'Loki': Disney+ deja clara su apuesta para el MCU con una serie tan imprevisible como su protagonista

Loki
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En la presentación de 'Loki', a la que asistimos junto a otros medios de todo el mundo, el jefazo de Marvel Kevin Feige dio una pista acerca de cómo funciona la rueda de producción de Marvel: no sabían qué sería del personaje de Loki en 'Infinity War', pero lo sabían perfectamente cuando hicieron 'Endgame': "una de mis cosas favoriotas de la película fue la gente diciéndonos que habíamos dejado cabos sueltos con Loki, habíamos olvidado decir que pasaba con él". Pero por supuesto que no lo habían olvidado.

Aunque no tenían muy claro qué pasaría con él. Sabían que querían hacer viajes en el tiempo, que estuviera Loki, y poco más. La idea definitiva vino, según comentó Feige, de la propia Kate Herron, directora y productora de la serie, que introdujo la Autoridad de Variación del Tiempo, la oficina creada en 1986 en la colección de Thor por Walt Simonson y Sal Buscema. Con ella consiguieron dar no solo con la clave argumental que hiciera sobrevivir a Loki, sino que, vistos los dos primeros episodios que llegan esta semana a Disney+, también dictaron el tono de la serie.

Y es que la presencia de la Autoridad de Variación del Tiempo es casi tan esencial como la figura del propio Loki para definir tono e intenciones de esta nueva propuesta de Disney+ en torno a un secundario del MCU, después de 'Wandavision' y 'Falcon y el Soldado de Invierno' (y 'M.O.D.O.K.' en cierto sentido, aunque originariamente es de Hulu). Sobre todo en la primera de ellas, ya que la idea de "mandemos a la heroína a una sitcom" determinaba todo el desarrollo de la serie.

En este caso, el puñetazo sobre la mesa es "un dios nórdico en una oficina". Un recurso clásico de comedia, mezclar dos elementos antagónicos entre sí y ver qué pasa, y que aquí da como fruto una serie moderadamente arriesgada (moderadamente, estamos hablando de Disney, no de una película de Bñela Tarr), pero con los adecuados toques de excentricidad como para diferenciarse sin problema del resto de producciones Marvel.

Loki: de 9 a 5

En los dos primeros episodios se plantea una situación que, por descontado, da de sí como para sostener una temporada entera: Loki (Tom Hiddleston) no estaba muerto ni de parranda, sino retenido por una agencia que se encarga de corregir las disrupciones en la línea temporal "buena". Con la ayuda del agente Mobius (Owen Wilson) intentará detener a un criminal que está sembrando el caos en el tiempo, generando múltiples líneas alternativas.

Sin duda, la gran idea de la serie es convertir la dinámica superheroica habitual en una buddy movie procedural. Basándose en el choque de caracteres entre Loki y Mobius (mentiroso e imprevisible uno, formal y estricto observador de los reglamentos el otro), la investigación acerca de quién está trasteando con las líneas temporales combina la investigación y la acción (no especialmente bien rodada, por cierto) con la pura comedia. El resultado es equilibrado y divertido gracias al carisma de los dos protagonistas, que vienen acompañados de múltiples comparsas, como las estupendas Wunmi Mosaku y Gugu Mbatha-Raw.

El resultado, de momento, es prometedor y consistente, y tiene el acabado pulcro e intachable de todas las producciones Disney, un escalón por debajo de las películas en cuanto a lujo y excesos visuales, pero muy por encima de una serie media de Netflix, por ejemplo, y sus planificaciones y ritmos irremediablemente televisivos. Sin embargo, cae en el problema que ya se está empezando a convertir en obvio en las series Marvel: son solo colchones argumentales para justificar los grandes eventos, que llegarán en cine.

¿Acabará esto convirtiéndose en un problema? Sin duda, hay que esperar a nuevas series para comprobarlo, pero sería deseable que las series de Marvel en Disney+ tuvieran identidad suficiente como para no ser meros comentarios a pie de página de las películas. Recordemos, no obstante, que esta primera tanda de series del MCU fue planificada antes de que Disney se percatara de que tiene una poderosísima aliada en su plataforma de streaming. Quién sabe si no acabarán siendo las películas las que acaben convertidas en episodios pilotos para los auténticos platos fuertes en pantalla pequeña.

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