Lo que la venta de The CW por parte de Warner cuenta sobre la industria del streaming (nada bueno)

The Flash Grant Gustin
16 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Nexstar Media Group Inc. está muy cerca de comprar la mayoría de CW Network, actualmente propiedad de Warner y Paramount, informa The Wall Street Journal. Si la compra sigue adelante, Nexstar adquiriría el 75% del canal y sus dueños originales conservarían el 12,5% de la propiedad. Nexstar, por su parte, es un conglomerado de cadenas de televisión, y no precisamente pequeño: es el principal operador estadounidense de televisiones locales.

Por qué es importante The CW. Nexstar no va a pagar dinero por The CW, sino que va a asumir buena parte de sus pérdidas, que se elevan a más de cien millones de dólares. Los términos exactos del contrato no se han hecho públicos, pero WSJ habla de que Warner y CBS seguirán produciendo para el canal, y del mismo modo ambas compañías mantendrán contratos de licencias previas a la compra, lo que incluye el contrato de licencia con Netflix que en Estados Unidos ha hecho especialmente conocido al canal.

Pero lo que quiere Nexstar no son las series que han convertido a The CW es una excelente potencia de contenido juvenil, sino todo lo contrario: beneficiarse de su implantación y su marca para inyectarle su programación tradicional, para público mayor edad. De hecho, la cadena ya ha incluido en su parrilla series como 'Walker' o ha licenciado productos de fuera del canal como 'Professionals', que se distancian de series como 'Riverdale' o 'Supergirl'.

Así triunfó The CW. El canal ha tenido producciones propias de éxito prácticamente desde sus inicios, en 2006. Series como 'Gilmore Girls', 'Supernatural', 'The Vampire Diaries' o realities como 'America's Next Top Model' orientaron la programación hacia el público juvenil. Así, durante la década pasada surgieron series como 'Los 100', 'iZombie', 'Jane the Virgin' y, especialmente, todo el catálogo de series inspiradas en héroes DC, que arrancó con 'Arrow' y que gener´o tal universo de series interconectadas entre sí que recibió un nombre propio: el 'Arrowverso'

Independientemente de los hallazgos de cada una de ellas, que los hay y en abundancia (la adaptación de los desmanes intertemporales y la galería de villanos de 'The Flash' es notabilísima, así como el espíritu lúdico y gamberro de 'Legends of Tomorrow' o la excelente adaptación del Hombre de Acero que se lleva a cabo en 'Superman y Lois'), hay valores en el arrowverso que no se pueden pasar por alto. Uno de ellos es el tono ligero, de superhéroe de comic-book clásico, que tienen todas las series. El otro es la construcción de excelentes crossovers que ya juguetearon con los multiversos como fan-service antes de la llegada de las últimas películas Marvel, como en 'Crisis en Tierras Infinitas'.

La moraleja es poco halagüeña. Precisamente por todo ello, es una pena que desaparezca The CW tal y como la conocemos. A 'Riverdale', por ejemplo, se le podían poner múltiples pegas, pero convertir un cómic juvenil clásico en una mezcla de Twin Peaks y Scooby Doo con protagonistas adolescentes era, como mínimo, una propuesta diferente. Y las series superheroicas de DC, que durante el último año han ido siendo canceladas una tras otra eran una refrescante alternativa al oscuro estilo DC a lo Snyder y Nolan. Tendrían sus problemas (el exceso de episodios, para empezar), pero al menos eran una alternativa válida y de aires genuinamente clásicos.

Y esa alternativa es la que desaparece con el enfoque clásico del canal. En un momento en el que la tendencia a lo abiertamente comercial de los blockbusters de Netflix y la confianza casi exclusiva de Disney+ en sus dos franquicias más potentes rechazando de plano el menor riesgo hace que ya echemos de menos propuestas como las de The CW. Por supuesto, el canal estaba dentro de unos márgenes absolutamente comerciales (con el respaldo de Warner y Paramount, nada menos), pero hay cosas indiscutibles, y es que con cada nuevo episodio clónico de 'Obi-Wan Kenobi' o 'Caballero Luna', es inevitable acordarse de la desvergüenza enloquecida de 'Riverdale' o de la genuina devoción por sus personajes de 'Supergirl' o 'The Flash'.

Comentarios cerrados
Inicio