Desde su invención, el ladrillo se ha convertido en una excelente arma intimidatoria que además sirve para construir pisos. Con esta reproducción perfecta de un ladrillo tipo "años 70" podrás desahogarte sin miedo a romper nada, ya que está hecho de espuma. Puedes llevarlo en el coche para tirárselo a quién se salte un Stop sin temor a denuncias y puedes estrujarlo en momentos de estrés o llamadas telefónicas con la suegra, eso sí, lo que no puedes hacer son minipisos para solucionar el problema de la vivienda. ¡Nada es perfecto!
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