El papel de las autocaravanas en Canarias resulta, cuanto menos, peculiar. La escasez y el elevado coste de la vivienda en el archipiélago, sometido a una intensa presión turística, las convirtió en su día en la alternativa asequible para quienes no podían pagar un alquiler convencional. A falta de casa o piso al uso, buena era una caravana o furgoneta camperizada. Ahora estos vehículos han pasado a destinarse a otros uso bastante distinto: el alquiler vacacional para turistas. En Arona, una localidad del sur de Tenerife, ya han identificado algunos casos. E incluso hay quien asegura que se están empleando también para ejercer la prostitución.
Lo más curioso es que las autocaravanas no solo han llamado la atención de las autoridades canarias. Algo similar ha ocurrido también en las Baleares.
Caravana no, piso de vacaciones. La noticia la han dado varios medios locales, como El Día, Diario de Avisos o la cadena COPE: en Arona, un municipio del sur de la isla de Tenerife, hay quien está sacando partido de sus caravanas en el próspero negocio del alquiler vacacional. Así lo reconocía hace poco la alcaldesa de la localidad, Fátima Lemes, y el presidente de la Asociación de Autocaravanas y Campers Homologados de Canarias, Juan Martín, quien asegura que esa actividad ocupa cada vez más espacio en los aparcamientos de zonas turísticas.
"Supuestamente muchos de los dueños de esas autocaravanas las aparcan, se llevan las llaves para que no las puedan mover y las ponen en alquiler vacacional", relata Martín a la COPE. No hace falta ir a la costa canaria para comprobarlo. En Airbnb se pueden encontrar anuncios de caravanas disponibles en Tenerife y que se publicitan como opciones de alojamiento en primera línea de playa, con cocina e incluso espacio para trabajar. Los precios varían. Una búsqueda rápida muestra opciones para este mismo mes que van de 25 euros por noche a cerca de 60.
Algo más que turismo. Martín advierte que al menos una parte de las autocaravanas que han identificado descansan en lugares que no están preparados y recuerda que estos vehículos deben de tener acceso a puntos de luz, de vaciado de tanques, acceso a agua potable e instalarse en entornos seguros. Sus críticas van más allá y asegura que las caravanas pueden estar usándose para otra actividad.
"Se comenta que supuestamente hay alguien que se está dedicando en las autocaravanas a ejercer la prostitución", desliza. La clave para él es la falta de "una regulación clara" y lamenta que haya quienes "se aprovechan de la ausencia de una ordenanza municipal sobre este asunto". El Consistorio de Arona está elaborando ya un censo para tener una idea del volumen de caravanas en la localidad, una herramienta que podría resultar útil para la elaboración de la normativa local.
Parte del paisaje tinerfeño. El número de caravanas, autocaravanas y furgonetas camperizadas es lo suficientemente alto como para que el Cabildo de Tenerife prepare una ordenanza específica para regular su uso y estacionamiento en la isla. Su objetivo, avanzaba a principios de abril su presidenta, es que pueda ser una realidad antes de que termine el verano, en "no más de tres meses".
La noticia se publicó después de la polémica surgida en Arico la pasada Semana Santa, cuando la proliferación de este tipo de vehículos bloqueó calles en zonas costeras. Su alcaldesa advertía entonces de que las aglomeraciones ocasionan "problemas ambientales y molestias importantes" para los residentes.
Moviendo ficha. Algunos municipios han decidido actuar por iniciativa propia, bien regulando o buscando soluciones alternativas, como señalan desde Canarias Ahora. Granadilla de Abona ha optado por eliminar el camping montado en una zona protegida, en Arona se han puesto a trabajar en una ordenanza municipal para su área y hace un tiempo Puerto de la Cruz señalizó aparcamientos.
De turismo… y trabajando. Por supuesto, no todas las caravanas están ocupadas por turistas o se dedican al alquiler vacacional. Las dificultades para encontrar vivienda asequible en Canarias, con los alquileres en niveles récord, ha llevado a algunas personas a tener que pernoctar en caravanas o furgonetas. Algún regidor del archipiélago ha llegado a reconocer que hay gente que, a la hora de registrarse, realiza "el empadronamiento efectivo" en estos vehículos.
Esa la salida a la que se ven abocados por ejemplo trabajadores del sector turístico incapaces de pagar otros alojamientos. En febrero El Día hablaba con un hombre de 29 años que, pese a tener empleo fijo en una empresa de transportes y ganar 1.300 euros al mes, no podía permitirse una vivienda en el sur de Tenerife. Su solución: instalarse, al menos de forma provisional, en una caravana.
Más allá de Canarias. La proliferación de caravanas no solo empieza a ser un quebradero en el archipiélago canario. Las dificultades para encontrar vivienda asequible han hecho proliferar caravanas también en Ibiza, lo que ha llevado a las autoridades locales a intervenir. En abril El Diario apuntaba que solo en el término municipal de Ibiza se concentraban una treinta de asentamientos, ocupados en parte por trabajadores incapaces de hacer frente a los alquileres de la isla.
Ya entonces se apuntaba que había gente introduciendo caravanas para alquilárselas luego a trabajadores temporeros o turistas e incluso residentes de la propia isla con casas que en temporada alta optaban por instalarse en caravanas. El motivo: arrendar sus residencias a visitantes. El Consell de Ibiza ya ha movido ficha para restringir el acceso de coches y caravanas a la isla durante el verano.
Imágenes | JPC24M (Flickr) y Voyenvan Autocaravanas (Flickr)
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