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En 1966, el fabricante LG vendía su primer televisor en Corea del Sur. Se trataba de un modelo en forma de mueble, de tubo catódico, y con los mandos integrados en la caja.

Muy similar al que vemos arriba. En 2017 lanzaba su televisor LG OLED 4K (abajo) en un gran número de países. En una horquilla de 50 años los televisores han evolucionado de forma sorprendente, y contamos parte de esa historia.

Características:

  • MÁS FINO: Con su diseño “wallpaper” fino como el papel que podrás “pegar a tu pared”
  • MÁS NEGRO: Debido a la ausencia de retroiluminación obtendrás el único negro puro imposible de conseguir en otras tecnologías
  • MÁS COLOR: No hay colores como los de OLED. Tiene el 100% de espacio DCI-P3

¿Qué tiene un OLED 4K comparado con el primer televisor?

En un tiempo que muchos consideramos antediluviano, uno tenía que levantarse de la mesa para manipular la botonera del televisor. Claro, que el contenido que ofrecía “la caja tonta” era de uno o dos canales. Como mucho, uno estaba interesado en subir o bajar el volumen.

Tras décadas con nosotros, el televisor ha sufrido grandes cambios

Una de las primeras grandes mejoras fue el mando a distancia por radiofrecuencia, necesario cuando los canales de televisión superaron toda previsión y se multiplicaron. Dejar atrás el tubo catódico por la tecnología de plasma llegaría mucho después, e hizo mucho más planas las pantallas, aunque no tanto como las actuales.

A aquello le siguió la tecnología LCD con calidades que los mortales solo habíamos visto años atrás en el cine. Las pantallas ganaron definición, el audio empezó a mejorar mucho y el consumo eléctrico se redujo de forma considerable. La tecnología LED la superó pocos años después, en todo.

Plasma, LCD, LED. Cada avance trajo sus mejoras hasta dar con los OLED

Tras ello llegarían dos grandes revoluciones que han desembocado en el televisor actual: el televisor conectada a internet, todo un logro del IoT que permite no solo la visualización de contenidos en streaming, sino también en un televisor inteligente; y las pantallas con diodos orgánicos de emisión de luz ( OLED ). Llama la atención es la velocidad a la que se han sucedido estas dos últimas integraciones, y nos hace preguntarnos cuál será el futuro del televisor.

La conexión a internet favorece a la inteligencia artificial

Si nos hubiesen dicho hace tan solo una década que manejaríamos nuestro televisor con el smartphone como si de un mando se tratase, probablemente habríamos preguntado “¿Qué es un smartphone?”. Sin embargo, aplicaciones como LG TV Remote hacen precisamente eso. La tecnología avanza rápido, y conectar el televisor a la red ha hecho que el salto sea exponencial.

 

  • Hace unos años, los primeros asistentes nacían de la mano de Amazon (Alexa), Google (Assistant) y Apple (Siri). Durante 2018 se han popularizado todo tipo de dispositivos como los Google Home, a los que uno puede pedir un repaso de la actualidad, el parte meteorológico, resolver dudas sencillas, incluir una tarea en la agenda, etc. Ahora, también se le puede pedir todo esto al televisor.La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, y AI ThinQ™, incluida en algunos televisores LG OLED, ya permite interactuar con ella a través de varias opciones (en número creciente). Asimismo, el asistente por voz Google Assistant™ ya está integrado en algunos televisores LG. Gracias a ambos podremos, además de conectar el televisor al universo de dispositivos compatibles:
    • Control de tiempo, para programar el apagado inteligente del televisor;
    • Asistente inteligente: como otros asistentes, se le puede hacer una batería de preguntas cortas y dirigidas que, poco a poco, se abren en un gran abanico de opciones.

 

  • Podemos solicitar ver un vídeo específico y, como veremos más abajo, el televisor y los asistentes están cambiando el modo en que se crea contenido.
  • Pedir modo cine para nuestras películas.
  • Quick connection, para conectar la consola de forma rápida.

Una de las grandes ventajas de los televisores conectadas y con inteligencia artificial es la capacidad que tienen de actualizarse. El software es parte fundamental de su funcionamiento, y esto significa que las futuras mejoras vendrán en modo de nuevos comandos de voz usando el mismo televisor.

Hace años, si uno quería nuevas funcionalidades, necesitaba cambiar de televisor, y algo parecido ocurría con el teléfono móvil. Hoy podemos bajarnos aplicaciones y esperar a nuevas actualizaciones de software.

Las Smart TV pueden actualizar sus funciones con aplicaciones

¿Recuerdas aquel televisor que LG vendió en 1966? En este momento ya no tiene sentido hablar de “caja tonta”. De hecho, además de la inclusión de la inteligencia artificial, merece especial atención la reducción del tamaño de las pantallas. «Hoy día, LG ha sido capaz de reducir el grosor de sus pantallas hasta los 4mm de grosor del LG OLED W».

¿Está cambiando la IA el contenido?

YouTube nació en 2005 y no ha dejado de crecer desde entonces. En apenas un lustro se ha convertido en un lugar donde colgar vídeos al aula más grande que ha tenido jamás la humanidad, el “noticiero” más visualizado y el mayor canal de música, entre muchos otros.

¿Qué tiene que ver esto con la IA del televisor? El gran volumen de datos es ingente, y la facilidad que tienen plataformas como YouTube han hecho posible una gran carta de contenido gratuito para las Smart TV. Si tienes hijos en edad de estudiar, ahora podéis cenar con grandes divulgadores como Eduardo Sáenz, entre otros. Llama la atención la gran cantidad de contenido de calidad.

 

Pero, además, es que el televisor conectado y los asistentes están cambiando el contenido y la forma en que lo vemos. Ahora podemos pedir a nuestro televisor que nos muestre el programa que buscamos. De hecho, un gran número de cadenas de radio y televisión (La Ser, BBC, Al Jazeera…) trabajan en piezas cortas de tres a cinco minutos con la actualidad del día, orientadas a peticiones del tipo “muéstrame las noticias”.

Quién se hubiese imaginado, hace 50 años, que el mueble con patas en blanco y negro iba a cambiar lo que entendemos por ocio e información; o que hablaríamos con él y le daríamos instrucciones.

4 mm frente a 60 cm: una reducción de residuos

Es posible que el lector haya tenido un televisor de tubo catódico en su casa. Con sus fácilmente 60 cm de fondo, moverlas suponía todo un reto. Llevarlas a reciclar al final de su vida útil, más aún.

La reducción del tamaño de las pantallas, de 60 cm a 4 mm de fondo, no afecta únicamente a la distribución del salón y en la posibilidad de incluir el televisor como un adorno más. También afecta al volumen de residuos RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos).

A medida que la tecnología avanza el número de dispositivos crece, pero eso no significa que no podamos reducir el impacto que tienen sobre el entorno. Los televisores OLED de LG forman parte del reto ecotecnológico de la marca, que busca reducir en 55.000 toneladas las emisiones de CO2 en un año.

Esto es posible gracias a mejores técnicas de fabricación, una disminución del uso de materiales, menores consumos o, ya que hemos hablado de la inteligencia artificial, la posibilidad de programar un apagado inteligente. No hemos de obviar la capacidad que tiene el software a la hora de ahorrar.

Además, el tamaño de los dispositivos (hardware) es un punto relevante de cara al futuro. Pensemos en cómo se reducirán las fracciones de residuos si todos los televisores empiezan a medir 4 mm de fondo, y el impacto que algo así puede tener en los procesos de reciclado futuros.

Imágenes | LG, iStock/jakkapan21