que "a las ocho de la mañana ya estamos trabajando, paramos para comer y tardamos lo que haga falta, lo bueno de la flexibilidad, y luego volvemos hasta que llega Eric, y entonces, teóricamente, paramos, aunque siempre hay cosas que quieres terminar, pues sigues, hay una nueva plantilla para el blog, pues sigues". También hay otro trabajo que no se ve, y es que aunque dejen el ordenador, los mensajes directos vía Twitter, Instagram, Facebook o email no dejan de llegar. "Nos gusta responder a todos, así que seguimos trabajando".

El trabajo se reparte de diferentes formas. Luis, por ejemplo, se encarga de la parte fotográfica, desarrollo de negocio y temas técnicos, mientras que Laura suele ser la que escribe, se encarga de la parte de vídeo y temas de contabilidad. "Ahora estoy empezando a escribir más, sobre todo de gastronomía". comenta Luis, que todos los jueves publica un artículo hablando sobre hamburguesas en Japón.

El número de españoles que viajaron a Japón en 2018 fue un 18% superior que en 2017

Japonismo va viento en popa, y es que el interés por Japón no ha dejado de crecer. "Se nota que hay muchos más españoles que están viajando a Japón porque nosotros estamos creciendo y porque han surgido otras plataformas y personas que escriben sobre Japón". De 2017 a 2018 el número de españoles que viajó a Japón aumentó un 18% y en 2019 la tendencia sigue al alza, según nos cuenta Luis, y cree que hay varios motivos, pero principalmente que los vuelos son más baratos, hay más información y, por lo tanto, se tiene menos miedo al viajar. También ayuda que haya vuelo directo Madrid-Tokio y México-Tokio.

Su público viene mayormente de España, pero también de México, Argentina y, curiosamente, Japón, que está en tercera posición en cuanto a tráfico. No porque haya muchos españoles que viven en Japón, sino porque hay "muchos españoles y latinoamericanos que usan Japonismo estando de viaje en Japón. De hecho, nos ha llegado a pasar que hay usuarios que nos enseñan capturas de pantalla de posts enteros de Japonismo para poder acceder sin internet desde Japón".

Porque Japonismo no solo tiene artículos, sino que uno de los grandes añadidos del blog son los mapas personalizados. Más allá de los iconos y el trabajo que hay detrás, llama la atención algunos My Maps con más de 2,5 millones de visitas en los que Luis y Laura han localizado restaurantes de todo tipo, alojamientos, sitios turísticos, templos, santuarios... Toda una biblia de Japón.

No es por ello extraño que, de vez en cuando, algunos lectores los paren en Japón, que no está mal si tenemos en cuenta que es un país de 127 millones de habitantes. "Nos pasó la primera vez hace tres o cuatro años revisitando el Tōdai-ji (un templo) para hacer fotos, y nos pararon dos personas preguntando que si éramos los de Japonismo. Te lo juro que flipé. Nos ha pasado en la estación de Osaka, en Kyoto, en Tokio... La última vez fue en octubre, que estábamos en el mercado de Omicho, en Kanazawa".

La pareja suele viajar a Japón unas tres o cuatro veces al año, algunos viajes son más cortos y otros más largos. En octubre hicieron "un intensivo de artesanía" de una semana, porque "los lectores también buscan actividades para hacer allí", pero en verano estuvieron 50 días, 43 en Tokio y el resto entre Kyoto y Atami, "para profundizar en la capital". "Hacemos lo que podemos", explica Luis.

Vivir viajando suena a vida perfecta, pero nos surgió la duda de si cuando viajas a Japón, en parte, porque tu medio de vida depende de Japón, se sigue disfrutando del viaje. "Disfrutar lo disfruto, pero los disfruto de forma diferente [...] Quiero poder hacer lo que me venga un poco en gana sin tener un día concreto para hacer cada cosa, pero sí quiero saber qué cosas tengo pendientes y qué cosas tengo que tratar". Sigue, explicando que "lo disfrutas de otra manera porque sabes que vas a profundizar en ciertas cosas, que vas a ir a restaurantes a los que los turistas no van normalmente, vas a ver sitios a los que los turistas no van... Pensar en todo eso, en cuando escribas el artículo y los lectores vean las fotos, a mí todo eso me hace disfrutar, pero evidentemente no me sorprendo tanto como la primera vez que pisé Japón en 2003, aunque lo disfruto un montón".

Según relata Luis, "mucha gente nos dice que tenemos mucha suerte de vivir viajando, pero suerte no. Por un lado, es mi trabajo y, por otro lado, me lo estoy pagando y encima voy a trabajar. Voy cargado con la mochila, el trípode, el objetivo, no voy a no hacer nada. Es duro, pero luego se nota".

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La oficina de Japonismo está decorada con motivos japoneses como este mapa de Okinawa.

La planificación de estos viajes viaje se hace teniendo en cuenta las cosas que les gustan a Luis y Laura, que le faltan o que se están poniendo de moda. "Por ejemplo, en marzo de 2019 decidimos hacer un viaje a Okinawa porque era uno de los pocos destinos que nos faltaban por cubrir en Japonismo y le teníamos muchas ganas desde hace mucho tiempo, pero con eso de que está retirado y de que siempre vamos con el plan muy concentrado en otros sitios, siempre lo dejábamos de lado. Hicimos un viaje solo a Okinana, ¿por que nos apetece? Sí, pero también por completitud".

Nos pone un ejemplo. En Tokio ha abierto un museo de arte digital, así que en el viaje de este verano incluyeron una escapada a ese sitio. "Por un lado porque a nosotros nos gustan todas las cosas que tienen que ver con Japón, eso es evidente, por lo que seguramente iríamos de todas maneras, pero cuando ves que se empiezan a poner de moda y que empiezan a tener tirón, nosotros queremos tenerlo con experiencia personal y fotos propias, así que no son vacaciones exactamente, porque no es tanto ir a sitios a los que nosotros nos apetezca, sino también porque queremos hacer fotos, escribir esos contenidos que no teníamos, o se pone de moda... es duro".

Para Luis, viajar a Japón y no trabajar es una misión imposible

Tanto es así que, para Luis, es imposible ir a Japón y no trabajar. "Precisamente por eso en fin de año nos vamos a ir a Berlín unos días, porque así no hay que llevarse ni cámara ni nada, y en febrero nos vamos a Londres, nuestra segunda casa europea, para ver otras cosas. Si volvemos a Japón, incluso aunque vayas a ciudades que ya las tienes muy vistas, siempre hay cosas que ver, de las escribir y que contar, así que a Japón siempre vamos a ir pensando en qué podemos contar en Japonismo". "Me encantaría ir a Japón solo a disfrutarlo", afirma Luis, "pero es que nunca se están quietos", bromea.

Es un trabajo con varios retos y dificultades, y uno de lo más destacables es "ser capaz de equilibrar las cosas que no se ven, como temas contables y técnicos, con escribir buenos contenidos con buenas fotos, pero que además sean diferentes, que se posicionen totalmente diferentes a los de cualquiera que escriba sobre Japón [...] Porque luego nos copian mucho, pero nosotros queremos que lo que nosotros escribimos siente las bases de lo que debería ser escribir sobre Japón con detalle". Precisamente por eso, "cuanto más tiempo pasa y más gente se dedica a escribir sobre Japón, más difícil es hacer tu contenido diferente".

Para conseguirlo, una de las actividades que más tiempo consumen es "investigar fuentes japonesas" a las que "mucha gente que escribe sobre Japón en Internet no tiene acceso". Recordemos que tanto Luis como Laura tienen formación específica sobre Japón y, en el caso de Laura, ha estudiado allí, por lo que tienen "acceso a bibliotecas universitarias, tesis doctorales, artículos peer-review sobre cultura asiática y japonesa". Laura es intérprete inglés-japonés, un plus se mire por donde se mire.

Los ingresos, como en casi toda web, vienen de tres fuentes: anuncios en la web, ingresos por afiliados (como Booking o el JR Pass) y acciones complementarias, como dar charlas en eventos o hacer acciones con marcas o empresas. Luis se enorgullece de hacerlo todo bien y recalca que siempre son "muy estrictos" y que siempre ponen el hashtag indicando que lo que se está viendo es publicidad o está promocionado. No hablamos de cifras exactas, así que lo dejaremos en que viven de Japonismo. Eso no quiere decir que no haya malas prácticas en su competencia directa.

Luis destaca el uso de "fotos con derechos reservados" y "que estés haciendo una campaña publicitaria y no decirlo, algo que va contra la ley, gente que te copia la estructura de la web entera y la de los contenidos". "No significa que nosotros no hagamos blog trips o artículos patrocinados, de hecho ahora mismo tenemos tres de los 1.600 que hay publicados, y está dicho al principio, y se dice quién lo ha patrocinado".

Sea como fuere, la pareja no se obsesiona con el dinero. Hacen sus pequeñas auditorías para ver qué funciona y de dónde vienen los ingresos, pero no hacen los viajes enfocados a objetivos en el tiempo. "Yo creo que es una de las maneras de no obsesionaros para que Japonismo siga siendo lo que era al principio. Queremos que sea útil para la gente, y si a la gente le gusta un sitio en concreto por lo que sea, pues vamos ahí y lo hacemos, y a lo mejor piensas que no le estamos sacando mucho rédito a ese artículo, pero queremos tenerlo porque nos prima más esa completitud y ser esa guía definitiva". Literalmente, tienen una guía para montarse en los trenes con fotos de las taquillas y de las señales que hay que tener en cuenta.

No podemos olvidarnos de Eric, el pequeño de la casa. Tiene diez años y diez veces ha viajado a Japón. "Como su primer viaje a Japón fue con dos años, está más que acostumbrado". Al principio prefería quedarse con su abuela en casa, pero ahora no duda en irse con ellos. "Alguna vez ha hecho algún vídeo, lo que llamamos Japonismo Kids", afirma Luis, que explica que "nosotros no queremos obligarle ni mucho menos a nada, y menos viendo lo que se ve por ahí. No queremos usar a nuestro hijo para nuestro negocio".

¿Y el plan B? Nos cuenta que en alguna ocasión ha surgido la idea de expandir Japonismo a otros países (imaginemos un Alemanismo o un Españismo), pero uno de los planes B que Luis tiene es dar clase. Tampoco descarta intentar volver a Google si fuera necesario, "aunque con el Japonismo que hay ahora mismo, con todo lo que tiene, todavía no sigue quedando mucho por hacer. Tenemos muchas idea y muchos planes que, incluso aunque baje el interés por Japón, creo que nos puede hacer llegar a más porcentaje de la gente que sigue interesada en el país".

Lo que hay que saber para viajar a Japón

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La conexión a Internet es imprescindible a la hora de viajar a Japón.

Nos cuenta Luis que "la primera dificultad de la gente es casi más psicológica que otra cosa, porque piensan que como Japón tiene un idioma tan diferente y que además es incomprensible, a no ser que lo hayas estudiado, dices "hombre, si no hablo japonés, ¿cómo viajo yo a Japón?" Yo creo que esta es la primera dificultad que la gente tiene, lo que les echa para atrás a la hora de plantearse un viaje Japón". Nos dice que no hay que tener miedo "porque todo está muy bien indicado".

"También les preocupa mucho el funcionamiento del pase de trenes, el JR Pass, porque Japón es un país más grande lo que parece y usar un pase de trenes como el JR Pass te puede beneficiar, pero hay muchas compañías de trenes con las que no se puede usar este pase", explica Luis. "Esto a la gente le causa muchos dolores de cabeza", bromea.

Luis, como persona apasionada por Japón, tuvo a bien darnos algunos consejos básicos a tener en cuenta para viajar a Japón. "Yo siempre recomiendo a la gente que se lleve un seguro de viaje, no porque lo vendamos nosotros, sino porque Japón tiene una buena sanidad, pero los precios son brutales. No es solo el problema de que te pase algo en un viaje, sino cómo lo pagas".

Otro consejo: "Para mí también es imprescindible la conexión a Internet. Por un lado porque tenemos nuestros mapas y los puedes integrar en tu Google Maps" y, por otro lado, porque "las direcciones en Japón no son cómo aquí. Es muy difícil".

También opina que es "imprescindible perderle el miedo. Japón es un país que siempre te sorprende y que tiene magia. No conozco a nadie que haya ido a Japón y no le haya gustado y me da pena que haya gente que por el miedo a una cultura distinta, un idioma muy diferente, etc., se esté perdiendo la oportunidad de ir". Por eso "parte de lo que hacemos es traducir Japón a un idioma fácil y entendible para cualquiera".

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