Como edificios de 25 plantas: así son los últimos árboles de récord descubiertos en el Amazonas y en China

Como edificios de 25 plantas: así son los últimos árboles de récord descubiertos en el Amazonas y en China
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Una expedición científica en el Amazonas ha localizado el árbol más alto de esta zona, elevándose casi 90 metros, la altura de un pequeño rascacielos. El hallazgo se ha producido unas semanas después de un anuncio semejante, el descubrimiento del árbol más alto de China.

Angelim vermelho. El árbol en cuestión es conocido en Brasil como angelim vermelho o ángel rojo (dinizia excelsa) y se encuentra en la Reserva Natural del Río Iratapuru, en el norte de Brasil. Los exploradores responsables de encontrar el coloso amazónico calcularon que la altura del árbol era de unos 88,5 metros, el árbol más alto jamás descubierto en ese bosque. No solo su altura es notable: su diámetro es de 9,9 metros.

Por establecer una comparación, el árbol tiene la altura aproximada de edificios emblemáticos como la Torre Telefónica de Madrid, el edificio Godó de Barcelona, o la Torre Bizkaia en Bilbao. Supera en 8 metros al Palau de les Arts Reina Sofia de Valencia.

Como el cuento de las habichuelas mágicas. La dinizia excelsa es un árbol originario de Sudamérica y pertenece a la misma familia que las leguminosas, es decir, está lejanamente emparentado con plantas como las que nos dan alubias, guisantes y otras vainas. Se trata de hecho del mayor árbol de esta familia, aunque su altura habitual suele rondar los 60 metros.

Tres años de preparación. La historia de este descubrimiento se remonta a 2019. Entonces, una investigación realizada a través de Lidar (Light Detection and Ranging, el equivalente limínico del radar), detectó la presencia del coloso. El descubrimiento se dio a conocer a través de un artículo en la revista Frotiers in Ecology and the Environment, pero la aventura solo había comenzado a gestarse.

Durante estos últimos tres años el equipo estuvo preparando una expedición para alcanzar el recóndito punto de la selva en la que se encontraba el árbol par analizarlo in situ. Tras una expedición frustrada y tres expediciones de éxito parcial, en las que se exploró el entorno, llegando a encontrar un colosal castaño de 66 metros, a la quinta expedición fue la vencida.

Una vez alcanzado el coloso, el equipo pudo tomar muestras de sus hojas y de la tierra de su entorno, además de otras muestras. A través de los datos recogidos en este lugar, los investigadores quieren, por ejemplo, determinar la edad del árbol, y es que tal altura no se alcanza en cuestión de días. De hecho los investigadores no han logrado determinar la edad de este árbol, aunque estima que podría superar los 400 años e incluso alcanzar los 600.

Un abeto chino de más de 80 metros. En su camino, los exploradores se toparon también con un singular castaño de una altura de 66 metros. Pero el otro gran descubrimiento forestal anunciado en las últimas semanas se realizó muy lejos de la selva amazónica, en la Región Autónoma del Tibet.

Aunque el descubrimiento se anunciara ahora, expertos del Instituto de Botánica de la Academia de Ciencias de China llevan varios meses analizando el ejemplar descubierto en mayo. El Guo Ke, investigador de este Instituto fue el responsable del descubrimiento.

El árbol, un abeto, según el medio local CGTN de la variedad salouenensis de la especie Abies ernestii, se eleva 83,4 metros y su diámetro supera los dos metros. El árbol destaca en una región donde la canopia forestal alcanza con facilidad los 75 metros.

83 metros y creciendo. Según los medios locales, el árbol, de 380 años, logró alcanzar semejante altura gracias a un cúmulo de circunstancias, climatológicas y geológicas. Además del hecho de que su aislamiento le ha permitido evitar cualquier posible efecto de la presencia humana, como la tala.

Sin embargo, quizá la conclusión más sorprendente de los análisis realizados por el equipo es que este árbol continúa en su etapa de crecimiento, si bien no han explicado qué tamaño podría llegar a alcanzar.

Entre 25 y 35 metros del récord mundial. Los dos hallazgos recientes resultan asombrosos, pero se quedan a unos metros del árbol que hoy en día ostenta el récord como el más alto que conozcamos. Este título es propiedad del ejemplar conocido como Hiperión, una secuoya (Sequoia sempervirens) de casi 116 metros de altura que se encuentra el estado americano de California.

Hiperión supera en edad a los dos descubrimientos recientes, con estimaciones sobre su antigüedad que parten de los 600 años y que algunos sitúan en más de 1.000. Su edad sin embargo palidece en comparación a los casi cinco milenios del árbol conocido como Matusalén.

Un planeta por explorar. Lo que desde luego demuestran estos recientes hallazgos es que en el mundo aún nos queda mucho por explorar, no solo en las profundidades del océano, sino también cono solo adentrarnos en las colosales regiones a medio explorar en lugares como la cuenca del Amazonas o China. Quién sabe, puede que ya haya un árbol que haya batido el récord de Hiperión, es solo cuestión de encontrarlo (y no destruirlo antes).

Imagen | Tronco de un ejemplar de dinizia excelsa. Gorgens / Commons

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