Bares, recreativas y cerveza, una combinación que funciona

Bares, recreativas y cerveza, una combinación que funciona
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La nostalgia es una poderosa aliada para diversas ideas empresariales, y desde luego es uno de los componentes básicos de una tendencia que ha surgido en Estados Unidos desde hace algún tiempo. En varias ciudades estadounidenses han comenzado a aparecer bares (algunos los llamarían templos) en los que se sirve cerveza, claro está, pero que tienen a otras viejas protagonistas: las recreativas.

Las viejas recreativas vuelven a la vida en estos emplazamientos que se están convirtiendo en algunos casos en todo un éxito para los empresarios que los ponen en marcha. Locales como Coin-Op en San Diego, Supernova en Colorado Springs o Barcade en Nueva York son ya populares entre un público a menudo cuarentón al que las nuevas consolas y videojuegos no les llena tanto.

¿Tienes cinco duros?

La generación X (nacidos entre los primeros años 60 y los primeros años 80) no se siente tan atraído como los jóvenes actuales por la nueva hornada de juegos móviles, por los MMORPGs o por los eSports. Ellos siguen sintiéndose cómodos jugando una partida a Ms. Pac-Man, Pole Position o Donkey Kong Junior, y los responsables de este tipo de locales han sabido ver una tendencia que califican como "brutal".

Ground Kontrol 1

Uno de los primeros locales en experiemntar con este fenómeno fue Ground Kontrol, en Portland, Oregon. En 2003 tres amigos compraron un local que incluía unas recreativas que, eso sí, funcionaban bastante mal. Los propietarios, que además eran ingenieros, las arreglaron y notaron algo curioso: aquellas máquinas -y esa nueva y extraña compañera de viaje, la cerveza- eran las que acababan atrayendo al público, algo que hizo que se trasladaran a un nuevo local que ahora es todo un referente y que dispone de 60 recreativas clásicas y 27 pinballs.

Estos negocios tienen sus retos, claro: conseguir recreativas en buen estado o mantenerlas en buen funcionamento es complejo, y por ejemplo allí no tienen lugar las algo posteriores "multicades" en las que era posible jugar a varios títulos en una sola recreativa: eso es una herejía para los clientes habituales. Y por supuesto, el éxito de estos negocios ha tenido un impacto directo en el precio que se paga por máquinas recreativas clásicas que hasta ahora solían estar en manos de coleccionistas. La nostalgia vende.

Imagen | Scott Beale
Vía | Bloomberg
En Xataka | Una máquina arcade personal

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