En la guerra del streaming, el anime es el arma de Netflix contra el catálogo de Disney+ y HBO

En la guerra del streaming, el anime es el arma de Netflix contra el catálogo de Disney+ y HBO
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A menudo pasa bajo el radar frente a blockbusters y taquillazos o nombres propios de gran peso. Pero el cine y las series de animación pueden ser un arma de gran importancia para definir un vencedor en más de una batalla de las cruentas guerras de audiencias en terreno streaming que nos esperan en 2020, cuando Disney+ y HBO Max extiendan su manto por todo el mundo. Y dentro de ellas, las series y largometrajes anime pueden marcar una pauta muy importante dentro de esas producciones de animación más relevantes.

Al fin y al cabo, Disney+ no tiene, como es lógico, nada de anime en su catálogo, pero el despliegue de casi todos sus clásicos de animación -contemporáneos o no tan modernos- es, junto a las franquicias de Marvel y 'Star Wars', una de las puntas de lanza de su programación. Exhibió las series de animación de Marvel de los noventa consciente de su potencial como bomba nostálgica, y sus históricos largometrajes animados, de 'Blancanieves' a 'La Sirenita' pasando por las producciones Pixar más recientes, están entre su oferta.

Es normal que el resto de las plataformas, incapaces de plantar cara a esta oferta de Disney+, miren al mercado del anime. La animación japonesa conforma una de las industrias del entretenimiento más sólidas del mundo, incluso fuera de su país de origen (y allí es incontestable el triunfo de la animación: entre las diez películas más taquilleras del año se cuelan cuatro films de anime -de las franquicias 'One Piece', 'Doraemon' y 'Detective Conan', más 'El tiempo contigo' de Makoto Shinkai- y casi todo el resto... es de Disney). De ahí que la futura HBO Max exhiba como uno de los puntos más atractivos de su catálogo los derechos de emisión en Estados Unidos del catálogo Ghibli al completo.

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Taquilla de Japón durante 2019. Datos de boxofficemojo.com

De este modo, es perfectamente comprensible que en los últimos años Netflix haya prestado más atención al cine de animación en general y al anime en particular. Entre otras cosas, porque con el recrudecimiento de esta competencia entre plataformas de streaming le va a hacer perder parte de su catálogo, consecuencia lógica de la concentración de corporaciones en la industria de entretenimiento.

Por ejemplo, todo Marvel, marca que en el pasado ayudó a cimentar su prestigio como generadora de interesante contenido propio con las series, desaparece de su catálogo a excepción de las cabeceras que produjo (es decir: 'Daredevil' se queda, las películas del MCU se van -algunas, como 'Thor: Ragnarok' aún colean). Y los productos de WarnerMedia han desaparecido o irán desapareciendo de su catálogo: de 'Friends', que ya está en HBO después de años como mascarón de proa de Netflix a 'El príncipe de Bel-Air', que saldrá de Netflix tras Navidad, pasando por las series de The CW, distribuidas en algunos países por Netflix y que son propiedad de Warner.

¿Netflix <3 anime?

Fue en verano de 2017 cuando Netflix comenzó a prestar una atención especial al anime. Arrancó con el anuncio de la producción de una docena de series, que se sumaban a su experimento con 'Castlevania', de estética anime, producida parcialmente en Occidente, pero que se promocionó como facturada por el estudio que había concebido 'Fullmetal Alchemist' o 'Ghost in the Shell'. No fue un éxito unánime entre los fans del anime, pero estableció un nombre y un posicionamiento de la compañía, y acaba de estrenar su tercera temporada.

Entre esas 12 series que fueron llegando después, unas dieron más en el blanco y otras menos: 'Devilman Crybaby' o 'Baki', por ejemplo, son extraordinarias, mientras que alguna otra, como el reboot de 'Los Caballeros del Zodiaco', es absolutamente escalofriante. Lo importante es que Netflix se acerca de este modo más a Crunchyroll, su reinado de plataforma de streaming por excelencia para consumir anime y sus 45 millones de usuarios registrados (2 de ellos, usuarios de pago). Pero sin intentar tampoco plantear una competencia seria: Álvaro Arbonés, periodista experto en cultura japonesa, nos cuenta que el consumidor de anime se alimenta en ocasiones de anime exclusivamente, por lo que no es una cuestión de que una plataforma quiera arrasar con la otra. "La gente está empezando a ver más anime", nos cuenta, "y las plataformas generalistas intentan pescar un poco en un lugar donde hay buena pesca"

Ese año, Netflix andaba invirtiendo seis mil millones de dólares en producción propia, lejos aún de los quince mil que se prevé que se habrá gastado en 2019, y buena parte se lo llevaba la producción de anime. Poco a poco fue incluyendo producciones mucho más notables y conocidas en su catálogo de distribución, más allá de las producciones propias: 'One Punch Man' fue una de las más conocidas, aunque ya no está en su poder.

En un artículo de 'Wired' sobre la relación inicial de Netflix con el anime, Susan Napier, especialista en anime y manga y autora de 'Anime from Akira to Howl's Moving Castle: Experiencing Contemporary Japanese Animation' afirmaba que "hoy día la demografía del anime se ha expandido de forma considerable. Todavía aglutina a muchos usuarios masculinos de entre 8 y 35 años, pero hay muchos fans más mayores, así como una división del 50-50 entre sexos, algo muy diferente de los primeros tiempos, cuando era algo principalmente masculino".

En el mismo artículo, el analista Dan Rayburn recordaba que "el anime es habitualmente más barato de producir” que las producciones de imagen real. Están claras las ventajas que el anime supone para Netflix: permite a la plataforma experimentar y apuntar a distintas demografías y sectores de edad con sus animes tanto en términos de producción como de distribución. Es obvio que hay anime para público más infantil, abiertamente juvenil y completamente para adultos, y gracias a esa peculiaridad Netflix puede permitirse apuntar a distintas demografías, algo que sin duda le conviene.

Aunque hay rumores de que Netflix podría adquirir los derechos de las películas de Ghibli fuera de Estados Unidos (lo que incluye, según medios como Japan Times, su propio país de origen), no es algo que necesite con urgencia: su catálogo de anime sigue creciendo. Recientemente ha añadido su competente versión animada de 'Ultraman' (responsables: Kenji Kamiyama -director de las series de 'Ghost in the Shell'- y Shinji Aramaki -'Gundam'-) y 'Eden' es una de sus producciones para 2020 más esperadas. En esta nueva serie, inspirada en un manga de Hiromu Arakawa, viajaremos a un futuro lejano donde los robots llevan siglos dominando el planeta, pero todo envuelto en una estética apacible y que recuerda, precisamente, a las producciones Ghibli. Su responsable es Yasuhiro Irie, director de 'Fullmetal Alchemist: Brotherhood' (también disponible en Netflix, claro)

La política de Netflix es la de multiplicar la producción original de contenido: en 2018 produjo cinco veces más que en 2016. Y el anime no es algo ajeno a ello, por supuesto: Netflix está cambiando la forma de producir y distribuir. En marzo de 2019 la plataforma anunció un acuerdo con tres compañías, Anima, Sublimation, and David Production, que se sumaban a las dos que ya tenía. El beneficio para esas compañías está muy claro: Netflix llega actualmente a 190 países, y John Derderian director de anime y producto japonés de la empresa, fue claro en ese sentido en el pasado Animejapan de 2018: "En 2019 lanzaremos 30 series: 18 en co-producciones con estudios japoneses (...), y 12 totalmente originales. Todas llegarán a los 190 países en los que está disponible Netflix".

Mientras tanto, y con una política de expansión clara en este sentido, Netflix sigue aglutinando clásicos modernos o intemporales del género en su catálogo. Solo algunos títulos aparte de todos los mencionados: 'Naruto', 'Assassination Classroom', 'Sakura Cazadora de cartas', 'Jojo's Bizarre Adventure', 'Ataque a los titanes' y un largo etcétera de series menos conocidas pero que crean marca, como la sensacional 'Aggretsuko'. Teniendo en cuenta que Hulu también puede jugar a esto (nada menos que la segunda de 'One-Punch Man' exhibirá, en un catálogo también trufado también de anime) y que Hulu es propiedad de Disney... ¿hasta qué punto será decisiva la batalla del anime en la guerra del streaming?

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