Los retos de Apple Pay: ¿triunfará Apple donde otros no lo han logrado?

Los retos de Apple Pay: ¿triunfará Apple donde otros no lo han logrado?
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Ya hablamos ayer de la irrupción de Apple en el segmento de medios de pago por móvil con Apple Pay, segmento bastante complejo para operar y que en principio lanza muchas dudas sobre el hipotético triunfo de Apple como líder indiscutible de los pagos.

Apple tiene por delante bastantes retos que resolver para colocarse en una posición de liderazgo en la intermediación de los pagos, sistema que cada día es más imprescindible y en el que cada día operan más actores y que hoy por hoy, podemos apostar a que no lo será por los siguientes retos.

El coste del servicio para el comercio, la primera pata clave

Si hay una faceta diferenciadora en los productos y servicios de Apple, es el precio como síntoma de nivel, poderío y excelencia. En la intermediación de los pagos, el que soporta los costes de la transacción no es el usuario, es el vendedor, por lo que es un segmento con una competencia en precios importante. Si Apple Pay no entra en competencia en precios y opta por su política de fijar los precios por encima de servicios análogos, el sistema está destinado a ser un fracaso a efectos de una implantación masiva, por más que Apple Pay lleve el logo de Cupertino.

Apple ya ha presentado importantes acuerdos de distribución en EEUU con bastantes redes comerciales, pero la filosofía del pago por móvil calará de una manera profunda en los usuarios cuando puedan pagar con su móvil desde la panadería del barrio o el autobús a la compra del supermercado. No basta con poder pagar en Macdonalds, Starbucks o las Apples Stores para que el sistema triunfe de verdad.

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Donde sí aporta un valor diferencial Apple Pay es en la solución para e-commerce, dado que nos permite vender fácilmente en una app con verificación en un paso. Aquí si podemos ver una mejora en las transacciones económicas desde las apps, pero no en el segmento offline de pagos inicialmente.

La competencia en el sector, esa palabra desconocida para Apple

Apple se la ha tenido que envainar y reconocer que le han adelantado por la derecha con la tecnología NFC que no controla ni puede patentar. En la keynote de hace dos años, Apple afirmó que no era necesaria la tecnología NFC en sus terminales y como es obvio, han tenido que retroceder y proceder a implantar este chip en sus móviles si realmente quieren entrar en el mercado de los pagos por móvil y a adoptar los estándares de la industria en seguridad y medios de pago. Si pensamos en el usuario final y en un uso masivo, necesitamos un marco de juego idéntico para todos los actores.

Que Apple haga este movimiento, es bueno para todos, puesto que favorecerá el interés de los usuarios de iPhone por la tecnología NFC que ya disfrutan otros terminales y favorecerá la implantación del sistema NFC como vía de pago con el móvil.

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En simultáneo, en el mercado de pagos por móvil, no hay un líder y existe la necesidad intrínseca de la existencia del resto de actores: es decir, no puedes imponer tus normas a las entidades financieras (emisores de las tarjetas), ni a las operadoras (transmisión segura de la verificación de pagos entre el terminal y el banco). Aquí hay que hilar muy fino los acuerdos y costes que comentaba en el primer punto y Apple no ha destacado nunca por su capacidad de negociación cuando no ha estado en posición de liderazgo. Demasiados gallos para un corral que no encuentra el rumbo adecuado pero que al menos aporta valor a todo el mercado de pagos por contacto al cambiar Apple su estrategia frente los estándares en medios de pago.

La seguridad de la información bancaria y la huella dactilar, punto muy débil

La seguridad nunca está garantizada al 100% en internet y ni Apple ni nadie la van a garantizar nunca.

iCloud y otros servicios que operan en la nube, ya han mostrado un historial de filtraciones de información tan importante que es muy probable que muchos usuarios se planteen introducir sus datos de tarjetas en este sistema. Apple no ha explicado claramente cómo funciona la seguridad en el sistema y tendrá que explicarlo muy bien, aparte que el propio sistema anónimo de pagos con tarjetas requiere una verificación personal y de huella dactilar ante la entidad financiera.

Si el comerciante no verifica en su terminal mediante PIN la tarjeta, o la presentación y cotejo de la información de la tarjeta con el NIF o documento de identificación personal, la propia entidad financiera tiene que tener asociada la huella dactilar a la tarjeta para evitar los fraudes con Apple Pay. Este sistema ya está inventado y estandarizado y es la tokenización que ha establecido el marco estándar de verificación y seguridad de los pagos por contacto, tal y como podemos leer aquí.

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Pensemos que cada tarjeta tiene que ir asociada a una huella dactilar de manera unívoca o a un determinado terminal telefónico por lo que es una barrera de entrada importante para implantar de manera masiva este sistema. Nuestra huella e identificación del terminal no la tendrá solo Apple, la tiene que tener también la emisora de la tarjeta para comprobar la titularidad de las tarjetas que se usan. O pasamos por ahí o verificamos el pago de NFC con el PIN tal y como se hace hoy día, perdiendo la única innovación relativa que ha presentado Apple en el sistema, que es la autorización de la operación con la huella dactilar.

El pago por móvil tiene que cubrir una necesidad, no bastará con ser complementario

A pesar de Apple criminalizó ayer al pago con tarjetas en la Keynote, la inmensa mayoría de usuarios de tarjetas como medios de pago se sienten cómodos y seguros cuando realizan un pago con la tarjeta física y de identifican con el PIN en el TPV. Hoy por hoy, países y zonas muy bancarizadas no tienen una necesidad generalizada para cambiar los sistemas de pago que se usan y el pago por móvil tiene un comportamiento complementario. Si no se consigue una implantación masiva del pago por móvil, el consumidor no va a dejar atrás su cartera si va a un MacDonalds, porque si decide comprar otra cosa, tendrá que llevar también sus tarjetas de crédito si no tenemos una penetración de TPVs con NFC casi plena. Lograr esto a día de hoy, parece un reto complicado para bastantes países.

Por contra, Africa, India y otros sitios de Oriente en la que la falta de bancarización y dificultades en las telecomunicaciones, han creado unas zonas punteras para los pagos por móvil y Apple ni está ni quiere estar en estos mercados, siendo un error bastante grave. El lider en smartphones en Africa es Samsung de manera indiscutible con una cuota de mercado cercana al 50%.

Vodafone y M-Pesa es el sistema de pagos y movimiento de dinero más simple y sencillo que existe desde el año 2007 y que tiene un volumen de negocio que supera ya los 2.000 millones de dólares cubriendo necesidades de la población con una tecnología tan simple como un SMS y una red de agentes. Eso si cubre una necesidad que no afronta por ahora el pago por móvil mediante NFC en los países realmente bancarizados.

El futuro de Apple Pay, un servicio más para la empresa y la excusa para introducir el NFC en el iPhone

Apple Pay va a ser lo mismo de líder que lo sean sus terminales y smartwatch horrible que sacó ayer, ni más ni menos, puesto que dentro de los pagos por móvil no está aportando nada nuevo que no exista ya y tan solo está dando un servicio en sus smartphones que no prestaba como es el NFC y que lo podía colocar en situación desfavorable. Apple Pay es la "tapadera" para meter el NFC en el iPhone y que no parezca un error temporal introducirlo tan tarde, tal y como ha sido en el caso de Apple.

El usuario de medios de pago, no va a comprar un iPhone6 porque pueda pagar con Apple Pay aunque si puede plantearse no comprar un iPhone6 si no cuenta con la tecnología NFC como ya la tiene prácticamente toda la competencia en gama alta.

Nuevo iPhone 6

Los retos de la industria del pago por móvil, son un reto conjunto y global, en la que por ahora, ningún intermediario puede quedar fuera y en la que cada uno cumple su misión. Apple simplemente se ha sumado a la corriente estándar del NFC y el más favorecido por este movimiento es el usuario final.

Ahora falta que veamos si se produce una implantación mayoritaria de TPVs con NFCs, que servirán para que todos los smartphones aumenten su presencia en el mercado de pagos, pero no solo Apple Pay, desde luego.

En Xataka | Nuevo iPhone6, Apple Pay: así quiere Apple que paguemos con el móvil

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