Ya tenemos ganador de la fiebre por los ultraportátiles de los últimos dos años: Intel, sin duda alguna. Se sacó de la manga su procesador Intel Atom y arrasó entre ese nuevo tipo de ordenador que tanto nos prometía pero que al final poco nos daba.
Es curioso que ahora que el mercado está saturado y ya no crece en ventas, sea precisamente cuando están saliendo al mercado los ultraportátiles más interesantes. Sin embargo, de ahí a afirmar que la culpa de su bajón de ventas solo la tiene el iPad de Apple es mucho decir. El producto de Apple ha cambiado el chip de los fabricantes e incluso de algún que otro consumidor, pero no creo que el que antes se compraba un ultraportátil ahora opte por el iPad.
La cuota de mercado que este tipo de portátiles podía coger ya la ha engullido. Las pilas de ultraportátiles en las grandes superficies han acabado y los precios ya no son tan atractivos como antes.
Además, ahora el consumidor también es consciente de que se avecina una oleada del siguiente gadget de moda: el tablet. Quien estos dos años quería un ultraportátil ya lo ha comprado y el mercado potencial se ha reducido.
Quienes se plantean ahora su uso para tareas como leer libros o manejar el correo en movilidad o en el sofá, han ido encontrando otros gadgets como lectores de libros electrónicos o incluso los nuevos teléfonos móviles avanzados y sus grandes pantallas.
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