Nokia 2013, sin indicios de arrepentimiento

Nokia 2013, sin indicios de arrepentimiento
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Concluyen muchos psicólogos sociales que los seres humanos esperamos sentir mayor arrepentimiento frente a un resultado adverso desencadenado por una acción nuestra (cambié acciones vendiendo unas y comprando otras y perdí mucho dinero) que frente al mismo resultado producido por la innacción (me mantuve con las acciones de siempre y perdí lo mismo).

Partiendo de que la mayoría de ejecutivos de grandes multinacionales son humanos, sucede que tanto los analistas como los accionistas y clientes solemos castigar mucho más a quien toma una decisión inesperada, que se aparta de la norma, que a quien tiene los mismos resultados desde una ejecución más convencional. La justificación es sencilla, para todos es fácil imaginar como hubiesen sido las cosas si hubiesen hecho lo esperado y no tal o cual extravagancia.

En Elop y su equipo, sin embargo, no se observan indicios de arrepentimiento. "Es la mejor decisión que podríamos haber adoptado" es lo menos tajante que nos comentaba un directivo de Nokia en su último evento. Sin entrar en la sinceridad de su postura, lo cierto es que el almanaque no perdona y la cuenta de resultados es, por definición, impaciente. Casi tres años después de la llegada de Elop y de dos de la apuesta por Windows Phone es inevitable que toque examinar los resultados de aquella apuesta por ser cabeza de ratón y no cola de león, de entender si se vuelve a la senda del crecimiento y de hacer balance de unos de los cambios de estrategia y de cultura más importantes en la breve historia del sector de la telefonía móvil

Stephan Elop CEO de Nokia

2013, Nokia y sus terminales Windows Phone

Tras poder jugar en persona con el Lumia 925 puedo decir que este sí es un teléfono que recomendaría, algo que no aplicaba al 920. Me gusta en mano, la cámara promete ser todavía mejor (y no participo del entusiasmo desmedido por las imágenes hechas con el anterior franquicia de Nokia, aunque sí valoro en su justa medida su estabilizador y mejora con poca luz) y sobre todo no me obliga a sacrificar en ligereza para tenerlo.

Podríamos decir que es lo que debió ser el 920 desde el primer momento, incluso que apenas es una mejora imprescindible pero no un salto cualitativo, pero el caso es que Lumia 925 es muy buen terminal y eso es algo que Nokia necesitaba para mostrar su verdadero potencial a día de hoy: la gama media y la gama de entrada.

Lumia 925 en nuestras manos

Si hay algo donde creo que todavía no se valora lo suficiente la apuesta de Nokia es con dispositivos como el Lumia 520 y el 720. Cada uno en su gama me parecen extremadamente competitivos, no sólo por lo que ofrecen como equipo (por ejemplo la cámara del 720 en su gama no tiene rival) sino por la buena experiencia de usuario que ha conseguido plantear Microsoft con terminales de una potencia comprometida.

Si en gama alta la competitividad es más discutible - mucho me temo que este artículo no estará exento de ese debate - y los Samsung, Apple, Sony, HTC y Sony no sólo tienen grandes productos sino que además son más reconocidos como tales, en la media y de entrada Nokia debería entrar en la consideración de cada comprador este año.

Primero la cámara y después todo lo demás

Dentro de la estrategia de Nokia podemos ir más allá del titular grande - "lo fían todo a Windows Phone" - y entender mejor la evolución de su portafolio si entendemos las prioridades que nos explicaba Hans Henrik Lund - "Vice President Smart Devices Product Marketing" - que directamente define a su compañía como "una obsesa por la calidad de imagen de sus fotografías".

Hans Henrik Lund de Nokia
Hans Henrik Lund de Nokia

Por delante del diseño del dispositivo, de la ligereza y la anchura ha estado - y parece que seguirá estando - el intentar ofrecer la mejor cámara del mercado. Eso es lo que explica por qué sacaron el 920 como lo sacaron, con bastante más peso y tamaño que los smartphones franquicia de la competencia, y por qué ponen en el mercado el 925 tan pronto como han podido estilizarlo.

Es más, si afinamos, podemos observar que la prioridad no sólo es fotografía sino que han apostado por un caso de uso crítico como es el de fotos en situaciones de poca luz. "Todos odiamos que nos salgan tan mal las fotos de noche, en interiores, en un concierto... además cada vez queremos ser más creativos y para eso están los nuevos modos de Nokia Smart Camera"

Primero la cámara y luego, cuando es posible, el resto de variables que saben que influyen en la decisión de compra de un smartphone: diseño, peso, calidad de la pantalla... y sistema operativo y ecosistema de aplicaciones, algo en lo que también cargan con parte del peso a la hora de empujar la plataforma.

La soledad del corredor de fondo

Pudimos hablar con Brian Biniak - Vice President, Global Partner and App Development - sobre los esfuerzos de Nokia y Microsoft por empujar Windows Phone como la tercera plataforma relevante para los desarrolladores de aplicaciones en móvil.

El escenario es el que otras veces hemos discutido en Xataka, la de un círculo vicioso: los desarrolladores no invierten porque al haber pocos usuarios no ven claro que haya retorno de la inversión, los usuarios se piensan mucho comprar al no ver las aplicaciones "top" de otros sistemas.

Brian Biniak de Nokia
Brian Biniak de Nokia

¿Cómo se puede romper este interbloqueo? Probablemente no haya otro camino que el empleado por Microsoft y Nokia: cuidar muchísimo las relaciones con los desarrolladores, apoyarles al máximo con recursos (contaba Biniak que en el caso de CNN les montaron un prototipo para hacerles ver que en Windows Phone podían tener la mejor aplicación de noticias), poner sobra la mesa su propia capacidad de crear aplicaciones (con el discutido enfoque de Nokia de ser a veces "Lumia primero" y a veces "Lumia sólo"), implicarse en su Buniness Plan y, en última instancia, incentivar económicamente el desarrollo si se considera imprescindible que esté en el market.

Nokia es el único actor de primera línea, además de Microsoft, que desarrolla para Windows Phone como primera prioridad. El resto, desde Facebook que está pero no acaba de abrir la mano con Instagram hasta Google que mantiene una actitud muy proactiva con iOs y muy pasiva / hostil con Windows - se plantean su presencia en la plataforma como algo que va después de su apuesta por el sistema de Apple y/o Android.

Le preguntamos a Biniak si Nokia y sus responsables de relaciones con desarrolladores no llegaban a acusar la soledad y el agotamiento de tantos años empujando casi ellos sólos el ecosistema de Windows. La respuesta no podía ser otra: lo ven justo al revés, cada que cada vez hay más actores que empujan con ellos y Microsoft y que casos como el Hipstamatic muestran que pueden encontrar cada vez más "socios comprometidos".

Lumia 925 con carcasa

Las operadoras quieren una tercera plataforma y esa puede ser Windows Phone

En la presentación del Lumia 925 sucedió algo curioso. Vodafone estaba en el escenario con gran protagonismo explicando el acuerdo de exclusividad para la versión de 32 gigas mientras Telefónica se apresuraba a asegurar que iban a tener el terminal también en todos los países en los que tienen presencia.

A eso sumaría esfuerzos como el que lleva haciendo Orange por dar protagonismo a los Windows Phone de Nokia desde el Lumia 700. Si añadimos todos estos gestos tenemos una foto que beneficia a los finlandeses: las operadoras no están nada felices con un escenario en el que dos actores tienen un gran poder de negociación, llámese uno Apple y llámese el otro Samsung (más en este caso que Google).

Pudimos hablar con representantes de Telefónica que llevaban el tema un paso más allá: la teleco española ha cerrado un acuerdo global con Microsoft para empujar Windows Phone. ¿Los motivos? Según Telefónica ese deseo de que añadir competencia entre sus proveedores y la apertura de Redmond a propuestas de las teleco de integración de servicios. Cuando le preguntamos si además había un incentivo económico desde Microsoft o de los fabricantes... sólo nos dijo que en los próximos Lumia Telefónica iba a tener un papel más protagonista todavía.

Todo el mundo en Nokia, desde el conserje en Helsinki a Elop, tiene claro que el camino pasa por tener las mejores relaciones con las telecos. Por mucho que haya quien se escandalice por acuerdos de exclusividad o por concesiones a peticiones desde la operadora de turno, Nokia tiene la necesidad de crecer en cuota de smartphones de forma global y el canal de compra para la mayoría de los usuarios - sobre todo en países donde sigue habiendo subvención - es la teleco.

Telefono Nokia Asha

Asha, países en desarrollo y otra batalla de plataformas para Nokia

Mientras esto sucedía en Londres todavía coleteaba el debate sobre el movimiento de Nokia con Asha para los países en vías de desarrollo y el nuevo y apasionante frente que se abre en ellos. Con unos mercados maduros que ya van a crecer muy poco - ¿cuántos potenciales compradores de smartphones quedan en USA o Europa que no tengan ya uno? - la mayoría de las compañías tienen puestos sus ojos en China, Latinoamérica, África, Europa del Este o el resto de Asia.

Para esos países tiene sentido una propuesta de smartphones con mayor peso de la gama de entrada - muchos de ellos tienen tasas altas de crecimiento y asisten al florecimiento de una incipiente clase media - pero el volumen se concentra en esa transición del "feature phone" al smartphone. Y ahí es donde Nokia posiciona a Asha como su otro sistema además de Windows.

De hecho se repite el patrón, es una competencia entre ecosistemas. En un lado del ring tenemos a Android con su legión de fabricantes y su gran cantidad de aplicaciones disponibles y en otro Asha que viene de una evolución del S40, apostando por Java y la promesa de Nokia de que tendrán las apps "que la gente considera indispensables".

¿Cómo defiende Nokia esta apuesta en la que es el único fabricante frente a Android? Su punto es que esta vez no parten de casi cero como en Windows y que Asha está centrado en esa gama y público objetivo, por lo que las aplicaciones estarán optimizadas para ofrecer una gran experiencia frente al que preveen un caso habitual: usuario que compra un Android de 50 dólares y descubre que las aplicaciones - especialmente los juegos - van a pedales o directamente no funcionan.

Ciertamente tienen un punto con este enfoque, pero no deja de ser una empresa complicada ante la legión a la que se enfrenta: Samsung como primer fabricante mundial y la legión china capitaneada por Huawei, ZTE y, sobre todo, Lenovo. Por cierto, en este contexto, está por ver el apoyo de las operadoras que tienen puesto un ojo en Firefox OS y ese es un dato muy relevante por mucho que el sistema de Mozilla sea de momento la cenicienta del sector.

Nokia 2013: sin indicios de arrepentimiento

Puede suceder que sigan realmente convencidos de su apuesta, puede que eviten dejar entrever las dudas. En todo caso, no he encontrado ni en persona ni en sus decisiones tácticas indicios de arrepentimiento en la gente de Nokia respecto a su estrategia. Windows para smartphones sin plan B y contar también con Asha para ese gran frente del sector de la tecnología como son los mercados emergentes.

En el sector se comenta que el Lumia 520 apunta a gran éxito, que GFK vuelve a recoger crecimiento de mercado en Nokia en países como España y que el apoyo de las operadoras y el buen producto deberían ayudar a que los finlandeses atisben por fin "los brotes verdes".

Sería una gran noticia ver volver por sus fueros a la gran fabricante europea de teléfonos e inventora del concepto de smartphone. Si no sucede en los próximos meses ¿cuánto tiempo es razonable esperar para pedir resultados al CEO de una multinacional que al llegar al puesto impone un cambio radical de la estrategia de la compañía?

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