iPod shuffle

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Como ya sabréis, Apple ha renovado esta mañana su iPod Shuffle, y lo ha hecho por dentro y por fuera. Esta tercera generación ahora sigue la línea de diseño de los últimos productos presentados, con el aluminio como principal material de fabricación en todo el reproductor y con las curvas presentes por todo él. Llama la atención ante todo su redicidísimo tamaño, 45.2×17.5×7.8 milímetros, aunque tampoco supone un gran salto respecto del anterior Shuffle, tal y como indican las imágenes comparativas que han comentado en Gizmodo.

Sin embargo, ¿supone el nuevo Shuffle un paso adelante respecto de la anterior generación?. Yo le veo tres inconvenientes, grandes o pequeños según el punto de vista de quien lo mire.

El primero es bastante claro y mucha gente está criticando a Apple por ello. Se necesitan unos auriculares especiales para hacerlo funcionar. Como bien comentó Sacha en la entrada de presentación, los auriculares incluidos en toda la gama iPod son de una pésima calidad, y a día de hoy no hay más cachabas que utilizarlos. Seguro que en un futuro, posiblemente en las próximas semanas, multitud de fabricantes lanzan al mercado sus respectivos accesorios con los que se podrá conectar cualquier auricular. ¿Cuál es el inconveniente entonces?. La necesidad de comprar un determinado producto de Apple (sus auriculares) o de tener un determinado accesorio (el cable con los botones de control).

Los auriculares originales del iPod Shuffle tercera generación aún no se venden sueltos en la tienda online de Apple, aunque se estima que valdrán entre 25 y 30 euros, tomando como referencia los cascos estándar. Por ese mismo precio tenemos unos muy decentes Sony o unos Sennheiser, por citar dos marcas conocidas de las muchas del mercado, pero… recuerdo que no van a funcionar. ¿Qué hacer para hacerlos funcionar?. Pues claro, pagar más dinero en forma de un accesorio, un cable adaptador. Algo así ya existió en el iPhone de primera generación.

Dicho cable aún no se ha puesto a la venta en la tienda oficial, aunque muchos especulan ya con que podría costar entre 20 y 30 euros. No sería un simple cable adaptador como en el caso de los iPhone 1G, sino que incluiría el mando de control del reproductor. Y recuerdo que sin ese mando ni siquiera se podrá encender el reproductor.

Así pues, si queremos utilizar unos auriculares que no sean los oficiales tendremos que empezar a abrir la cartera. Aunque en principio se barajen esos 20 o 30 euros más, lo más probable es que en unos meses ya se vendan adaptadores por precios más reducidos, sobre los 10 o 15 euros. Pero sigue siendo un desembolso adicional, y un cable de más que tendremos que utilizar con el nuevo reproductor.

Éste es el principal inconveniente, la gran pega del iPod Shuffle 3G. Por ahora la poca información que hay relativa al uso con unos auriculares que no son los que el aparato trae de fábrica la comentan en iLounge: el reproductor se iniciará cuando se estén utilizando los cascos, aunque no se podrá variar el volumen ni cambiar la canción en reproducción. Simplemente se encenderá y empezará a funcionar por si solo. El documento lo podéis leer completo en la web de soporte de Apple en inglés.

Pero hay más: ¿nadie se ha dado cuenta de que la batería se ha acortado respecto a la anterior generación?.

El Shuffle 3G ofrece, según Apple, una autonomía de 10 horas, mientras que las dos anteriores generaciones alcanzaban las 12 horas. Ésto puede verse desde dos puntos de vista diferentes: la menos negativa, simplemente son dos horas menos de reproducción por carga, o la más negativa, una batería casi un 20% menos eficaz.

Con 10 horas de audio lo más usual es disponer de sólo dos días de autonomía si le damos un uso normal al dispositivo, o de simplemente un día si el uso es más intenso. La batería del Shuffle 3G se enfrenta directamente con la del iPod Nano, una de las mejores en los reproductores MP3 del mercado y que le dota de hasta 24 horas de reproducción. Más del doble que su hermanito pequeño, o visto de otro modo… el Shuffle tiene una batería que no es ni la mitad de potente que la del Nano.

La razón creo que es bastante clara. En Apple han querido hacer del Shuffle un reproductor tan pequeño que no les ha quedado espacio para la batería. No es una desventaja alarmante, pero es un dato negativo que más de dos años después del segundo Shuffle (lanzado en septiembre del 2006) el nuevo dispositivo no tenga una autonomía más eficaz.

Y ya por último, la tercera novedad reseñable es el nuevo sistema VoiceOver. Se trata de un sistema que lee el artista y el nombre de la canción en reproducción, así como los títulos de las listas que utilices en el reproductor.

VoiceOver utiliza iTunes para encontrar las locuciones de voz, grabándolas automáticamente cuando enchufamos el reproductor al ordenador y seleccionando el idioma según un algoritmo interno del propio programa. No hay pega alguna, los ejemplos que Apple ha colgado en su web parecen muy claros y la voz es totalmente entendible.

Sin embargo da la sensación de que es un sistema muy complejo de utilizar y muy repetitivo en determinados casos. Si por ejemplo deseo buscar un determinado título de una canción entre doce posibles, ¿tengo que ir una por una ejecutando VoiceOver hasta encontrarlo?. Así parece que tendrá que ser.

La solución VoiceOver es novedosa, desde luego, pero no parece nada práctica y mucho menos se puede decir que está cerca de los reproductores con pantalla.

Con este lanzamiento, Apple también ha dejado algunos detalles que al menos a mi no me terminan de convencer. El primero y más llamativo es que las voces de VoiceOver en Windows y en Mac son muy distintas. El fabricante alega que ésto es debido a que Mac OS X incorpora un paquete de voces que funciona realmente bien, aunque no entiendo por qué no la han querido implementar en la versión Windows de iTunes. Bueno, pensando mal sí se me ocurre la razón.

Otro detalle de mal gusto es la perdida de los colores. Mientras en los Nano nos encontramos con hasta nueve colores disponibles, en los nuevos Shuffle de tercera generación sólo hay dos, en gris plateado y negro. Ni siquiera han mantenido los cinco colores disponibles en la anterior generación. Ahora bien, el precio sí lo han elevado hasta los 75 euros, frente a los 65 euros del modelo anterior de 2 GB y de los 45 euros del de 1 GB (éste último sigue estando disponible).

En definitiva, ésta actualización del iPod Shuffle no es en absoluto positiva. Me parece un retroceso hacia el pasado y un producto que está muy lejos de la relación calidad/precio que sí tienen otros productos de Apple. A nada que tengamos que comprar el reproductor (75 euros) y el adaptador (pongámosle otros 20 euros más) ya nos acercamos a los 139 euros del iPod Nano, ofreciendo este último 8 GB y siendo un reproductor mucho más completo en todos los aspectos que el Shuffle.

Los reproductores sin pantalla tuvieron su moda cuando empezó el boom de la música digital, pero ahora son productos que están muy desfasados en comparación con otros dispositivos del mercado. El Shuffle no es el producto estrella de Apple, ni mucho menos, pero tal vez deberían empezar a pensar en jubilarlo para centrarse en mejorar otros productos.

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