Un estudio demuestra que los ojos de un camaleón no son tan independientes como creíamos

Un estudio demuestra que los ojos de un camaleón no son tan independientes como creíamos
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El camaleón es un animal fascinante, todos le conocemos por su capacidad para camuflarse y su lengua rápida pero hay algo realmente interesante: sus ojos. Cada uno está recubierto por un párpado que se abre un poco para mostrar el iris y la pupila del animal. Puede moverlos en casi cualquier dirección y solo tiene un punto ciego detrás de la cabeza. Hasta ahora, se había creído que cada uno de sus ojos se movía con independiencia pero un estudio reciente demuestra que no es así.

Hadas Ketter y Gadi Katzir, de la universidad de Haifa en Israel han demostrado que los ojos del camaleón no funcionan de forma completamente independiente como ocurre en otras especies de peces y pájaros. Sus ojos siguen siendo increíbles pero una prueba con un programa informático demuestra que comparten información. Todo empezó con una pregunta: ¿Podría el ojo izquierdo saber qué está haciendo el ojo derecho cuando ambos están apuntando a objetivos diferentes?

Cuando el camaleón duda, sus ojos comparten información

Ketter y Katzir cogieron a un grupo de camaleones y los pusieron en una sala con un juego de ordenador en el que se iban proyectando imágenes. Primero comenzaron mostrando una mosca virtual en la pantalla. Los ojos de los reptiles apuntaron sin dudar a este insecto y lanzaron su lengua para cazarlo sin pestañeras. Todo en orden pero era hora de complicar un poco más el experimento.

Los investigadores decidieron proyectar dos moscas, cada ojo (de forma independiente) iba siguiendo el movimiento de estas imágenes virtuales pero en ningún momento el camaleón se decide a lanzar su lengua contra alguna de ellas, se queda unos segundos pensando qué es lo que debe de hacer. Sabe que tiene delante dos presas pero no tiene claro cuál es la mejor.

Al final el instinto cazador del animal sale, cierra ligeramente el ojo para enfocar y lanza su lengua contra una de ellas. "Si los ojos fuera completamente independientes, uno de ellos no se habría quedado quiero y esperado a que la imagen del otro convergiera" explica Katzir. El hecho de que el camaleón sea capaz de seguir a la presa con un ojo y que luego use el segundo para apuntar y fijar el objetivo sugiere que no existe tal independencia sino que hay una conexión entre ambos.

Según estos investigadores, tiene que haber un cruce de información entre los dos ojos y pese a que ambos se mueven de forma independiente, cuando tienen que fijar un objetivo dependen el uno del otro. El siguiente paso en el estudio es analizar más en detalle el comportamiento de los ojos cuando una presa se cruza delante del reptil.

Hay otras especies, como los ammodítidos, peces con ojos sí que funcionan con total independencia. Cada uno hace una labor y no hay una comunicación entre los dos. En aves, los podárgidos son una familia de aves nocturnas relacionadas con los chotacabras que a diferencias de otros búhos, son capaces de controlar sus ojos de forma independiente.

Foto | Flickr

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