Yokohama tiene un Director General Adjunto de Cambio Climático: hemos hablado con él y nos explica en qué consiste su trabajo

Yokohama tiene un Director General Adjunto de Cambio Climático: hemos hablado con él y nos explica en qué consiste su trabajo

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Yokohama tiene un Director General Adjunto de Cambio Climático: hemos hablado con él y nos explica en qué consiste su trabajo

El COP25 de Madrid ha sido el último gran evento internacional que debería servir para concienciar a todos los gobiernos para empezar a actuar de forma seria y ayudar a minimizar los efectos del cambio climático. Y debates aparte sobre si los gobiernos están impulsando acciones útiles o no.... ¿quién es el que se encarga de aplicar esos cambios a nivel municipal?

Los cargos que se supervisan varían dependiendo de la ciudad y pueden ser uno o varios alrededor del urbanismo y/o la ecología (es el caso de Barcelona). Pero en Yokohama, la segunda ciudad más grande de Japón, han dado un paso más y han creado un puesto en el ayuntamiento específicamente dedicado al cambio climático. Se trata del cargo de Director General Adjunto de Cambio Climático, ocupado actualmente por Shuhei Okuno. Hemos conversado con él acerca de sus iniciativas para la ciudad aprovechando su visita al Smart City Expo World Congress de Barcelona.

De intentar colaborar entre sectores a combatir el cambio climático

shuhei okuno
Shuhei Okuno en una de sus conferencias recientes.

Yokohama forma parte de la zona metropolitana de Tokyo, la más poblada del planeta con más de 38 millones de habitantes; pero ni las ciudades de Tokyo ni Osaka tienen iniciativas similares a la de Yokohama. "Somos la única ciudad de Japón con este cargo específico", empieza comentándonos Shuhei. Bajo su cargo se coordinan todos los esfuerzos que intentan frenar ese cambio climático, que colaboran con otros departamentos del ayuntamiento como el de infraestructuras o educación. "Hay trabajo por hacer en todos los sectores, intentamos encaminarles con sus proyectos individuales".

Shuhei no se ha preparado especialmente para este puesto, e incluso se ríe cuando piensa en ello porque todo le vino por sorpresa. Es un experto en infraestructuras y construcción, especializado en redes de suministro de agua. Recibió el nombramiento para este nuevo cargo por parte del ayuntamiento y se ha puesto manos a la obra. El precursor de este puesto de trabajo fue, según su ocupante, una iniciativa que el ayuntamiento impulsó para que el sector público y el privado de la ciudad colaboraran entre sí.

"En Japón rigen unas normas muy estrictas que es muy difícil cambiar"

Los principales retos que tiene la ciudad de Yokohama reflejan también la situación general de Japón: el envejecimiento de la población. Cada vez hay más gente mayor y menos ciudadanos en edad de trabajar, con lo que cada vez es más difícil que la ciudad sea sostenible. "Como en el resto de ciudades hay que buscar el modo de reducir las emisiones, y exprimir toda la energía renovable que podamos generar".

Como pasos para poder hacer eso, Shuhei nos menciona ejemplos que ha podido ver reuniéndose con el ayuntamiento de Barcelona que le han gustado. Nos ha insistido en el caso de Torre Baró, un barrio periférico de Barcelona históricamente ignorado por la ciudad por estar muy alejado y tener una orografía difícil para distribuir en él los servicios básicos. La iniciativa de un autobús bajo demanda, por ejemplo, ha tenido éxito entre los residentes de ese barrio.

"En Barcelona, cambios como estos se aceptan fácilmente. La gente se abre más a nuevas ideas. En Japón rigen unas normas muy estrictas que es muy difícil cambiar, y la gente aún no reconoce ampliamente el cambio climático. Tenemos que ir paso a paso porque el cambio de ideas en mi país es difícil, hay que invitarles no sólo a pensar si no también a sentir los efectos del cambio climático"

El político comenta la importancia que tiene la educación de los niños sobre el cambio climático, ya que serán la generación que lo tendrá que reducir con más esfuerzo. "Los niños reaccionan muy bien a lo que les explicamos, sólo hace falta ver la reacción global a Greta Thunberg. Pero el camino es largo y difícil, hay que ir poco a poco y conseguir que reaccionen, porque lo harán mejor que los adultos.

El desafío de Yokohama: población cada vez más mayor y más concentrada

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Uno de los distritos centrales de Yokohama, con una densidad de población típica de las grandes ciudades japonesas.

¿Y qué medidas se están considerando para Yokohama? Antes de responder a eso, Shuhei nos pone en antecedentes enumerando algunos problemas que aunque abarquen a todo Japón, afectan de forma directa en su toma de decisiones para elegir esas medidas. Empieza con la despoblación del país: tal y como sucede en España, los japoneses se concentran cada vez más en las grandes urbes y abandonan la vida rural. Una de las consecuencias de esto es que en las ciudades hay mucha demanda de energía y muy pocos medios para poder acumularla de forma limpia.

"Los cargos políticos por sí solos no pueden encargarse de esto"

Al mismo tiempo, el envejecimiento de esa población hace que cada vez haya menos personas en edad de trabajar y más personas que necesitan cobrar la pensión. Obtener dinero para implementar soluciones que mitiguen el cambio climático es también cada vez más difícil. Otro factor social es el carácter y las normas de Japón, que son muy estrictas. “A los japoneses nos cuesta mucho cambiar las normas, porque éstas están muy arraigadas”. Cuesta más que la innovación y los cambios calen más entre la ciudadanía, que es cada vez mayor y quiere seguir viviendo como hasta ahora.

Shuhei continúa con un abanico de propuestas que se sabe de memoria. Para empezar también hay soluciones similares de autobuses bajo demanda para zonas suburbanas de terreno accidentado, donde las personas mayores necesitan poder desplazarse y los niños necesitan ir al colegio y los institutos. Tanto con esos autobuses como con los más grandes y destinados a las rutas urbanas principales, el director nos menciona que apuestan por motores de hidrógeno o de biodiésel.

También hay soluciones de movilidad personal y compartida: Yokohama ha empezado a impulsar proyectos como el de las bicicletas eléctricas compartidas de Baybike o los coches biplaza eléctricos compartidos de Choi-Mobi. Whill, una empresa de sillas eléctricas compartidas, pone el colofón.

Shuhei Okuno

La ciudad no se ha olvidado de soluciones a aplicar en situaciones de catástrofe: En caso de tifones, terremotos o tsunamis se ha pensado en iluminación eléctrica de emergencia que dependa exclusivamente de paneles solares y baterías, o incluso coches eléctricos del ayuntamiento que puedan ofrecer energía gracias a unos enchufes eléctricos en su exterior. En cuanto a cómo conseguir esa energía, Shuhei impulsa un plan para que el exceso de energía limpia que se puede acumular en el campo pueda ser transmitida a la ciudad donde la demanda es mayor.

Shuhei insiste aquí en lo que él cree que deberíamos insistir todos: la coordinación de los recursos. Hablando con otros gobiernos locales como el de Barcelona han aprendido que "hay que planear a medio y a largo plazo y cumplir con los objetivos que se autoimpongan", y que "la fuerza de los ciudadanos debería ser un punto fuerte" en todo el mundo. Alaba Barcelona por ser una ciudad bien planificada y por tener "mucha personalidad", aunque eso no quiere decir que la ciudad condal no haya hecho todos los deberes.

"No podemos hablar de solucionar los problemas del medio ambiente si no añadimos aquí factores económicos y sociales. Todo va junto. Ayuntamientos, empresas, universidades, asociaciones y demás entidades deben colaborar, porque los cargos políticos por sí solos no pueden encargarse de esto. Los políticos previenen las necesidades y las instituciones aportan las semillas"

Yokohama quiere alcanzar unos objetivos bastante ambiciosos: Reducir en un 22% las emisiones de CO2 para este mismo 2020, un 30% en 2030 y eliminar por completo estas emisiones en 2050 o “lo antes posible en la segunda mitad del siglo XXI”. Los acuerdos de París para Japón piden que para 2050 el recorte en emisiones sea de un 80%, así que el objetivo de Yokohama es más ambicioso. El tiempo nos dirá si lo cumplen.

Imagen | hazuijunpei, Alfonso Jiménez

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