"Cojo la gramática, la destrozo y la vuelvo a recomponer": aprender (y enseñar) dothraki en YouTube

"Cojo la gramática, la destrozo y la vuelvo a recomponer": aprender (y enseñar) dothraki en YouTube

8 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
"Cojo la gramática, la destrozo y la vuelvo a recomponer": aprender (y enseñar) dothraki en YouTube

Resulta sorprendente que al mismo tiempo que fueron perdiendo fuelle los diálogos en 'Juego de tronos', aumentaron los fans que querían hablar alto valyrio y dothraki. Si fue antes el huevo o el dragón no es el tema de este artículo, pero lo cierto es que la popularísima app para aprender idiomas Duolingo sacó un curso de alto valyrio para angloparlantes a mediados de 2017 que ya cuenta con más de un millón de estudiantes.

Ocurre en ocasiones que los lenguajes inventados para obras de ficción resultan tan atractivos, que los muy fan empiezan a buscar materiales para estudiarlos, cosa que saca de quicio a los de marketing porque es complicado hacer caja de un manual de gramática (aunque a veces ocurre).

Actualmente podemos ver este fenómeno con los dos conlangs (constructed languages) de 'Canción de hielo y fuego', pero en su momento ocurrió algo parecido con el na’vi de 'Avatar' o con el quenya de 'El señor de los anillos'. Ahora, si hablamos del idioma inventado para una obra de ficción más hablado de todos los tiempos, entonces tenemos que ir más allá de la última frontera.

Estudiar lenguas inventadas

“Como buen fan de 'Star Trek', me gusta conocer todos los aspectos de la saga, y el idioma klingon es uno muy importante”, explica Luiggi Lights, disyóquey de 50 años que reconoce un nivel medio-bajo en el idioma.

40 años después de la primera de las 13 películas de 'Star Trek', el klingon no sólo tiene su curso en Duolingo, sino también su propio instituto, The Klingon Language Institute, inaugurado en 1992. “El klingon es una lengua que ha traspasado el umbral de pertenecer a una saga de ciencia ficción. En ese idioma se han hecho operas, obras de teatro, ceremonias de boda e incluso hay una versión de la web de Google en klingon”, explica Luiggi Lights.

Boleco tiene 33 años y lleva 10 estudiando idiomas. Está centrado en el romaní, el caló, el inglés y el portugués brasileño, aunque también aprende de forma autodidacta algunos idiomas inventados.

Empezó con el esperanto, la lengua artificial creada a finales del siglo XIX para competir con el inglés por el título de lengua universal. Continuó con el ido, que es un dialecto simplificado del esperanto, y de ahí pasó al interlingua, un idioma creado en los años 50 a partir de las lenguas romances y el inglés.

Boleco también se acercó al quenya de 'El señor de los anillos', pero “al leer la gramática y esa fonética tan difícil” se le quitaron las ganas de seguir. “Lo hacen tan difícil, tan ficticio, que no está al alcance de todos”, concluye.

Tanto Luiggi Lights como Boleco son autodidactas y ambos recurren a los tutoriales en YouTube. Luiggi Lights tiene las 13 películas y las siete series de 'Star Trek' para escuchar el klingon, pero Boleco tiene materiales más limitados. “En las páginas web la información suele ser más completa, además de que lo ves escrito y te puedes detener, pero en los tutoriales de YouTube te lo hacen más ameno porque te lo explican”, subraya Boleco.

YouTube, academia de idiomas 24/7

Daniel Lucas

Daniel Lucas Hernández enseña idiomas antiguos e inventados en su canal de YouTube. Tiene 28 años y cuenta con un Grado en Estudios Ingleses. La razón para empezar a enseñar nórdico antiguo, dothraki o sumerio, entre otros idiomas, se la debe al tema principal del videojuego 'God of War', que le animó a estudiar nórdico antiguo.

Buscando materiales y vídeos para estudiar este idioma, Lucas Hernández dio con los vídeos de Jackson Crawford, un profesor universitario con aspecto de cowboy moderno que es experto en mitos nórdicos. Pero el ritmo de publicación de Crawford no fue suficiente para la curiosidad de Lucas Hernández, así que él mismo empezó a estudiarlo de otras fuentes y, poco tiempo después, también a enseñarlo en su canal.

“Al poco, me di cuenta de que con nórdico antiguo solo iba a ir muy lento, así que comencé con otros, como el sumerio y algunos lenguajes inventados como el alto valyrio (que estos días ha dado un subidón) y el dothraki. Se fueron uniendo [el] anglosajón (del cual tenía experiencia en la universidad, en el Grado de Estudios Ingleses), el gótico, el galés... Luego empezó a venir gente preguntando por idiomas más prácticos, como el islandés, noruego, sueco, neerlandés... De algunos ya hay lecciones, pero apenas nada”, explica Lucas Hernández.

Para él, uno de los objetivos que impulsaron el canal, que cuenta hoy con más de 1.800 suscriptores, es aportar los medios para estudiar idiomas cuyos materiales son escasos, están incompletos, están en otros idiomas o son “insufriblemente tediosos”.

En todos sus vídeos aparece el propio Lucas Hernández y una pizarra que le sirve de apoyo. Para enseñar, se basa en el llamado método Feynman, que debe su nombre al apellido del hito estadounidense de la física teórica Richard Feynman. Básicamente, el método consiste en: 1) reunir todos los materiales sobre el asunto que se quiera aprender, 2) estudiarlos y 3) explicarlos de una manera más simple que como estaban formulados al principio. En palabras del youtuber: “cojo la gramática, la destrozo y la vuelvo a recomponer intentando que sea lo más fácil posible.”

Conlangs en la universidad

Si buscas en YouTube cómo se insulta en dothraki o qué significa lo que dijo Daenerys en tal capítulo, tarde o temprano llegarás a un vídeo donde dos universitarias exponen por qué es interesante utilizar el dothraki para aproximarse a la lingüística. “Ese tema lo propusieron los alumnos”, explica Juan Pablo Mora, profesor de lingüística de la Universidad de Sevilla. “Su idea era ver cómo este tipo de lenguajes artificiales nos pueden dar luz sobre la naturaleza del lenguaje humano”.

El profesor Mora explica que no es raro que los docentes utilicen los lenguajes inventados en sus clases, y él mismo ha tenido proyectos de dothraki, klingon y quenya, además de otro donde un grupo de alumnos estudiaron novelas distópicas en las que el lenguaje era su elemento central.

La utilidad de los conlangs en las aulas se debe a que los más complejos guardan ciertos parecidos con las lenguas naturales, por lo que pueden ser una forma atractiva de introducir la lingüística entre los alumnos universitarios.

“Unas lenguas artificiales están más desarrolladas que otras y dependen de las funciones que tengan esas lenguas en la obra de ficción”, explica Mora. “En lenguas como las de Tolkien, el dothraki o la de 'Avatar' sí hay cierta complejidad. Quienes las hicieron saben de lingüística y se han preocupado de que reflejen de una manera lo más fiel posible lo que pasa en las lenguas naturales, aunque no dejan de ser algo artificial hecho para una ficción.”

Mora destaca especialmente el dothraki de 'Juego de tronos', para cuyo desarrollo la HBO contrató al lingüista David J. Peterson. “Es una lengua plausible desde el punto de vista lingüístico y se le ha dotado de cierta cultura, de un vocabulario especial del pueblo nómada dothraki y de una fonología propia”, explica el profesor.

(La historia de cómo HBO contrató a David J. Peterson merece un párrafo entre paréntesis. En 2010, durante la fase de preparación de la serie, los productores pidieron a George R. R. Martin que añadiera algo de profundidad a las lenguas que se había inventado para sus personajes, una petición que no entusiasmó al escritor. Ante su negativa, los productores se pusieron en contacto con la Language Creation Society, la principal asociación de creadores de conlangs, para que les recomendara a alguien. Para elegir al mejor candidato, la asociación creó un concurso donde los participantes debían inventarse una lengua a partir del dothraki germinal de GRRM (apenas unas 30 palabras, la mayoría nombres, según Peterson), y la lengua ganadora fue la creada por Peterson. El propio GRRM describió la situación en un post a caballo entre la disculpa tipo los-idiomas-no-son-mi-especialidad y la presentación/protección de Peterson bajo su ala para que no fuera devorado por los fanáticos de los libros)

¿Seguiremos hablando dentro de 40 años sobre la gente que habla dothraki o klingon?

Todos los estudiantes de conlangs de este artículo tienen en común que son autodidactas y que rara vez pueden probar sus habilidades hablando cara a cara con otras personas. Sólo Luiggi Lights conversa en klingon en encuentros trekkies. En los demás casos o no se habla con nadie o como mucho se intercambian algunos mensajes en Facebook o WhatsApp, pero nada de hablar.

Aunque la regla número 1 para que una lengua se mantenga es que se hable —problema que está acabando con la mitad de las 7.000 lenguas naturales que hay en el mundo—, el tiempo ha demostrado que la continuidad de las lenguas artificiales no depende tanto de que haya muchos hablantes, sino de que existan obras de ficción lo suficientemente populares como para seguir generando aficionados que se interesen por estas lenguas inventadas.

La supervivencia de una lengua artificial depende del recorrido de esa obra de ficción. Si se convierte en una obra de culto, siempre habrá gente que se interese por esa lengua y esa cultura”, explica el profesor Mora, y cita el seguimiento que tienen hoy el klingon o el quenya de 'El señor de los anillos'.

Para el youtuber Daniel Lucas Hernández, “mientras haya fanboys, [los conlangs] van a tener vida.”

Imágenes | Cabecera

Comentarios cerrados
Inicio