Hace unos años en Philips se pusieron un desafío nada sencillo: utilizar la luz para mejorar la forma en la que la gente disfruta de lo que ve en televisión. El resultado se vio por primera vez en 2002, cuando nació lo que hoy conocemos como Ambilight. En 2004 llegaron al mercado los primeros televisores Philips con esta tecnología, que desde entonces no ha dejado de evolucionar.
Pero ¿en qué consiste la tecnología Ambilight? Su nombre, combinación de "ambient" y "lightning", ya nos da una primera pista: se utilizan luces LED para que lo que vemos en televisión no quede reducido a lo que hay entre los marcos del televisor. Por ejemplo, si estamos viendo un partido de fútbol, desde la parte trasera de nuestra tele emanará una luz verde con un tono similar al que tiene el campo de juego.
Mejorando la experiencia televisiva con Ambilight
La primera ventaja de disfrutar de contenidos en un televisor con Ambilight parece clara: la experiencia del espectador sea más real, más completa. Permite una inmersión mayor ya que, a fin de cuentas, la iluminación del ambiente se adapta a lo que el usuario esté viendo en cada momento. La imagen resultante resulta más envolvente y crea una experiencia más cinematográfica.
Además, se puede personalizar la intensidad para que cada espectador la adecue a sus preferencias. El color de la pared de fondo tampoco supone un problema, ya que con tan sólo avisar al televisor de cuál es, él mismo ya se encarga de ajustar la iluminación para que se adapte a la pared.
Ayuda a cuidar la vista
La tecnología Ambilight también es beneficiosa para los ojos al reducir el estrés al que los sometemos cuando estamos delante de la tele. Cuando estamos a oscuras frente al televisor, él mismo actúa como principal fuente de luz. Esto significa que, cuando se cambia la imagen que estamos viendo, nuestra pupila se dilata o contrae rápidamente para adecuarse a la iluminación existente. Cuando esto ocurre muy rápido, puede dar lugar a la fatiga visual.
Cuando se dispone de un televisor con Ambilight, el resultado es diferente: los cambios son menos bruscos y la iluminación es más constante, por lo que los ojos no tienen que trabajar tanto. Son diversos los estudios que demuestran que los televisores con Ambilight cansan menos la vista y ayudan a disminuir la fatiga ocular.
En 2004, el Dr. Begemann, de la Universidad Técnica de Eindhoven, publicó un informe en el que se reflejaba que el cansancio ocular se reducía entre un 60% y un 90% (dependiendo del tipo de contenido) cuando se utilizaban televisores Philips con Ambilight. En 2006, otro estudio publicado por el Lighting Research Center del Rensselaer Polytechnic Institute ofrecía conclusiones similares.
Una tecnología que ha evolucionado mucho
Cuando Philips lanzó en 2004 el primer televisor con Ambilight, éste utilizaba dos lámparas fluorescentes (CCFL) de colores, cada una de ellas a un lado del televisor. La introducción en 2006 de los LEDs no sólo supuso la mejora en ahorro de energía, sino que también significó un vuelco en la calidad de la iluminación. Las gamas de colores dentro y fuera de la pantalla ya no sólo eran parecidas, sino que eran las mismas.
Con la llegada de los LEDs a la parte inferior y superior de la pantalla, los cambios en el algoritmo que se encarga de traducir las imágenes en colores e incluso con la posibilidad de adaptar la iluminación en función del color de la pared que se sitúa tras el televisor, la tecnología Ambilight actual de Philips ofrece una calidad inigualable.
¿Quieres probarlo?
Ya conoces todos los detalles de Ambilight, pero ¿quieres ver un ejemplo práctico de cómo se vería una película en un televisor Philips con esta tecnología? ¿O quizás comprobar, según el color de tu pared, qué efecto tendría? Una herramienta muy útil que podrás utilizar es el Ambilight Player de Philips, que te permitirá hacer estas y muchas más simulaciones.
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