Microsoft Wedge Touch, análisis

Microsoft Wedge Touch, análisis
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Microsoft, con el Surface, se metió de lleno en la fabricación de gadgets. Sin embargo, su historial de accesorios es de sobra conocido y es que durante años los de Redmond han construido todo tipo de teclados, ratones y webcams para ordenadores.

Este año nos ha dejado un accesorio bastante curioso: el Wedge Touch. Un ratón que sigue con la línea rompedora de Arc pero que en este caso la primera sensación causa extrañeza. En Xataka lo analizamos para ver si realmente es un buen compañero de batallas, o no.

Microsoft apuesta por un diseño arriesgado una vez más

Aunque en las fotos promocionales parece un ratón bastante voluminoso lo cierto es que sus dimensiones son bastante escuetas. Compacto e ideal para llevar siempre encima. Nunca he tenido buenas experiencias con los ratones pequeños pero decido darle una oportunidad, seguimos.

Microsoft Wedge Touch

La construcción es robusta, la parte frontal, es cómoda al tacto y pasar los dedos por ella es agradable y fluido, algo fundamental. Los laterales metálicos son un acierto y el hecho de que el peso se concentre en la parte trasera, donde va la pila, hace que sea cómodo.

La experiencia es diferente, el hecho de que no apoyemos la mano y tengamos que concentrar más los dedos en el Wedge al principio es raro pero tras un rato usándolo nos hacemos con él.

Por otro lado tenemos su singular forma de cuña, que sirve para darle nombre al equipo. Acostumbrados a otros diseños, cuando ponemos la mano sobre él la sensación es de extrañeza. Sin embargo, esto se disipa rápido y es que a pesar del tamaño y el diseño es muy cómodo.

Las pulsaciones son correctas así como el scroll en cuatro direcciones. En vertical no presenta problemas. No obstante, en el horizontal la sensación al tacto es un poco extraña. No es desagradable pero no termina de convencer. El botón central sufre el mismo fallo que en el Arc Touch: es prácticamente imposible pulsarlo.

Microsoft Wedge Touch

Empezamos a movernos con él y tras la primera toma de contacto dejamos que sea parte de nuestro día a día en el trabajo, donde tiene que demostrar su valía. En este caso la prueba la hemos hecho sobre un MacBook Pro con Mountain Lion y una CPU con Windows 8 Pro.

En el caso del equipo de Apple la sincronización con el Bluetooth es perfecta. Se entienden desde el momento en que conectan y no hay necesidad de hacer ninguna configuración adicional. Los gestos los reconoce perfectamente aunque al no estar optimizado para OSX todo el tema de gestos del trackpad se pierde. Lógico.

Quitando este hecho, que aunque sea una obviedad no está mal recalcar, el funcionamiento es perfecto. Nos movemos de forma ágil y en conjunción con los gestos no notamos nada raro y la curva de aprendizaje con el ratón es corta y sencilla.

En Windows 8 la sincronización también funciona sin problemas. Dicho sea, la latencia es correcta y apenas se nota por lo que en principio no tendremos que preocuparnos de nada en este aspecto. Como en Mac, su funcionamiento es perfecto pero se echa de menos algo fundamental.

Microsoft Wedge Touch

Microsoft ha traído grandes cambios a Windows 8, entre ellos una mejor integración de los gestos táctiles. Una función que en los equipos de sobremesa se elimina salvo que dispongamos de una pantalla táctil, que en muchos casos no es así. ¿Una posible solución? Ratones con gesto.

¿Viene el Wedge Touch a cubrir esta necesidad? No. Microsoft ha perdido una oportunidad muy buena de integrar los gestos en el ratón y convertirse en un accesorio perfecto para su nuevo sistema operativo. No es un defecto como tal del gadget pero se echa bastante de menos.

Microsoft Wedge Touch, conclusiones

En Redmond siempre han mantenido una línea bastante marcada en los accesorios: dispositivos de referencia, de confianza pero que introdujeran algún aspecto innovador. Ya sea en el factor forma o en alguna funcionalidad que no tenga la competencia.

Microsoft Wedge Touch

En este caso, Microsoft vuelve a apostar por el diseño como elemento diferenciador como ya hizo con Arc. En este caso, su ratón de cuña es un equipo perfecto para quienes buscan un ratón inalámbrico pequeño con la garantía de esta compañía.

Sin embargo, la relación calidad precio, 70 euros, se antoja bastante elevada para lo que ofrece. Es cierto que al final hay elementos como el diseño que se pagan pero a nivel de funcionalidades se queda un poco corto teniendo en cuenta el potencial que podría haber alcanzando con Windows 8.

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