El Cosmonauta: momento de la verdad para el mayor crowdfunding en español

El Cosmonauta:  momento de la verdad para el mayor crowdfunding en español
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El Cosmonauta es real. El más mediático proyecto de financiación colectiva en español, cuando apenas se conocía sobre esta práctica, ha llegado a su momento de la verdad: el estreno de la película.

El gran momento mundial y multipantalla será mañana, en Barcelona, tras una proyección con los actores hace unos días en Madrid. Mañana también llega a los cines, plataformas de vídeo bajo demanda como Filmin, televisión de pago (Canal+), formato físico (DVD y USB) y por supuesto la web, donde será gratuito el visionado en definición estándar. Ha sido un largo camino, nada sencillo y con claves más que interesantes.

Una historia de 4 años

"Tiempo atrás quisimos hacer una película y, en el camino, reinventar la forma en que las películas se financiaban, producían y distribuían. Buscar nuestro propio camino e involucrar al público"

Con esas palabras nace El Cosmonauta. Hablamos de hace cinco años, concretamente en 2008, cuando el que iba a ser un cortometraje acaba convirtiéndose en la base para un largometraje. Tras conseguir a inicios de 2009 dos trajes de entrenamiento de cosmonautas, en el mes de enero se decide financiar de forma colectiva, mediante crosdfunding, la película.

Ese año transcurre entre búsqueda de localizaciones, enseñar el proyecto (se consigue que el estudio Vostok cree la web o que en MediaLab Madrid se apunte el primer productor) y el lanzamiento de la página donde cualquiera puede convertirse en productor y colaborador de la película. A partir de ahí, músicos, artistas y por supuesto inversores particulares hacen que antes de finales de 2009 ya se consiguieran 1.000 productores.

En mayo de 2011 llega seguramente el momento más crítico del proyecto, cuando un productor ruso se echa para atrás y el proyecto pide a sus seguidores un esfuerzo para conseguir 40.000 euros

En 2010 el trabajo del guión comienza, se lanza el teaser de la película y los colaboradores empiezan a crear sus versiones, una idea que se mantiene incluso para la película entera.

En mayo de 2011 llega seguramente el momento más crítico del proyecto, cuando un producto ruso se echa para atrás y el proyecto pide a sus seguidores un esfuerzo para conseguir 40.000 euros en un mes y salvar el proyecto. La iniciativa Save The Cosmonaut es un éxito y en ese periodo alcanza la cifra de 130.000 euros.

Se sigue con las localizaciones, los ensayos y el 4 de junio de 2011 arranca el rodaje. 2012 es un año para rematar el montaje, la grabación de extras y asegurar aspectos técnicos como los efectos especiales gracias a más aportaciones como los 80.000 euros de PepePhone.

En 2013, las tres bandas sonoras, 80 minutos de largometraje, otros 80 de transmedia e incluso un documental están listos para la fecha del preestreno, el 14 de mayo.

Sin ventanas de exhibición y con licencia Creative Commons

Detrás de estos cuatro años de lucha nos encontramos con un proyecto que es el mayor de financiación colectiva en España. De su presupuesto de 860.000 euros, a finales de 2012 la mitad se había conseguido mediante crowdfunding en el que participaron 598 inversores y más de 4.000 productores individuales con los que se juega a estar orgulloso. Según el contrato con estos inversores, éste pasa a ser partícipe en la proporción de un 0.1% de los beneficios netos obtenidos de la explotación del largometraje.

A finales de 2012, 400.000 euros los había aportado el crowdfunding

El Cosmonauta también quería tener una distribución innovadora, y se decidió no tener ventanas de exhibición fijas. La película se estrena a partir de mañana tanto en cines como en televisión, plataformas de vídeo bajo demanda y podrá verse de forma gratuita en la web. También habrá DVD con libro (20 euros) y USB con un diseño exclusivo (35 euros)

poster

Si quieres verla en proyecciones especiales, tienen un mapa donde comprar tickets para las que ya se han organizado en todo el mundo. Pero también puedes solicitar una proyección o incluso organizar una tú mismo.

Otro aspecto interesante de la propuesta de El Cosmonauta es el llamado proyecto transmedia, con el que el equipo ha querido no limitarse a la película en sí, sino añadir contenido en forma de fotografías, documental, audio y webepisodios sobre el universo del film.

Por último no podemos olvidar que esta película está licenciada con Creative Commons, permitiendo distribuirla libremente, total o parcialmente, siempre que no haya lucro directa ni indirectamente con ella. Y si lo hay, habría que ponerse de acuerdo con los creadores para compartir beneficios.

También se pueden crear trabajos derivados, incluso un montaje completamente diferente al original, pero siempre con la base de que no ganes nada con ello.

El K-Pass

Como os contaba, el proyecto de El Cosmonauta no se ha quedado solamente en una película. Todo el recorrido es en sí una aprendizaje y una aventura. Y parte de la misma está incluido en el llamado K-Pass, donde los creadores han metido la experiencia del proyecto al completo.

Cuesta cinco euros, se compra una sola vez y con ella obtenemos seis horas de contenido extra tanto de delante como de detrás de la cámara. Estos extras se activarán a partir del estreno de la película en la web.

Kpass

Lo más interesante de este pack son los 30 episodios que expanden la historia de la película, pero también hay un final alternativo, un cortometraje, el documental “The Hummingbird”, las bandas sonoras y hasta un newsletter.

Ahora queda el filtro del gran público

El camino recorrido por El Cosmonauta ha sido duro pero tremendamente gratificante por varios motivos. Desde la apuesta por la financiación colectiva a pequeña escala hasta por entender que el consumidor puede disfrutar también del proceso y apreciar el contenido secundario que enriquece y va ampliando la historia central.

Es de admirar también la apuesta por ampliar las ventanas de distribución, pero de nuevo, tras Carmina o Revienta de Paco León, estamos ante un producto que podríamos definir como de minorías, sin grandes campañas de promoción ni marketing potente. En este campo me temo que nos quedaremos con las ganas de saber si puede haber o no un cambio en el sentido de la corriente.

El cosmonauta pieza

Pero ahora tienen un reto mayor: convencer llanamente como película, olvidándonos del camino recorrido. De su éxito o no dependerá que hayamos presenciado algo anecdótico, que se demuestre que pese a las vicisitudes y largo recorrido del proyecto se puede crear, o que los valientes que se animaron con la financiación con el crowdfunding obtengan algún beneficio más allá del personal.

Más información | The Cosmonaut.

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