La adaptación televisiva de ‘La Niebla’ es otra víctima más de los riesgos que suponen las historias high concept

La adaptación televisiva de ‘La Niebla’ es otra víctima más de los riesgos que suponen las historias high concept

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La adaptación televisiva de ‘La Niebla’ es otra víctima más de los riesgos que suponen las historias high concept

Una sospechosa y densa niebla avanza poco a poco por las calles de un pueblo de Maine. Se oyen gritos en su espesura y los habitantes se refugian en el interior de los edificios. Una mujer aparece frente a la puerta acristalada del centro comercial. La mandíbula ha desaparecido de su rostro y en su lugar sólo quedan jirones de sangre. Algo tira de ella violentamente hacia el interior de la niebla.

Desde que Stephen King empezase a publicar novelas nunca hemos tenido que esperar mucho para ver adaptaciones audiovisuales de su obra, pero actualmente estamos en uno de los años más prolíficos. ‘La Torre Oscura’, ‘It’, ‘El Juego de Gerald’, ‘Mr. Mercedes’, ‘Castle Rock’, una nueva ‘Los Chicos del Maíz’... Cuesta seguir la pista a todo.

El canal de cable americano Spike ha estrenado el pasado jueves ‘The Mist’, que adapta la novela corta homónima del autor en, de momento, diez episodios. El planteamiento argumental de ‘La Niebla’ es un habitual en la obra de King: arrinconar a un grupo de personajes en una situación extrema y dejar que la tensión entre ellos haga el resto.

Como especie estamos esencialmente locos. Pon a más de dos humanos en una habitación, elegimos bando y comenzamos a imaginar motivos por los que matarnos los unos a otros. ¿Por qué crees que se inventaron la política o la religión? – La Niebla.

Es por eso que la serie tenía potencial de presentarnos una historia de personajes que aprovechase el macguffin de la niebla para hablar de las miserias y valores del ser humano; de cómo el miedo saca lo peor y lo mejor de nosotros.

El camino que han tomado Spike y su creador Christian Torpe (no, no lo voy a hacer) es el del terror y el misterio más básicos y efectistas posible. Confían en el detontante para mantener el interés del espectador pero no presentan un pueblo, unos personajes o una dinámica singulares que atrapen. Para la que escribe, han caído en la peligrosa trampa del high concept vacío.

El high concept

Matrix

Las historias high concept, relatos cuya premisa es tan potente e impactante que cuyo concepto se puede resumir en pocas palabras, conllevan ciertos riesgos, sobre todo en televisión. El esencial deriva del hecho de que se presta tanta atención al detonante y a la intención de sorprender al espectador que es fácil descuidar un elemento tan primordial como son los personajes.

En el cine, donde las historias son finitas (bueno, quizá no tanto ahora en La Era De La Franquicia), el high concept es más llevadero. Incluso aunque los personajes sean planos y estereotipados, una narración centrada en la acción y los giros de trama pueden sostenerse perfectamente durante dos horas de metraje.

En ‘Matrix’, por ejemplo, los personajes están al servicio de la historia, de una mitología que se va exponiendo al espectador a base de revelaciones y secuencias de acción. En ‘Memento’ el atractivo recae sobre la estructura de la historia y cómo el espectador va formando parte del puzzle a la vez que el protagonista.

Se confía en que alargar ciertos misterios y generar chanchanes es más potente que presentar personajes carismáticos

También hay historias de personajes high concept en el cine. La fuerza de ‘Her’ está en ellos y en su reflexión sobre las relaciones humanas. La clave de ‘El día de la marmota’ no es tanto ese juego de bucle temporal como la madurez del personaje de Bill Murray. ‘Perfect Sense’ o ‘Another Earth’ tienen conceptos apocalípticos potentes pero en ambos casos se usa como simbolismo para desarrollar el drama humano.

En televisión el high concept es muy jugoso. Una de las batallas primordiales a la que se enfrenta una cadena es el efecto llamada (generar interés en los espectadores potenciales para que se asomen al producto), y un concepto potente y fácil de vender es un gran arma. Pero de doble filo.

‘Perdidos’ es un ejemplo socorrido para este tema, un planteamiento atractivo y fácil de vender que nació en ABC a partir de tres palabras: ‘Survivor’ hecho serie. Recurría constantemente al misterio y la mitología (sobre todo cuanto más avanzaban sus temporadas) pero siempre fue una serie de personajes atrayentes que iban tomando cuerpo flashback tras flashback.

Tras el terremoto de ‘Perdidos’ llegaron las réplicas, series high concept como ‘Flashforward’, ‘Revolution’, ‘The Event’ o ‘Alcatraz’, títulos tan obcecados en sorprender con la idea y el misterio que descuidaban el desarrollo de los personajes y sus dramas, algo insostenible cuando hablamos de tantísimos episodios.

Decepción con 'The Mist'

‘La Niebla’ parece haber caído en la misma trampa. Los dos primeros episodios están orientados a generar un terror y un misterio a base de clichés y frases hechas. Cuando un espectador se asoma a esta historia ya sabe que hay una niebla chunga con cosos asesinos en su interior; eso es un reclamo. La presentación del universo y el relato se beneficiarían de ir más allá en alguna dirección.

Si se escoge el camino de la acción, el terror y el misterio, son necesarias secuencias de verdadera tensión, ideas visuales impactantes o algo sencillo pero tan bien ejecutado y tan entretenido que invite a quedarse. Y no es el caso de los dos primeros capítulos de la serie, que son una sucesión de escenas ya vistas y previsibles.

Los personajes son puro estereotipo (y desde luego no ayuda la calidad interpretativa del reparto) y las rencillas que se plantean entre ellos para alimentar el drama más adelante son entre manoseadas e insulsas (sheriff incompetente, tipo infiltrado que sabe más de lo que dice, madre a la que el resto de madres odian…) y cabreantes (adolescente a la que violan la noche antes).

Me sigue sorprendiendo que en este tipo de planteamientos seriados de género se confíe en que alargar ciertos misterios y generar chanchanes es más potente que presentar personajes únicos o carismáticos que tiren del interés del espectador y eleven el suspense.

‘Awake’, ‘El Ministerio del Tiempo’, 'Les Revenants', ‘Los 100’, ‘The Leftovers’ son cuatro ejemplos que me vienen a la mente pensando en high concept televisivos estimulantes, por si os ha ocurrido como a mi con ‘La Niebla’ y buscáis una recomendación.

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