Ya conocemos la sentencia de la demanda de Hermès contra MetaBirkins. El resultado es una indemnización de 133.000 dólares a la conocida marca francesa de productos de lujo y un mensaje claro: no puedes coger lo que quieras y convertirlo en NFT. Es la primera vez que un juez se pronuncia sobre los NFT y la conclusión ha sido contundente.
La justicia define por primera vez los límites de los NFT. Un juzgado de Nueva York ha sido el que ha determinado la sentencia. El caso llega a raíz de la denuncia de Hermès hacia Mason Rothschild, autor del proyecto de NFTs de MetaBirkins.
La disputa se encontraba hasta qué punto los NFTs son una obra creativa, amparada por la libertad de expresión, o un producto con una clara vertiente comercial y donde había que añadir una capa de seguridad frente al uso de otras marcas. El veredicto ha sido lo segundo, dando la victoria a las marcas.
La exclusividad no es de todos. El propio proyecto de MetaBirkins ya dejaba claro que "no estamos afiliados, asociados, autorizados, avalados por Hermès ni conectados oficialmente de ninguna manera con Hermès, ni con ninguna de sus subsidiarias o afiliadas". En visión del artista digital, sus creaciones estaban inspiradas en los productos de Hermès, pero como muchas otras pinturas o creaciones. En ningún momento se intentó engañar al usuario.
El ejemplo es que MetaBirkins era como las serigrafías en las latas de sopa Campbell de Andy Warhol. Un "experimento creativo", donde "es perfectamente legal que los artistas ganen dinero con su arte", según explicaba Rhett Millsaps, abogado de Rothschild.
Sin embargo, para la multinacional se veía simplemente como falsificaciones, con una clara intención de sacar rédito de su marca de lujo y no tanto por la vertiente de la expresión creativa. El juez ha determinado que la posición de Hermès es la correcta y esos trabajos impactan en la propiedad intelectual.
Más de 1 millón de dólares. Con precios por encima de los 450 dólares y unas ganancias del 7,5%, Rothschild habría ganado más de 125.000 dólares con sus NFTs, con unas ventas por valor de 1,1 millón de dólares.
Lógicamente se quedan cortos con los más de 100 millones de ventas cada año que consigue Hermès, pero son cifras suficiente importantes como para que el aspecto económico se haya tenido en cuenta a la hora del veredicto.
Un punto de inflexión. Desde Hermès han expresado que son "un hogar de creación, artesanía y autenticidad, que ha apoyado a los artistas y la libertad de expresión desde su fundación". Para Rothschild, se trata de una victoria para "las grandes marcas".
El juicio es un claro aviso al sector de los NFT. Si se desea comercializar una obra en base a esta tecnología, hay que respetar la autoría de las marcas comerciales, con un nivel de protección similar a como si se estuviera ofreciendo un producto físico.
Tranquilidad para las marcas icónicas. El copyright ha sido objeto de debate en el sector de los NFTs y la Web3. Esta sentencia es la primera que pone orden, dejando claro que las leyes de la propiedad intelectual son aplicables perfectamente. El hecho de que se vendan bienes digitales no implica que una marca esté diluida, al contrario.
"El caso Hermes-MetaBirkin definitivamente sienta un precedente que beneficiará a las marcas en el futuro, estableciendo límites en los derechos de autor en cuanto a lo que puede y no puede ser creado o “inspirado” por sus propios productos, digitalmente, dentro del metaverso", explica Olga Dogadkina, CEO de la empresa de realidad virtual Emperia.
Una derrota para el vendedor, pero bueno para los propios NFT. La sentencia en este caso ha sido una derrota para el vendedor de los NFT, pero sí puede ser entendida como un factor que los refuerza. Lo que se ha conseguido es dar valor al arte creado digitalmente, otorgándole unas protecciones similares al arte tradicional.
Marcas de lujo como Karl Lagerfeld, Gucci o Burberry tienen proyectos de arte digital. También es el caso de Nike o fabricantes de coches como Lamborghini o Porsche. La pionera sentencia ha dejado claro que aunque sean bienes digitales, la propiedad intelectual está igual de protegida. Vía libre para que las marcas y los artistas más importantes puedan defender sus creaciones en el mundo digital.
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