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¿Cuántas cargas reales tiene la batería de un portátil?

¿Cuántas cargas reales tiene la batería de un portátil?
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Los parámetros que definen un portátil suelen estar bien definidos y cuantificados dentro de valores concretos: la velocidad del procesador, la capacidad del disco, las pulgadas de la pantalla, el peso, etcétera. Pero si hay un componente que se queda habitualmente en un estado de incertidumbre controlada ese es la batería.

Nos hablan de su capacidad en mAh o Whr, la autonomía que consigue el portátil con ella y de los ciclos de carga y descarga que puede soportar, pero en nuestro fuero interno asumimos que son parámetros aproximados que no se pueden tomar al pie de la letra.

En la práctica, es literalmente cierto: las baterías, al contrario de lo que sucede con otros componentes de un portátil, no son un componente digital. Es analógico, y además mucho: dentro de la carcasa o de la funda protectora, nos encontramos con un conglomerado de elementos químicos encargados de generar la energía eléctrica como efecto colateral de movimiento de los iones de Litio desde el electrodo negativo al positivo.

Estos elementos químicos se van degradando con el uso, lo cual se traduce en una progresiva reducción de la capacidad de la batería para generar electricidad. Pero es una degradación que tampoco es fácil cuantificar de un modo exacto.

Cazadores de mitos

Con tanta indeterminación, es normal que hayan surgido mitos y leyendas urbanas alrededor de las baterías que, a día de hoy, siguen siendo una incógnita para los compradores y usuarios de portátiles.

Algunos provienen de la época en la que las baterías se fabricaban a partir de NiMH (Níquel Metal Hidruro) o NiCad (Níquel Cadmio) en vez de LiIon (Iones de Litio) como sucede ahora. Otros, provienen de la observación, aunque en última instancia la degradación de la capacidad, en caso de darse) esté motivada por causas distintas a las que podríamos esperar.

Por ejemplo, aún se habla del efecto memoria de las baterías, que hacía que, si no se descargaban totalmente, acabaran por tomar como nivel cero el que tuvieran al empezar a recargarlas. Es un mito que, a día de hoy, con las baterías de iones de Litio no tiene razón de ser. Puedes empezar a cargar la batería en cualquier momento, sin temor a que perdamos capacidad por ello.

asus bateria

Otro mito tiene que ver con la degradación de la batería por el mero hecho de tener la batería instalada mientras tenemos conectado el portátil a la red eléctrica. Aparte de que, si fuera dañino, los equipos con baterías no reemplazables lo tendrían muy mal, los equipos tienen sistemas de protección que hacen que la batería deje de cargarse automáticamente cuando está llena.

El problema que puede tener dejar la batería en un portátil mientas está enchufado es el del calentamiento, como explicaremos más adelante.

Los equipos portátiles de última generación, como los VivoBook Pro de la serie N de Asus, juegan con la integración de la batería dentro de la carcasa para eliminar la protección metálica de las baterías extraíbles.

De hecho, las baterías internas en equipos como este, vienen recubiertas con una especie de bolsa muy delgada que aísla los componentes químicos frente al aire, ahorrando el peso y el espacio de dicha protección metálica.

Los famosos ciclos

De todos los parámetros de una batería, el que determina el número de ciclos de carga y descarga es uno de los más confusos. A modo de referencia, se suelen barajar cifras del orden de 1.000 ciclos para determinar la vida útil de una batería.

No, no es que al cabo de 1.000 ciclos la batería deje de funcionar. Ese número se refiere a que la batería, al cabo de ese número de ciclos de carga/descarga, verá reducida su capacidad original de un modo tan notable que se puede considerar que ya no cumple con su función original.

Un ciclo de carga/descarga se cuenta en el momento en el que, tras estar trabajando con el portátil desenchufado, lo conectamos a la red eléctrica y la batería empieza a recargarse. Da igual si lo descargamos al máximo o sólo hasta el 80%. Todos cuentan como un ciclo.

Ahora bien. El número de ciclos que puede aguantar una batería depende de cómo de descargada esté la batería cuando empezamos a cargarla. Es decir, si la descargamos completamente, el número de ciclos de la batería será de entre 300 y 500, pero si sólo la descargamos un 25%, los ciclos pueden llegar a entre 2.000 y 2.500. Esta referencia está sacada de un artículo académico, pero es extrapolable al caso que nos ocupa.

Profundidad De Descarga Y Ciclos

No descargues la batería “a tope”

Si el efecto memoria es un mito, lo que sí es una realidad en las baterías de Litio, es el efecto perjudicial que tiene descargarlas al mínimo de su capacidad. Además de reducir el número de ciclos que puede soportar, en algunos casos puede llevar a la batería a un estado de sobredescarga, en el que no es fácil hacer que vuelva a la vida.

A efectos prácticos: no tengas reparos en cargar el portátil incluso si has usado sólo un 15% de su capacidad total.

¿Cómo puedo saber qué ciclos tiene la batería?

En Windows no suele estar claro cuántos ciclos de uso tiene la batería del portátil. De todos modos, hay un método sencillo para averiguarlo.

Numero Ciclos Bateria

Lanza la aplicación CMD (la línea de comandos) en modo administrador. Y teclea powercfg -energy. Al cabo de un rato (un minuto o así), tendremos en C:\WINDOWS\system32\energy-report.html un informe en el que, en el apartado de la batería, encontramos datos sobre los ciclos de nuestra batería.

La temperatura, el peor enemigo de la batería

De todos los enemigos de las baterías, el que sí supone un riesgo real de degradación de la capacidad, es el calor. Si una batería de LiIon o LiPoly (Polímeros de Litio) se calienta por encima de su temperatura “normal” de funcionamiento, la capacidad se degradará rápidamente.

Surface Pro 3 Heating Problem

Incluso puede suponer un antes y un después: antes del calentón la batería estaba bien, pero después la autonomía es sustancialmente menor. La química de las baterías es especialmente sensible al calor.

Por ejemplo, tener el portátil al sol, o que no esté bien refrigerado mientras ejecutamos aplicaciones que demanden un elevado uso de CPU, son fuente de sobrecalentemientos. El mayor beneficio de quitar la batería en un portátil mientras está enchufado a la corriente es el de evitar que el calor generado por el portátil suponga un riesgo de degradación para la química de la batería.

Según esto, ¿qué pasa en los portátiles con baterías integradas? Es una pregunta legítima. Aunque en estos casos, los fabricantes pueden apostar por el uso de materiales tales como el Aluminio para disipar el calor del sistema.

Gorgeous

Es el caso del Asus VivoBook Pro N552VX, con una carcasa fabricada en Aluminio donde el calor se disipa a través de la superficie reduciendo el impacto de la temperatura en la batería.

¿Qué significan los mAh y los Whr en la vida real?

La capacidad de las baterías se suele dar en mAh o en Whr. Son cifras que por sí solas puede que no nos digan nada realmente, pero están conectadas con aspectos tangibles y reconocibles de los equipos si nos paramos a pensar. El parámetro más “visual” es el que da la capacidad en Vatios hora (Whr). Existe una relación directa entre Whr y mAh: los Whr se obtienen multiplicando los mAh por el voltaje de la batería y dividiendo entre 1.000.

Por ejemplo, para una batería es de 3.200 mAh, con un voltaje de 15 Voltios. El resultado es una capacidad de 48 Whr. Esta cifra indica que esta batería es capaz de alimentar un equipo que consuma 48 W durante una hora. Si el equipo consumiese 24 W, podría alimentarlo durante dos horas, y así sucesivamente.

El consumo de los equipos portátiles no es constante y depende del procesador, la pantalla, los componentes de red, etcétera. Cuando están en reposo consumen prácticamente cero Vatios. Para aplicaciones "ligeras" con procesadores estándar Core i, pueden consumir entre cinco y diez Vatios, y para tareas muy exigentes pueden consumir cerca de 20 Vatios. De ahí que la autonomía no siempre sea una ciencia exacta.

Batería y potencia para tus contenidos audiovisuales

Los avances en la tecnología de las baterías hace posible, no solo que equipos ultraligeros tengan muchas horas de autonomía, sino también que equipos con un rendimiento que hace tan solo unas generaciones únicamente se podía esperar de un equipo de sobremesa, ahora puedan tener un formato de portátil con una autonomía suficiente para trabajar o ver películas aunque no tengamos enchufe a mano.

Performance Photo

El Asus VivoBook Pro N552V es un buen ejemplo de este tipo de logros tecnológicos, con procesador Intel Core de sexta generación, tarjeta gráfica dedicada, pantalla de hasta 4K de resolución, conectividad que contempla incluso USB-C,hasta 16 GB de RAM y almacenamiento de estado sólido.

Y con todo, tiene autonomía para entre tres y cuatro horas de uso viendo películas o trabajando con aplicaciones que no expriman al máximo la CPU o la GPU.

La gestión de la temperatura, con una construcción en aluminio que favorece la disipación del calor que generan sus componentes es un factor que ayuda a que el equipo funcione correctamente.

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