Rolls-Royce plantea un futuro sin marineros: embarcaciones autónomas y un potente centro de control en tierra

Lo que vamos a ver es una recreación realizada por Rolls-Royce - no confundir con el fabricante de coches de lujo en manos de BMW -, también involucrada en la creación de vehículos de todo tipo, así que no debería ser extraño verlo jugar con aviones o embarcaciones. En el caso que nos ocupa nos marchamos hasta el mar, en un futuro donde los marineros tienen poco sentido.

Aunque seamos animales terrestres, llevamos toda la vida surcando los mares, sea para comer, descubrir nuevos lugares, o llevar mercancías. No parece que la cosa vaya a cambiar demasiado a medio plazo, pero en el transporte de mercancías pesadas durante grandes distancias, puede que no haga falta que haya gente en el barco.

Rolls-Royce nos sorprende con un vídeo en el que nos descubren un sistema de control de grandes embarcaciones que se realiza de forma remota, y las mismas cuentan con cierta autonomía de funcionamiento. La clave del asunto estaría en un potente centro de control - ficticiamente situado en Finlandia -, desde el que se podría realizar cualquier acción imaginable en el barco, controlando hasta la última esquina.

La tripulación sigue existiendo, con sus diferentes roles, pero está en un centro de control en tierra firme

En el vídeo, realmente bien realizado, nos demuestran muchas situaciones posibles, como el accionamiento de drones que van en el barco, con los que poder inspeccionar cualquier rincón del mismo. Las cámaras de los mismos podrían mandar su señal hasta el centro de control, y serían dirigidas directamente con el movimiento de los ojos del controlador. Mucha ciencia ficción también en la forma en la que soluciones problemas utilizando hologramas y realidades virtuales.

Para Rolls-Royce, está prácticamente sucediendo ya y la tecnología está ahí para que la usemos, nos tenemos que ir preparando para que los barcos naveguen grandes distancias sin tripulación. Algo muy parecido a lo que vemos en el vídeo, será una realidad antes de que termine esta década.