SeaRAY es un proyecto de estación de carga autónoma para vehículos eléctricos marinos aprovechando la energía mareomotriz

SeaRAY es un proyecto de estación de carga autónoma para vehículos eléctricos marinos aprovechando la energía mareomotriz
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La energía mareomotriz es una alternativa que no es nueva, pero no es una energía renovable tan extendida como la eólica o la solar porque es más complicado lograr la eficiencia y suele requerir grandes estructuras. De ahí que de vez en cuando surjan ideas como SeaRAY, una plataforma flotante para aprovechar la energía de las olas.

Se trata de una idea que nos recuerda a O2, la "turbina flotante más potente del mundo". Un mastodonte que se ponía en marcha para aprovechar esta energía, aunque en el caso de SeaRAY las dimensiones son menores, ya que la idea es que sea un sistema aprovechable para barcos y otros vehículos.

Como quien carga el coche eléctrico, pero en alta mar

Como decíamos, la explotación de la energía mareomotriz está menos extendida que otras renovables y, sobre todo, hay diversas maneras de hacerlo, tal y como explica la investigadora Rebecca Fao (del Laboratorio Nacional de Energía Renovable -NREL- en Colorado, EEUU), una de las implicadas en el proyecto SeaRAY. Ejemplo de ello era O2 y también las boyas ancladas que instalaron en Australia.

SeaRAY es un sistema autónomo flotante diseñado para obtener energía eléctrica aprovechando la energía cinética de las olas. Aunque el NREL se ha encargado del "cerebro" de SeaRAY y de las pruebas y correcciones antes de la primera zambullida del sistema, es un proyecto en el que ha colaborado la empresa Columbia Power con el diseño, viendo que se basa en una forma cilíndrica.

Searay Nrel 01 Uno de los ingenieros encargándose del colector de datos. Imagen: Vern Slocum, NREL

Según explican, SeaRAY sería un equivalente a un punto de carga para un coche eléctrico, pero para vehículos como drones submarinos. Especialmente habiendo proyectos como Silbo, con investigaciones que duran más de cuatro años.

El sistema incluye, a su vez, uno interno de recolección de datos sobre el entorno, recogiendo información sobre las olas, las corrientes, los vientos y el rendimiento de la propia plataforma. Lo que sería ese "cerebro" que mencionábamos antes y que servirá para evaluar la actividad del proyecto.

Tras varios prototipos (como el que vemos en la foto del inicio), la versión definitiva de SeaRAY se lanzará a las aguas del Pacífico, al norte de la isla hawaiana de Oahu. La idea es que, de funcionar bien, sea aprovechable no sólo para barcos y drones submarinos, sino también en la industria de las piscifactorias, la minería, misiones militares y otros campos.

Imagen | Columbia Power

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