JBL Quantum One, análisis: apostando por las prestaciones premium para hacerse un hueco entre los auriculares gaming

JBL Quantum One, análisis: apostando por las prestaciones premium para hacerse un hueco entre los auriculares gaming

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JBL Quantum One, análisis: apostando por las prestaciones premium para hacerse un hueco entre los auriculares gaming

No quisiera estar yo en la piel de quienes se tengan que meter ahora en una industria tan masificada como la de los periféricos gaming. Con la carta de más luces, más patrocinios y mejor sonido ya bastante manida, ¿qué puedes hacer para destacar?

La respuesta de JBL y su gama Quantum, con el JBL Quantum One a la cabeza, es ir a por todas. Aquí está todo lo de siempre, todas las casillas que hoy en día deben marcar unos auriculares gaming, desde el sonido 7.1 hasta el software de gestión, pero de paso también un par de añadidos de lo más interesantes.

Un vistazo a…
¿Son unos auriculares caros siempre mejor que unos económicos?

JBL Quantum One: especificaciones técnicas

JBL QUANTUM ONE

CARACTERÍSTICAS

ACOPLAMIENTO

Circumaural

TRANSUDCTOR

50 mm

IMÁN

Neodimio

IMPEDANCIA

32 ohmios

RESPUESTA DE FRECUENCIA

20 Hz-40 kHz

SENSIBILIDAD

95 dB a 1 kHz, 1 mW

MICRÓFONO

Unidireccional

RESPUESTA DE MICRÓFONO

100 Hz – 10 kHz

PESO

369 g

CONEXIÓN

3,5 mm USB tipo C

PRECIO

249 euros

JBL Quantum ONE Auriculares para gamers con tecnología QuantumSPHERE 360 y sensor de movimiento de cabeza, diseño llamativo, color negro

La primera impresión no es siempre la que cuenta

En la caja enviada por JBL para la prueba la primera impresión me deja temblando. Veo un despliegue de colores y mensajes promocionales de lo más agresivo, un packaging estilo feria y nave espacial más cercano a lo que entregaba la industria hace unos años que al minimalismo que empieza a instaurarse ahora.

La impresión al abrir el paquete no es mucho mejor. Con una pestaña magnética que te abre las puertas para mostrarte aún más detalles sobre lo que hay en el interior, detenerse a parar atención a esos mensajes no es fácil. Los cascos, que descansan protegidos denotando un tamaño impresionante, se la llevan toda.

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No exagero al afirmar que su tamaño impone. No con una impresión negativa que apunte a tosquedad o armatoste, ojo, más bien la de algo recio, consistente. Las almohadillas que sobresalen lo hacen con un grosor de casi dos dedos, la goma de la diadema ofrece una visión similar y las orejeras parecen tener el diámetro suficiente para abrazar hasta orejas de un tamaño considerable.

Sin luces, con los auriculares en la mano previamente a ser enchufados, con la falta de colores que era difícil imaginar viendo sólo el exterior de la caja, el diseño gana bastante. Sí cuenta con esas líneas y cortes en diagonal que tiran más hacia la estética sci-fi que a la chic, pero le va que ni pintado a ese tamaño del que hace gala.

Gigantes, pero también muy cómodos

La sorpresa es aún mayor sobre la cabeza. Pese a lo grandes y pesados que resultan a la vista se postulan como unos auriculares tremendamente cómodos. De los más cómodos que he probado últimamente, debo añadir.

Su diadema parece mucho más ajustada de lo normal, con un ángulo que parece demasiado cerrado como para poder meter la cabeza con comodidad, pero resulta ser una buena forma de dejar que las esponjas te abracen la oreja con una mayor presión.

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La suficiente para aislarte del exterior -y probablemente cocerte las orejas en un agosto de los puñeteros-, pero con bastante espacio para que pabellón y cartílagos disfruten del sonido sin chocarse contra las paredes. Muy, muy cómodos.

No puedo decir lo mismo de su disposición de botones, pequeñitos y lo bastante juntos para tener que pensar dos veces si tienes el dedo puesto en el que querías. El importante, el de silenciar el micrófono, afortunadamente está más separado y no ofrece hueco a error. Sobre él una rueda de volumen y, rozando la parte alta, el botón de calibración de sonido 360º y el de cancelación de ruido. En un rato llegamos a eso.

El logo de la marca en cada lateral corona un diseño que tampoco va más allá. Sabe ser consecuente con su aspecto general y sólo el espacio que ocupa en una mochila sería un impedimento para llevarlos por la calle. Bueno eso y, por supuesto, el no poder sacarles todo el partido que sí ofrecen desde el PC.

Prestaciones que buscan diferenciar

Pese a mostrarse como compatibles para consolas, Mac, móviles o incluso dispositivos de realidad virtual, aquí la gran estrella es el PC. Conectado por USB-C con un cable que también lleva el selector de prioridad de audio, una rueda con base antideslizante desde la que poder dar más importancia al juego o al chat, la única pega es que no resulta todo lo largo que me gustaría. Especialmente teniendo en cuenta la necesidad de acomodar el selector sobre la mesa.

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También puedes utilizarlo con el cable jack que incluye, pero entonces te pierdes la oportunidad de aprovechar las posibilidades que suma el uso del software Quantum Engine.

Pocas veces me veréis hablar bien de un programa de este estilo, pero debo reconocer que trastear con él ha sido una delicia.

Con distintas configuraciones de sonido ya implementadas o la posibilidad de ajustar cada opción a tu gusto, la colección de opciones es de lo más ágil y accesible.

Entre ellas suma también las distintas combinaciones de colores RGB que puedes elegir en iluminación o la calibración del sonido espacial y la cancelación de ruido.

La idea del sonido espacial va más allá de ser simplemente envolvente. Los Quantum One cuentan con sensores de movimiento, así que si el sonido viene de frente y tú giras la cabeza pasarás a escucharlo de lado. Y alguien pensará “cómo mola”, y no le faltará razón -de hecho funciona bastante mejor de lo que esperaba-, pero una vez has aterrizado lo que ofrece acaba perdiendo algo de fuelle.

Si tienes un pantallote curvo ultrapanorámico, o una combinación de pantallas que te rodean para crear una experiencia más inmersiva -y en la que la vista pueda ir de lado a lado girando levemente la cabeza-, entonces sí, la idea es genial. Pero si de lo contrario planeas estar mirando fijamente al centro de una pantalla convencional, la cabeza no se va a mover demasiado. Depende muchísimo de tu configuración.

Con más fanfarria que impresionantes resultados se presenta también la cancelación de ruido activa. Sin ser usuario de esta tecnología por no haberla necesitado, sí la he probado en varias ocasiones en un par de dispositivos y es algo que me fascina. Aquí, sin embargo, se plantean dos problemas.

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El primero de ellos es que el resultado es bastante modesto. Si notas un cambio en, por ejemplo, el sonido de una conversación en la misma sala o el ruido de las teclas, pero queda algo lejos de lo que me he acostumbrado a ver en este tipo de tecnologías.

La segunda es la necesidad de estar conectados por USB, así que será difícil aprovecharlo en ambientes más ruidosos como la calle o el transporte público. Para jugar sin que nadie te moleste van perfectos, pero no le pidas mucho más.

Sin hueco para muchas más quejas toca alabar su rendimiento a nivel de sonido en juegos. Habiendo probado el audio espacial con Hellblade Senua’s Sacrifice y la calidad general de su 7.1 con una segunda vuelta a Ancestors: The Humankind Odyssey que tenía pendiente, tanto en uno como en otro el resultado ha sido sencillamente genial.

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Mención especial al posicionamiento de los ruidos en el segundo, donde los sonidos de la selva son constantes y saber por dónde deambula una serpiente mientras estás recogiendo materiales es crucial para no llevarte un susto.

Una calidad general más que notable que también se traduce a la hora de ver películas, pero en lado de la música no se quedarían como los auriculares a tener en cuenta para una tarde de relax y disfrutar de todo el espectro de tus temas favoritos.

La opinión de Xataka

Con una combinación de diseño, rendimiento y prestaciones capaces de convencer a casi cualquier jugador, el futuro de JBL y dispositivos como el Quantum One sólo se oscurece al recordar que el mercado de este tipo de periféricos cede pocas concesiones.

Pese a ser justo con lo que presenta y ofrece, las características especiales que le sirven como bandera acaban resultando más anecdóticas de lo que nos gustaría, y el hecho de no ser igual de prometedor en dispositivos más allá del PC le acaba pasando factura. En cualquier caso, es un primer paso que apuesta por innovar más allá de lo básico y que invita a seguirles de cerca la pista para lo que llegue en el futuro.

JBL Quantum ONE Auriculares para gamers con tecnología QuantumSPHERE 360 y sensor de movimiento de cabeza, diseño llamativo, color negro

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