Así es como la unión entre vecinos puede hacer que zonas remotas tengan su propio Internet

Así es como la unión entre vecinos puede hacer que zonas remotas tengan su propio Internet
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Imaginad que vivís en una localidad alejada de las grandes ciudades, y que la conexión de Internet más rápida a la que podéis aspirar es de 1,5 Mbps o menos. ¿Qué haríais vosotros? Ante esta situación hay quienes se quejan a las grandes operadoras y se resignan a su mala suerte, pero también hay quien toma la iniciativa y se crea su propio proveedor de Internet.

Es lo que hicieron los habitantes de Orcas Island para conseguir pasar de una velocidad lenta a 30 Mbps en más de 50 hogares de su isla. Pero tampoco son los únicos, y hoy en día nos podemos encontrar ejemplos de muchas comunidades que han echado mano de su ingenio para superar las dificultades y conseguir acceso a Internet desde zonas remotas.

Microondas, drones y depósitos de agua

Relay Point

Tal y como podemos leer en Ars Technica, en Orcas Island han pasado de tener una conexión de sólo 1,5 Mbps a una que les ofrece velocidades de cerca de 30 Mbps en cerca de 50 hogares. Para ello le han pagado 11.000 dólares a una empresa para que les proporcione un enlace de acceso a Internet mediante microondas, la cual les llega a un repetidor que han colocado en lo alto del depósito de agua del pueblo.

El problema de las múltiples colinas y obstáculos que dificultan la difusión lo han solucionado instalando antenas en las copas de los árboles. Para ello empezaron utilizando un dron equipado con una cámara para buscar los mejores, pero hoy este dron ya tiene su propio receptor de radio para comprobar la calidad de la señal que llega a uno u otro árbol.

De esta manera ya han creado una red con 10 puntos de relé que cubren parte del pueblo. Chris Sutton, co-fundador de la empresa local creada para conseguirlo y desarrollador de software con experiencia en servidores y administración de redes, ha declarado que al final no fue tan difícil montarse una red de estas características, y que le sorprende que este tipo de proyectos se estén realizando en tan pocos lugares.

Redes móviles en México y servidores en Zambia

650 1200

La unión hace la fuerza, y el caso del Orcas Island es un buen ejemplo pero no el único. Cuando la señal es propicia la solución más fácil y económica es la de compartir conexión con otros, de hecho tanto en España como en México ya hay operadoras que nos permiten compartir o venderle nuestro Internet sobrante a otras personas. Pero las cosas cambian si no tenemos buena conexión

Es entonces cuando entra en juego nuestro ingenio. Un caso ejemplar es el de la comunidad indígena de Oaxaca, en México, que fue capaz de crear su propia red de telefonía móvil basada en un modelo similar al de las radios comunitarias. Con ella pudieron llevar una red móvil a zonas marginadas mediante un equipo de sistema global (GSM) de bajo costo, software libre y tecnología Volp para transmitir la voz de forma digital por Internet.

En lugares tan remotos como algunos pueblos de Zambia también echaron mano de su creatividad para conseguir acceder a Internet vía satélite con velocidades de subida lo suficientemente altas como para permitirles subir fotografías a las redes sociales. ¿Cómo? Pues con un servidor local al que suben las fotografías que quieren compartir, y que aprovecha cuando por la noche se libera ancho de banda para subirla a Facebook o Instagram.

Aun así, todos estos intentos para llevar Internet a localizaciones remotas podrían recibir pronto el apoyo de proyectos como el Project Loon de Google o el dron gigante de Facebook. Aunque si lo que quieres es tener tu propio Internet privado en el que hablar con amigos sin preocuparte por tu privacidad siempre tienes alternativas para conseguirlo como el Mesh Networking del que os hablamos hace un par de años.

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